Altos jefes militares estadounidenses distorsionan las valoraciones de los servicios de espionaje y divulgan una visión demasiado optimista sobre la campaña contra el Estado Islámico (EI), señala este miércoles el diario The New York Times.
El Pentágono inició una investigación al respecto, después que un analista de la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA) informó que oficiales del Comando Central, entidad a cargo de las operaciones en el Medio Oriente, manipulaban los informes sobre esta contienda dirigidos al presidente Barack Obama y sus asesores.
Funcionarios no identificados del Departamento de Defensa dijeron al Times que la pesquisa recién abierta se centra en determinar si los militares cambiaron el contenido de los reportes sobre la situación en el terreno emitidos por la DIA y la CIA.
Las supuestas manipulaciones pudieran explicar la razón por la cual varían en ocasiones los pronunciamientos sobre el posible progreso de las acciones de esta guerra, remarca.
En las recientes semanas altos oficiales norteamericanos proporcionaron evaluaciones públicas muy positivas sobre el supuesto resultado de la campaña contra el EI.
A finales de julio, el general retirado John Allen, enviado especial de Obama para coordinar los esfuerzos de la coalición liderada por Washington, aseguró que el impulso de ese grupo terrorista fue neutralizado a nivel táctico, operativo y estratégico.
El coronel Pat Ryder, vocero del Comando Central, afirmó a principios de agosto que la actual situación en Iraq y Siria indica claramente que la iniciativa en esta guerra la tienen Estados Unidos y sus aliados, no las fuerzas del EI.
Sin embargo, las evaluaciones que realizan los servicios de espionaje, en particular la DIA, señalan que los bombardeos apenas debilitaron al EI durante los pasados 12 mesesy en general la campaña hizo muy poco para detener el avance de ese grupo en el norte de África y Asia central, afirma el Times.
Obama autorizó en agosto de 2014 los golpes aéreos contra el EI, que se extendieron en septiembre a territorio sirio sin la anuencia de las autoridades de Damasco.
Además, hay en Iraq unos tres mil 400 militares estadounidenses en tareas de asesoría y entrenamiento a las fuerzas de ese país, pero la Casa Blanca descarta enviar grandes unidades de tropas terrestres por temor a involucrar al país en un conflicto prolongado.
Los críticos de la estrategia de Obama argumentan que la campaña aérea por sí sola, sin la participación significativa de agrupaciones de infantería, tiene pocas posibilidades de debilitar al grupo terrorista.
Washington y sus aliados han llevado a cabo alrededor de cinco mil ataques aéreos contra agrupaciones del EI en Siria e Iraq, a un costo que rebasa los tres mil millones de dólares, desde el inicio de las acciones bélicas en agosto del año pasado.
(Con información de Prensa Latina)
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