Cinco días después de que el mariscal Abdelfatah Al Sisi visitase por primera vez Madrid, el ministro español de Defensa, Pedro Morenés, ha firmado hoy un acuerdo de cooperación militar con su homólogo egipcio, Sedki Shobi. El acuerdo incluye consultas políticas regulares y cooperación en campos como la enseñanza castrense, el adiestramiento o la tecnología de Defensa. Pese a las restricciones a la venta de material antidisturbios impuestas por la UE tras el golpe de Estado de julio de 2013, Egipto es uno de los mejores clientes de la industria militar española: ha comprado ya 20 aviones de transporte C-295 y planea duplicar su pedido. El acuerdo, cuya negociación estaba paralizada desde hace más de una década, servirá de paraguas para estas ventas y facilitará el tránsito de aviones españoles hacia Yibuti o Somalia, donde cuenta con destacamentos de tropas.
Precisamente, Morenés ha hecho escala en El Cairo –convirtiéndose en el primer ministro de Defensa español que visita Egipto en 25 años—camino de Yibuti, base de la Operación Atalanta de la UE de lucha contra la piratería en el Índico. Morenés asistirá hoy al relevo del mando de Atalanta, que ejercerá por quinta vez desde su inicio en 2009 un militar español: el contraalmirante Alfonso Gómez Fernández de Córdoba. España contribuye a la operación con el barco de asalto anfibio Galicia, que actúa como buque de mando y va equipado por vez primera cuatro aviones no tripulados (UAV), y el patrullero oceánico Infanta Cristina –que relevará al Buque de Acción Marítima (BAM) Rayo--, así como un avión de patrulla marítima CN-235, con unos 400 efectivos en total.
El dispositivo militar, junto a la incorporación de equipos de seguridad privada en mercantes y pesqueros, ha conseguido limitar la piratería en las costas de Somalia. Desde mayo de 2012 ningún barco ha sido secuestrado, aunque todavía siguen en poder de los piratas 30 rehenes.
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