Los ministros de Exteriores y Defensa de los 28 han dado luz verde, este lunes en Bruselas, a una misión naval contra las mafias que transportan inmigrantes de manera ilegal en el Mediterráneo. La misión debería estar lista en junio y servirá para capturar o desviar los barcos sospechosos, como ha explicado la alta representante europea Federica Mogherini: “El punto fundamental no es tanto la destrucción de los barcos, sino la destrucción del modelo de negocio de los traficantes”.
En esta reunión algunos ministros han vuelto a mostrar su oposición con el sistema de cuotas para distribuir a los inmigrantes, como ha dicho el titular español de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo: “No estoy de acuerdo con los criterios que se han manejado, hay que darle otra vuelta a ese tema para fijar la capacidad de un Estado”.
Y según estos criterios de la Comisión, la tasa de paro cuenta solamente un 10%. El ministro italiano, Paolo Gentiloni, se ha mostrado optimista: “Espero un debate duro antes de la próxima reunión de ministros europeos de Justicia y Asuntos de Interior, un debate difícil pero la agenda de la Comisión es buena. Es un buen paso adelante. Y en cuanto a la distribución de la gente que llega, podemos obtener buenos resultados”.
Según el proyecto que Ejecutivo comunitario presentó la semana pasada, España debería acoger a algo menos de 1.600 refugiados de los que podrían venir a Europa y al 9% de los que la Unión Europea decida repartir dentro del continente.
Por Marta Vivas Chamorro
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