El Estado Mayor General de Rusia ha revelado detalles de la batalla de Palmira y ha subrayado que los consejeros rusos participaron en el desarrollo de los planes dirigidos a tomar la ciudad.
Serguei Rudskoi, jefe de Operaciones en el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, manifestó que la liberación de Palmira adquiere una gran importancia estratégica debido a la localización geográfica de la ciudad, en el centro de Siria, y al hecho de que es un centro neurálgico de comunicaciones, incluyendo una red de carreteras que llevan a todas las regiones del país: Damasco, Homs, Hama, Alepo, Raqqa y Deir Ezzor, así como a campos de petróleo y gas.
Rudskoi señaló que al menos 4.000 terroristas estaban estacionados en Palmira a principios de marzo junto a unos 20 cañones, 40 morteros y casi 100 plataformas de lanzamiento de misiles guiados antitanque. Había además 50 vehículos equipados con armas pesadas y 10 camiones-bomba conducidos por conductores suicidas.
El EI disponía en Palmira de un complejo sistema de fortificaciones, incluyendo centros de mando, y emplazamientos de artillería en las colinas localizadas cerca de la ciudad.
Rudskoi señaló que los consejeros militares rusos estuvieron implicados en las operaciones dirigidas a la toma de la ciudad.
A principios de marzo, las Fuerzas Armadas sirias y las Fuerzas de Defensa Nacional así como combatientes de Hezbolá comenzaron a agruparse cerca de Palmira en preparación de la ofensiva, que buscaba asestar un golpe fatal a los terroristas del EI. El ataque comenzó finalmente el 6 de Marzo con el apoyo de la Fuerza Aérea rusa.
En la primera etapa del proceso, resultó de la mayor importancia el corte de las carreteras que conducían a la ciudad para aislar al EI, mientras que los sitios terroristas sufrieron un sistemático bombardeo por parte de la Fuerza Aérea rusa y de la aviación y la artillería sirias. Los aviones rusos llevaron a cabo entre el 7 y el 17 de marzo 500 salidas de combate en los alrededores de Palmira y dentro de la ciudad con más de 2.000 ataques a sitios terroristas. Esto destruyó las posiciones y fortificaciones del grupo así como su artillería.
La aviación rusa fue capaz de destruir la mayor parte de los centros de mando de los terroristas en los primeros dos días de las operaciones. También atacó los convoyes procedentes de Raqqa y Deir Ezzor que llevaban combatientes y municiones a Palmira.
Por su parte, el Ejército sirio tomó las colinas que se hallaban alrededor de Palmira en menos de 24 horas. El 27 de Marzo, los militares sirios y sus aliados llegaron a la puerta occidental de la ciudad y penetraron en ella. Al día siguiente y tras una noche de combates, toda Palmira estaba ya en su poder, aunque llevó unas horas más eliminar los restos del EI en algunos barrios y suburbios.
La aviación rusa comenzó entonces a atacar a los grupos de terroristas que habían logrado romper el cerco y huir de la ciudad y que estaban intentando llegar a Raqqa o Deir Ezzor. Un gran número de ellos fueron eliminados y su capacidad para reagruparse de nuevo quedó destruida.
En la actualidad, unidades de zapadores rusos han llegado a Palmira para proceder a desactivar las minas y explosivos dejados por el EI en la ciudad arqueológica y en la zona residencial. Los expertos rusos habrán de limpiar una zona de unas 180 hectáreas. En las zonas más difíciles, se emplearán robots para llevar a cabo esta tarea.
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