domingo, 22 de noviembre de 2015

Los jefes del Estado Mayor de Rusia y Francia celebran su primera reunión para coordinar sus ataques en Siria

MARC MARGINEDAS / MOSCÚ


JUEVES, 19 DE NOVIEMBRE DEL 2015 - 17:26 CET

Un año y medio. Este es el lapso de tiempo en que representantes de los ministerios de Defensa ruso y francés no celebraban un encuentro al más alto nivel, debido a las disputassurgidas con Moscú a raíz de la crisis de Ucrania. Pero este jueves, por espacio de una hora y media, el jefe del Estado Mayor de Rusia, Valeri Guerassimov, y su homólogo francés, Pierre de Villiers, se entrevistaron después de que sus respectivos países sufrieran en sus propias carnes sangrientos atentados reivindicados por Estado Islámico que, en total, causaron la muerte a 353 personas.

Guerassimov y de Villiers son dos viejos conocidos, que en el pasado han venido manteniendo una estrecha relación. La conversación, según han apuntado fuentes francesas, ha versado sobre “la evaluación de la situación sobre el terreno” y las modalidades para “unificar las fuerzas que actúan contra el terrorismo internacional”. El último contacto directo se remonta a la primavera del 2014, cuando la crisis de Ucrania ya se había desencadenado y se deterioraron las relaciones entre el Kremlin yOccidente.


DESHIELO NO ES COMPLETO

El deshielo, eso sí, no es aún completo. Las mismas fuentes en París han precisado que sigue existiendo una línea roja para la intensificación de la “coordinación” con el Ejército ruso en Siria: “Francia no debe parecer que está al lado del régimen sirio”. La campaña de bombardeos rusos, que se inició a principios de otoño, había tenido, hasta los últimos días, como objetivo primordial a laoposición al régimen de Damasco en las provincias de Hama eIdleb, mientras que los feudos de los ultrarradicales en Raqqa yDeir Ezzor apenas registraban actividad de la aviación rusa.



Esta situación, en opinión de observadores militares occidentales, parece estar cambiando tras la admisión por parte del Kremlin, el pasado lunes, de que el Airbus A-321 de la compañíaKogalymavia había estallado en pleno vuelo debido a una bomba colocada por la rama local de Estado Islámico en el Sinaí. El mismo martes entraron en acción los bombarderos supersónicos estratégicos TU-160 y TU-22M, de los más modernos con que cuenta la aviación rusa, que, despegando desde territorio ruso, atacaron intensamente objetivos en Raqqa, hasta el momento la capital de Estado Islámico. Según Guerassemov, los aparatos rusos han realizado en las últimas 48 horas un total de 2298 salidas, atacando a 4.111 objetivos.



EXODO DE RAQQA

Esta lluvia de bombas está provocando sustanciales modificaciones sobre el terreno. Cientos de miembros del grupo terrorista Estado Islámico (EI), principalmente dirigentes acompañados de sus familias, se han refugiado en la ciudad iraquí de Mosul huyendo de su feudo sirio de Raqqa tras los recientes bombardeos, según fuentes oficiales y testigos, informa Efe desde Bagdad.



La intensificación de los bombardeos franceses y rusos contra la capital yihadista, en respuesta a los atentados del pasado viernes enParís, ha forzado este precipitado desplazamiento a Mosul, donde los expertos vaticinan que tendrá lugar "la batalla decisiva" contra el EI. La ciudad iraquí contaba con un millón y medio de habitantes, pero tras la ocupación de EI, solamente los musulmanes sunís aceptaron quedarse.



Los cabecillas de la organización yihadista, muchos de ellos extranjeros, llegaron al feudo del EI en Iraq en varias tandas, según ha explicado el jefe del comité de seguridad de la provincia deNínive, cuya capital es Mosul, Mohamed al Bayati.

En Mosul también han buscado recientemente refugio decenas de líderes yihadistas con sus familias procedentes de las provincias iraquíes de Al Anbar y Saladino, blanco de ofensivas de las fuerzas gubernamentales.



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