martes, 26 de abril de 2016

Francia gana el megacontrato de 34.000 millones para fabricar los submarinos invisibles de Australia


Australia le ha dado con la puerta en las narices a fabricantes de Japón y Alemania al adjudicar uno de los mayores contratos del sector de defensa de los últimos tiempos, por un importe de 50 millones de dólares australianos (unos 34.000 millones de euros) para fabricar 12 submarinos: a 2.833 la pieza.



La oferta de la firma francesa DCNS, que está controlada por el estado francés, mejoró las condiciones de las competidoras Mitsubishi Heavy Industries, Kawasaki Heavy Industries y Thyssenkrupp AG, al prometer que fabricará toda la flota en el puerto australiano de Adelaide y que generará unos 2.800 empleos.

El resultado del contrato supone un doble revés para Japón, que lo veía como una oportunidad casi irrepetible de lanzarse a competir en el sector del armamento, apenas dos años después de que el gobierno nipón levantase la prohibición, de corte pacifista, para exportar armas al exterior.

"Las ventajas geoestratégicas que para Australia hubiera tenido reforzar sus lazos con Japón no fueron suficientes como para compensar las ventajas técnicas de la oferta francesa", explica Mark Thomson, analista de defensa en el Australian Strategic Policy Institute, que añade que ahora "Australia tendrá que buscar alguna manera de preservar una relación constructiva y estratégica con Japón.

Y es que, aunque en lo militar la gigantesca isla es un potente aliado de Estados Unidos, su relación comercial con China le venía obligando a mantenerse también en sintonía con Pekín. La reciente política de expansión marítima de China, sin embargo, ha desatado las alarmas en Australia y el acercamiento a Japón comienza a ser visto como una buena solución para contrapesar el poder chino. El problema es que este contrato de submarinos acaba de hacer justo lo contrario.
Mejor en todo

El Shortfin Barracuda, que es el modelo que fabricará DCNS, está destinado a reemplazar la envejecida flota de buques sumergibles de Clase Collins, y contarán con tracción diésel-eléctrica, desplazarán unas 4.500 toneladas y tendrán 97 metros de eslora.
Pese a ello, un analista de la S. Rajaratnam School of International Studies en Singapur detalla que "van a inyectar un montón de puestos de trabajo en Adelaide, y eso va a elevar mucho el precio de cada nave".

La ministra australiana de Defensa, Marise Payne, ha defendido la adjudicación y la ha explicado en términos simples: "los submarinos franceses tienen mejor rendimiento de sensores, mejores características para pasar desapercibidos, y un alcance y una resistencia similar a los submarinos de la clase Collins.


http://www.eleconomista.es/empresas-finanzas/noticias/7520083/04/16/Bofeton-a-Japon-Australia-adjudica-a-la-industria-francesa-su-nueva-generacion-de-submarinos-inivisbles.html

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