Un caza C-101 de la Patrulla Águila protagonizó la pasada semana una escena de tensión en el aeropuerto de Murcia. El piloto detectó que el tren de aterrizaje de la aeronave estaba bloqueado y decidió tomar tierra con la panza del aparato. Una acción que algunos militares del Aire consideran heroica y otros temeraria
Los hechos ocurrieron la tarde del pasado 29 de septiembre, hace exactamente una semana, y por fortuna el piloto resultó ileso. Se trataba de un vuelo rutinario de entrenamiento para poner a punto las exhibiciones que la Patrulla Águila tiene previstas para este otoño –incluida la del Desfile del 12 de Octubre en Madrid-.
No funciona el tren de aterrizaje
Tras decidir tomar tierra, el piloto –según fuentes militares, uno de los más expertos de la unidad- detecta un problema en el tren de aterrizaje: está bloqueado y no sale del fuselaje.
El piloto se comunica con la torre de control del aeropuerto de Murcia-San Javier–donde tiene su base el equipo acrobático del Ejército del Aire-. Las autoridades inician el protocolo de emergencia y los bomberos y equipos de seguridad se disponen a lo largo de la pista que se ha cerrado para el aterrizaje de emergencia.
La aeronave reduce drásticamente su velocidad mientras sobrevuela la pista, hasta que la panza del aparato choca contra el suelo. Tras desplazarse durante metros, el C-101 se frena. El piloto sale por su propio pie del caza, totalmente ileso.
Maniobra “heroica” y compleja
Se trata, dicen fuentes del Ejército del Aire, de una maniobra “extremadamente compleja y peligrosa” cuyo resultado en este caso fue positivo: el piloto salió ileso y el caza –que sufrió graves daños- llegó a tierra sin causar más problemas que elcierre del aeropuerto durante el espacio de tiempo que tardaron en retirar todos los componentes que se habían desprendido del caza.
Para algunas de las fuentes consultadas por ECD en el Ejército del Aire, la maniobra es una “heroicidad” digna de un piloto con muchísima experiencia y destreza. Sin embargo, no todos opinan lo mismo.
“Puso su vida en peligro sin necesidad”
Según otras voces, el piloto cometió una grave imprudencia que “puso su vida en peligro cuando no había necesidad alguna, el avión sufrió graves daños igualmente”. Entre quienes no defienden la actuación del piloto se recuerdan otros incidentes similares, aunque con desenlace mucho más trágico como el accidente del Accidente del caza F5 en Talavera la Real (Badajoz).
En aquella ocasión, el piloto y el alférez-alumno que iban a bordo del biplaza de entrenamiento tuvieron un problema técnico y optaron por un aterrizaje de emergencia en vez de eyectarse del aparato. Las consecuencias de la decisión son tristemente conocidas: el instructor falleció y el alférez-alumno quedó gravemente herido.
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