miércoles, 11 de noviembre de 2015

Los retos militares en el posconflicto




Si las cuentas del Gobierno cuadran bien y los diálogos de paz con las Farc avanzan en la discusión de los temas pendientes, el 23 de marzo de 2016 se firmará un histórico acuerdo.
Por: Redacción Política


Sin embargo, ese será tan sólo el primero de los muchos pasos que habrá que dar en el camino hacia una paz estable y duradera. A partir de esa fecha, el trabajo se concentrará en la implementación y desarrollo de lo pactado, labores en las que no sólo será determinante el trabajo de las entidades del Ejecutivo, sino también el de las Fuerzas Militares.

Ese fue el eje alrededor del cual giró el debate del foro realizado ayer por la Fundación Konrad Adenauer, el Instituto de Ciencia Política y El Espectador, denominado “Una fuerza pública para un país en cambio”. La discusión no es menor y pone sobre la mesa la necesidad de evaluar y determinar la labor que cumplirán militares y policías en ese momento clave y los desafíos a enfrentar en un escenario de posconflicto.

Para Andrés Molano, investigador principal del Instituto de Ciencia Política y profesor de la Universidad del Rosario, aunque los cambios en materia de seguridad se han venido dando de tiempo atrás, la agenda ha estado tan “farcotizada” que no ha permitido ver otro tipo de fenómenos: “La transición exige una transformación en la lógica de respuesta frente a nuevas amenazas y hay temas específicos para pensar en términos de pos-Habana”. Uno de esos temas, según Molano, es la desinstitucionalización que se dará tras la desmovilización de las Farc en las zonas que históricamente habían estado bajo su control. “Las Farc han arbitrado el ejercicio de derechos y mercados; al desaparecer ese agente regulador habrá una desinstitucionalización que podría generar nuevas fuentes de violencia”.




En ese sentido la labor de la Fuerza Pública es determinante, pues, de acuerdo con el experto, exigirá esfuerzos en materia de inteligencia y contrainteligencia para descubrir instrumentos que permitan debilitar las estructuras de las organizaciones criminales que persisten y que podrían ocupar los vacíos de poder.

Pero más allá de los retos tras la firma del acuerdo final, hay quienes señalan que el tema debe pasar primero por una redefinición del rol de las Fuerzas Militares, que cada vez son más divergentes. “Dada la ausencia del Estado, en algunas regiones las labores se fueron recostando cada vez más en los militares. Les entregaron responsabilidades que no son de su naturaleza, relacionadas con control de movilidad, alimentos, combustibles e incluso control de armas”, explicó Daniel Rico, consultor en temas de seguridad, narcotráfico y lavado de activos.

Dicho fenómeno, según indicó, ha permitido además que surjan ventanas de corrupción que plantean un reto evidente: la necesidad de una institucionalidad sólida y bien articulada con la población que permita una transformación real en las regiones.


http://www.elespectador.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario