El Ejército Árabe Sirio, antes carente de aviones de reconocimiento y de imágenes satelitales, cuenta ahora con el apoyo de la aviación rusa. Como se había previsto, un mes después del inicio de la segunda fase de operaciones conjuntas, la acción combinada de esas dos fuerzas comienza a hacerse sentir. La parte fundamental del país debería ser liberada de aquí a fines de marzo, incluyendo la región de Alepo. Al parecer, se halla en preparación una tercera etapa en la que Rusia y Estados Unidos podrían unir sus esfuerzos contra las posiciones del Emirato Islámico en el noreste de Siria.
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Conforme al acuerdo concluido con vista al arreglo pacífico del conflicto en Siria, se ha creado un Grupo Internacional de Respaldo para Siria (ISSG o International Syria Support Group), del que forman parte la Liga Árabe, la Unión Europea, la ONU y 17 países, entre ellos Rusia y Estados Unidos. Al no haberse registrado pasos concretos, el ciclo de negociaciones terminado en Ginebra el 29 de enero de 2016 es considerado un fracaso, debido a la actitud totalmente no constructiva de Arabia Saudita, país que ignora la resolucion 2254 de la ONU y sigue apoyando los intentos de derrocar por la fuerza al presidente electo Bachar al-Assad [1]. Además de lo anterior, todos los grupos terroristas, que se componen de extranjeros, armados y respaldados por Arabia Saudita, Qatar y Turquía, y que han invadido y arruinado Siria, pretenden obtener el derecho a verse representados en la nueva fórmula gubernamental.
Por consiguiente, en los próximos 6 meses no se concluirá ningún acuerdo de alto al fuego y la ONU tendrá que iniciar negociaciones por separado con el gobierno sirio y los representantes de los grupos que cuentan con el respaldo de Arabia Saudita. La posición de Riad resulta aún más incomprensible en la medida que Rusia está bombardeando sistemáticamente las posiciones del Emirato Islámico en beneficio del Ejército Libre Sirio (ELS, creado por Francia, armado por Arabia Saudita y financiado por Estados Unidos y Turquía) y en que el ministro ruso de Relaciones Exteriores Serguei Lavrov ha sostenido en Moscú varias reuniones con representantes de grupos armados y respaldados por Arabia Saudita.
Fundamentalmente, los países que financiaron, armaron e introdujeron en Siria grupos con intenciones de derrocar la República Árabe Siria, esperaban que se produjera en la correlación de fuerzas un cambio del que pudieran sacar partido. Pero el actual estancamiento parece estar beneficiando únicamente al Ejército Árabe Sirio [El ejército regular sirio. Nota de la Red Voltaire.], fuertemente respaldado por la aviación rusa.
Hasta el momento, los bombardeos de la aviación rusa han tenido como objetivo los depósitos de armas y municiones, instalaciones para la fabricación de explosivos, depósitos de carburante, el parque automovilístico y centros de mando y de transmisiones de los grupos armados que operan en Siria. Esto ha reducido la capacidad combativa de los yihadistas en un 60-70%, ya que se ha provocado una escasez de municiones entre los grupos armados, que además se han visto incapacitados para maniobrar así como para coordinar sus sus acciones y comunicarse entre sí.
Paralelamente a esas misiones, los rusos vigilan, a gran altitud y durante las 24 horas del día, la totalidad de las fronteras sirias con Turquía, Jordania, Irak e Israel, mediante el uso de aviones de reconocimiento sin piloto. De esa manera han logrado detectar y seguir todas las columnas de abastecimiento de los yihadistas y neutralizarlas en un 65% mediante bombardeos.
Los principales puntos vulnerables siguen siendo unos 70 kilómetros de la frontera occidental de Siria con Turquía –en la gobernación de Idlib– y el corredor norte Azaz-Jarablus, con un largo de 90 a 100 kilómetros, puntos por donde llegan, desde Turquía, armas, municiones y hombres para el Emirato Islámico y para otros grupos terroristas.
Los bombardeos de la aviación rusa han tenido también un efecto sicológico en las características de las operaciones de combate de los yihadistas en Siria, obligándolos a detener sus ofensivas y a concentrarse únicamente en la defensa de sus propias posiciones. Para poder atacar, los yihadistas tienen que crear una correlación de fuerzas que los ponga en posición de superioridad con respecto al Ejército Árabe Sirio en ciertas direcciones. Eso sólo sería posible mediante amplias maniobras y una concentración de sus fuerzas, fácilmente detectables para los aviones rusos de reconocimiento. Cada vez que los yihadistas han cometido ese error, los bombarderos rusos han reaccionado rápidamente, neutralizando casi totalmente a los grupos islamistas que se movían hacia su punto de concentración.
Como resultado de la estrategia aplicada por Rusia, el Ejército Árabe Sirio ha ganado en libertad de acción, lo cual se ha materializado en pequeñas ofensivas que han llevado a la reconquista de bastiones de los terroristas [2]. La retirada de las ciudades donde los islamistas se habían hecho fuertes acrecentó la movilidad de las unidades blindadas sirias, que impusieron entonces su control sobre las vías de comunicación entre las localidades ocupadas por los yihadistas, logrando así cercar numerosas localidades, sometidas además a bombardeos de la aviación rusa, antes de iniciar la ofensiva terrestre.
