miércoles, 9 de diciembre de 2015

El Pentágono privatiza sus drones: serán pilotados por civiles




La Fuerza Aérea de Estados Unidos ha dado un polémico paso al contratar a civiles para que piloten sus robots voladores en zonas de guerra como el teatro de operaciones sirio, según se ha conocido esta semana. Por primera vez en la historia, personal no militar se encargará de conducir, desde suelo de EEUU y a miles de kilómetros de sus objetivos, los vuelos del avanzado avión robot MQ-9 Reaper, según informa Los Angeles Times.



El Pentágono ha reconocido que los pilotos civiles "no son combatientes" y por tanto "habrá límites en sus actividades", y señala que no se encargarán de apretar el gatillo, sino que comandarán sólo aparatos en misiones de vigilancia y no tendrán permitido, por ejemplo, iluminar con luz de láser los objetivos que vayan a ser bombardeados por otros aparatos (como cazabombarderos convencionales).

No aclara, sin embargo, qué pasaría en caso de que uno de esos drones resultase atacado por militantes de, por ejemplo, Estado Islámico y fuese necesario repeler la agresión.

Para tener acceso a los pilotos que necesita -se calcula que no menos de 1.280 personas son necesarias para los actuales programas de intervención militar sin el respaldo de Naciones Unidas-, el Pentágono ha contratado a dos empresas que serán las encargadas de pagar las nóminas de los pilotos privados: la pequeña Aviation Unmanned y la fabricante de los propios drones, General Atomics Aeronautical Systems.

La decisión de los militares de Estados Unidos es polémica por cuanto ya hay precedentes de ataques de EEUU realizados utilizando información suministrada por contratistas privados, en los que han sido asesinados civiles que nada tenían que ver con los blancos militares.

Es el caso, por ejemplo, de un bombardeo ejecutado en Afganistán en febrero de 2010, en el que 15 inocentes murieron tras ser bombardeados en base a datos ofrecidos por espías a sueldo de una empresa privada.

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