Unos documentos sueltos por la cabina habrían sido la causa del accidente del avión de combate F-16 griego en la base aérea de Los Llanos –Albacete-.
El informe de la comisión de investigación creada para esclarecer los hechos ha sido hecho público por el Gobierno francés. En él se expone que la posición del compensador –el dispositivo que controla el timón de cola- sufrió una “modificación accidental” por el roce de algún objeto: "el informe no aclara la causa del desplazamiento inadvertido del interruptor a una posición incorrecta, pero una de las posibilidades podría haber sido un objeto que estuviera suelto en el interior de la cabina", explica el Ejército del Aire. Los problemas de estabilidad resultantes habrían provocado la tragedia.
Sin embargo, el informe admite que la posición de la rueda hacia la derecha debería haber sido detectada en el chequeo previo al despegue, efectuado 20 minutos antes. Las ayudas a lanavegación y las comunicaciones funcionaron correctamente. "Tras el despegue, el ángulo incorrecto de compensación afectó de manera inmediata a la aerodinámica del caza. Además se añadieron otros factores críticos como que fuera un avión biplaza, el peso al despegue, la configuración asimétrica del avión, tanques de combustible externos llenos y un viento cruzado de 7,8 nudos, elementos que produjeron una situación tan inusual como peligrosa", continúa el Ejército del Aire en su comunicado.
La comisión de investigación ha estado presidida por Grecia, y en ella han participado España, Francia, Alemania, Italia y EE.UU.
El accidente del F-16 representa la mayor catástrofe sufrida por la OTAN en tiempo de paz. El aparato se estrelló sólo 7,8 segundos después de despegar, estrellándose contra el hangar donde los demás aviones del Programa de Liderazgo Táctico –TLP- de la Alianza esperaban su turno. Murieron 11 militares, 17 quedaron gravemente heridos y 16 sufrieron heridas leves.
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