Por ejemplo, en la gobernación de Latakia, la 103ª Brigada Mecanizada de la Guardia Siria está a punto de liberar la zona del norte de las montañas turcomanas ocupada por grupos terroristas apoyados por Arabia Saudita, Turquía y Estados Unidos. Eso permite garantizar la seguridad de la frontera con Turquía en toda la gobernación de Latakia y garantizar a la vez al Ejército Árabe Sirio posiciones de inicio para la ofensiva tendiente a la liberación de Jisr Al-Chughur, puerta de entrada fortificada en la gobernación de Idlib. Esa gobernación se halla bajo control de unos 12 000 yihadistas pertenecientes a diferentes grupos, como al-Nusra –rama siria de al-Qaeda.
En la gobernación de Deraa, al sur de Damasco, la 7ª División Mecanizada del ejército regular sirio ha abierto una profunda brecha en dirección norte-sur, cercando así un grupo de 1 500 elementos islamistas. Después de liberar el importante nudo de comunicaciones de Sheikh Miskeenm, la 12ª y la 15ª brigadas de la 5ª División blindada de Siria continúan la ofensiva con vista a la reconquista de la ciudad de Nawa. Esta comuna se halla cerca de la meseta del Golán ocupado [por Israel], que forma la zona de alto al fuego con Israel. Con esa maniobra, el Ejército Árabe Sirio inició el movimiento para cercar a 9 500 yihadistas que operan en el oeste de la gobernación de Deraa, garantizando al mismo tiempo la seguridad de la frontera con Israel.
Estas dos acciones ofensivas indican claramente la preparación de operaciones terrestres de gran envergadura, que comenzarán probablemente en el mes de marzo. Esta hipótesis se basa en el hecho que, durante la última semana, Rusia ha intensificado las misiones de reconocimiento y multiplicado por 2 el número de drones del tipo Dozor que operan en Siria para garantizar una estrecha vigilancia de los movimientos de las fuerzas adversas.
El Ejército Árabe Sirio es el único adversario de todos los combatientes islamistas en Siria, el mejor armado –con vehículos pesados, ametralladoras, artillería pesada y armamento antitanque) y cuenta con gran experiencia en el combate. El territorio bajo control de los yihadistas ha ido perdiendo en profundidad, lo cual ha disminuido de manera exponencial la capacidad combativa de estos, al igual que su estado de ánimo, actualmente en su punto más bajo, elevando así las posibilidades de que se rindan sin oponer resistencia.
La tarea inmediata de proceder a la eliminación de los grupos islamistas en la línea de contacto constituye el objetivo más difícil del Ejército Árabe Sirio y su realización exigirá mucho tiempo aún. Por consiguiente, no debe excluirse que, para neutralizar ciertos puntos de resistencia de los terroristas, el Ejército Árabe Sirio cuente con apoyo de destacamentos independientes de comandos Spetsnaz o de un batallón mecanizado de las fuerzas terrestres rusas. Estos operarían con medios de transporte 8×8 Boomerang o utilizando el nuevo carro blindado T-15 Armata, que los rusos quieren poner a prueba en condiciones de combate. El carro de combate T-15 Armata cuenta con el mismo chasis y el mismo tipo de blindaje que el nuevo tanque ruso T-14 [3].
Después de haber vencido ese importante obstáculo, las tropas sirias respaldadas por la aviación podrían emprender una ofensiva y avanzar a un ritmo de 20 kilómetros diarios en el sur, el oeste y el norte de Siria.
Teniendo en cuenta los errores cometidos durante la primera fase de la campaña de Siria, los rusos han desplegado –de manera permanente– 12 bombarderos pesados Tu-22M3 en la base aerea de Mozdok, en Osetia del Norte [4]. Desde esa base aérea, un Tu-22M3 puede alcanzar Siria en 2 horas y 44 minutos de vuelo y afectuar diariamente 2 misiones de bombardeo en ese país.
Para proteger sus bombarderos pesados Tu-22M3 durante el sobrevuelo de Irak y el norte de Siria –donde operan aviones de la coalición contra el Emirato Islámico, bajo la dirección de Estados Unidos– Rusia ha desplegado en la base aérea de Hmeymim [en territorio sirio] una de las 4 baterías de misiles antiaéreos S-400 [enviadas a Siria]. Una segunda batería fue desplegada en la base aérea siria de Kuweires, a 30 kilómetros de Alepo.
En el marco de la ofensiva de primavera, Rusia utilizará 64 aviones de combate estacionados en la base aérea de Hmeymim, en la gobernación de Latakia (24 Su-24M2, 12 Su-25, 12 Su-34 y 16 Su-30SM).
Ya terminado el proceso de modernización de la aviación militar siria, Rusia puede contar con entre 66 y 130 aviones sirios modernizados (9 MiG-29SMT, 21 Su-24M2, 36 Yak-130 y probablemente 64 MiG-23-98), además de otros 112 aviones sirios (MiG-21, Su-22M4 y L-39) que, aunque no han sido modernizados, fueron reparados y preparados por los técnicos rusos [5].
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