En el primer semestre de 2015 autorizó exportaciones por más de 550 millones de euros a la coalición suní que bombardea el país más pobre del mundo árabe, liderada por Arabia Saudí y cuyo objetivo es impedir el ascenso de un gobierno favorable a Irán
Ciudadanos yemeníes se apoyan sobre un caza saudí estrellado en las proximidades de Saná, capital de Yemen. REUTERS/Khaled Abdullah
CARLOS DEL CASTILLO
MADRID.- Que Mariano Rajoy, de la mano de su ministro de Defensa Pedro Morenés, ha potenciado el mercado armamentístico español es un hecho consumado, como refleja el crecimiento del 28,3% de las exportaciones respecto a la legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero. España ha aumentado sus ventas al exterior de material militar y policial y así, en el primer semestre de 2015, las armas españolas salieron hacia Estados Unidos (dos millones en escopetas de caza), Venezuela (100 millones en buques de guerra) o Túnez (casi 10 millones en diferente material, entre él material antidisturbios y gases lacrimógenos), hasta superar los 1.800 millones de euros.
Sin embargo, lo que ha provocado que organizaciones de defensa de los derechos humanos como Amnistía Internacional, Greenpeace, FundiPau y Oxfam Intermón se echen las manos a la cabeza es que el Gobierno de Rajoy multiplique las exportaciones de armas como bombas, torpedos, cohetes y misiles o aeronaves a los miembros de la coalición suní que bombardea Yemen, el país más pobre del mundo árabe, a pesar de entrar en conflicto con la legislación española (que prohíbe las ventas a países participantes en un conflicto abierto) y las recomendaciones de la ONU.
En concreto, la industria armamentística española exportó a los países que integran la coalición liderada por Arabia Saudí 567,35 millones de euros en el primer semestre de 2015, un tercio de las ventas totales, tal y como refleja el informe ¿Licencias para matar?publicado este jueves por las citadas ONG. El Gobierno, encargado de aprobar cada venta por medio de una junta interministerial cuyas actas son secretas, otorgó nuevas licencias por otros 67,7 millones hacia estos países.
Exportaciones españolas de armas autorizadas y realizadas en el primer semestre de 2015. Fuente: Secretaría de Estado de Comercio (MEC). Elaboración: Alberto Estévez.
La coalición suní, que comenzó la campaña de bombardeos sobre el pequeño país del sur de la península arábiga en marzo de 2015, tiene como objetivo desbaratar la insurreción de los hutíes, clan chií próximo a Irán, que a principios de 2015 intentó derribar el gobierno de suní que dirigía el país, aliado de la dictadura saudí. Aunque la alianza árabe ha logrado frenar el avance rebelde, los daños humanitarios han sido catastróficos: más de 8.000 mil muertos civiles, un millón de desplazados, las principales ciudades (y sus infraestructuras, como escuelas y hospitales) arrasadas, un 80% de sus 25 millones de habitantes necesitados de ayuda humanitaria.
"Hemos documentado 32 ataques aéreos, incluidos ataques a hospitales, escuelas, mercados y mezquitas, que podrían constituir crímenes de guerra"
"Hemos documentado 32 ataques aéreos, incluidos ataques a hospitales, escuelas, mercados y mezquitas, que podrían constituir crímenes de guerra", señala Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España, que reclama "un embargo de armas a las partes del conflicto en Yemen". La coalición que bombardea el país está formada por Baréin, Kuwait, Catar, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Jordania, Marruecos, Sudan y Senegal. En la actualidad las conversaciones de paz entre el gobierno prosaudí y los rebeldes están paradas y aunque la campaña de bombardeos se ha alejado de las ciudades, el conflicto yemení es en realidad una herida mal cerrada desde hace tres décadas y que podría reabrirse en cualquier momento.
Milicianos hutíes en Sana, capital de Yemen, este jueves. REUTERS/Khaled Abdullah
Rendición de cuentas en el mercado de las armas
Aunque las organizaciones autoras del informe valoran la publicación de las estadísticas oficiales de las exportaciones de material de defensa, denuncian en su informe que España necesita "medidas como la mejora de la evaluación del riesgo de uso indebido de las exportaciones, reforzar el control parlamentario previo a las exportaciones y promover la universalización del Tratado sobre Comercio de Armas".
Jordi Armadans, director de FundiPau, demanda además al Gobierno que surja de las urnas el 26 de junio que "no autorice la exportación de cinco corbetas a Arabia Saudí" —cuya construcción por parte de Navantia ha sido aprobada pero está pendiente de la firma de del contrato— "mientras exista un riesgo sustancial de que se emplearían para cometer o facilitar violaciones graves del derecho internacional".
El informe de las ONG identifica 13 operaciones de venta de armas "especialmente preocupantes", entre las que figuran las ventas de munición y bombas a Arabia Saudí; armas pequeñas y municiones a las fuerzas armadas de Brasil ("pese a las violaciones graves de derechos humanos, tales como homicidios a manos de la policía"); municiones, aviones y bombas, torpedos, cohetes y misiles a Colombia ("no se puede garantizar que las FF.AA. colombianas utilicen las armas españolas conforme al derecho internacional dada la situación que atraviesa el país"); vehículos, aviones, repuestos y diversos equipos y sistemas a Egipto; municiones y bombas, torpedos, cohetes y misiles a las fuerzas armadas de Irak; vehículos blindados, aeronaves y diversos equipos a Pakistán y diversos tipos de armas como bombas, cohetes y misiles a Israel.
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