domingo, 9 de noviembre de 2014

Muallim: esperamos recibir pronto el S-300 y otras armas avanzadas rusas



Desde que Washington creó la coalición internacional contra el EI, la situación en Siria y la región se ha convertido en más ambigua y borrosa. La posición de Siria ha sido la de aceptar los ataques aéreos de EEUU contra el grupo terrorista como un hecho consumado, mientras que Irán continúa poniendo objeciones a los mismos y Rusia los critica con dureza.

El ministro de Exteriores sirio, Walid al Muallim, que normalmente sopesa sus palabras con cuidado, habló sin reservas y al final de la entrevista me dijo: “Publica lo que veas conveniente de lo que te he dicho. Te dejaré a ti juzgar la situación”.

Al final, logré un completo entendimiento de cómo actúa la política siria. Ella opera en todas las circunstancias siguiendo los propios criterios y tradiciones de Siria, en base al hecho de que se trata de un estado fundamental en la región.

En este punto, la prioridad es derrotar al terrorismo en Siria.

Muallim, que ha sido objeto de una reciente intervención quirúrgica, ha recuperado parte de su vitalidad, juventud y humor. Su visión es panorámica, sin filtros ni retoques, y no hay espacio para la ira, la emoción, la impulsividad o la debilidad. Él establece sus prioridades con cuidado y maneja los asuntos internacionales con destreza. Él pierde en algunas ocasiones para ganar en otras y procede con precaución y confianza hacia el objetivo.

Preguntamos a Muallim sobre su relación con su homólogo ruso, Serguei Lavrov. Ella va más allá de lo político y lo profesional a lo personal, dijo. Ellos son amigos en todo el sentido de la palabra y “somos cándidos el uno con el otro y nunca nos abstenemos de realizar criticas -de forma amistosa, por supuesto- cuando y donde es apropiado. En su más reciente encuentro, Muallim expresó abiertamente su desacuerdo a sus amigos rusos en lo que respecta al uso de la expresión diplomática rusa “nuestros socios occidentales”. “Ellos no son los socios de Rusia, sino sus enemigos”. Esto refleja la profundidad de la relación histórica entre Damasco y Moscú.

Las relaciones ruso-sirias, como se demostró durante los años de crisis y guerra, son excelentes y especiales. Damasco es diferente de los otros amigos de Rusia porque no utiliza esta relación para chantajear a Occidente. Más bien, Siria, desde el punto de visto cultural y emocional, se inclina hacia los rusos, que ven, por su parte, al país árabe no sólo como un aliado sino como parte de la familia.

Rusia debe su fe ortodoxa, que es uno de los componentes claves de su identidad nacional, a Siria. Rusia debe también a Siria, al igual que Irán, su resurgimiento regional e internacional, que no habría sido posible a corto plazo sin la resistencia siria.

La diplomacia siria descansa en un sólido terreno representado por la resistencia de la república y la fuerza de su Ejército sin caer por ello en la arrogancia o el aventurerismo. Sus actuales prioridades son gestionar todos los asuntos, mantener una resistencia continuada, proteger a Siria de una agresión y asegurar más armas para su Ejército.

Damasco ha dejado claro a sus aliados, Rusia e Irán, cuál es su posición con respecto a los ataques de la coalición liderada por EEUU contra el EI. La coalición puso a Siria frente a dos opciones. La primera era rechazar estos ataques -sin ser capaz de traducir esta posición en una acción militar exitosa-, lo cual habría dado a los halcones de la Administración estadounidense y a los aliados regionales de Washington el pretexto que buscaban para lanzar una guerra contra Siria. “Y no les daremos esta excusa”, dijo Muallim. La segunda opción era la aceptación política de estos ataques, lo cual contradiría “nuestra postura sobre la soberanía y nuestra visión política”.

De este modo, fuimos a por la tercera opción, dijo Muallim, que es “la aceptación realista”, sin oponernos a estos ataques, pero tampoco darles un apoyo político. “No existe una coordinación o un acuerdo entre nosotros y los norteamericanos. Ellos nos notificaron directamente a través de nuestro embajador en la ONU, Bashar Yaafari, e indirectamente a través de Bagdad y Moscú que la coalición atacaría exclusivamente al EI y que no emprendería ninguna acción contra el Ejército sirio. ¿Confiamos en esta promesa? De momento somos conscientes de que el presidente de EEUU, Barack Obama, por razones internas, quiere evitar una guerra con Siria y quiere intervenir únicamente contra el EI a través de los ataques aéreos. Nos beneficiamos de esto, pero no sabemos como actuará Obama bajo una creciente presión, que será mayor después de que los republicanos hayan obtenido una mayoría en el Congreso. De este modo, tenemos que estar preparados. Esto es lo que hemos explicado con franqueza a los rusos y les hemos pedido que nos suministren armas avanzadas.

Al Akhbar: ¿Quiere decir los S-300?

Walid Muallem: Si, y otras armas avanzadas que permitirían al Ejército sirio hacer frente a los desafíos que se encuentran ante nosotros.

¿Han recibido los S-300?

No, pero recibiremos éstas y otras armas avanzadas en un tiempo razonable. Las compañías de defensa rusas operan bajo una burocracia lenta, pero el asunto principal va a resolverse rápidamente, es decir, la aprobación política del Kremlin. Esto puede ocurrir muy pronto.

¿Han aprobado los rusos un préstamo de 1.000 millones de dólares?

No hemos pedido tal préstamo. No sé cual es la fuente de esta información, pero no es cierta. Tenemos suficientes facilidades de crédito de nuestros aliados iraníes. Lo que hemos pedido, y que ha sido recibido con comprensión y aceptación por parte de los rusos, es algo más importante que el préstamo: una serie de acuerdos económicos y comerciales que darán un impulso a la economía siria, reforzarán nuestra resistencia y ayudarán a nuestra reconstrucción.

¿Cómo valoran las posturas de Rusia e Irán?

Los rusos y los iraníes han adoptado posturas firmes frente a la coalición liderada por EEUU. Estamos complacidos por tales posturas y queremos que se mantengan porque sirven para contrarrestar las tendencias agresivas de Occidente.

¿Esperan una agresión militar turca? ¿Se opondrían a ella?

Nuestra decisión estratégica es oponernos por medios militares a cualquier agresión turca. Esperamos tener, tan pronto como sea posible, armas avanzadas que aseguren que somos capaces de rechazar tal agresión. Sin embargo, no vemos ahora la posibilidad de una agresión de Turquía contra Siria en un futuro previsible. Las condiciones turcas para una intervención en Siria son todavía rechazadas por Washington.

Además, tal intervención no es aprobada por Arabia Saudí, el principal rival de Turquía en el otro campo. Este campo está plagado de contradicciones de las cuales nos beneficiamos. Además, la situación interna en Turquía es muy frágil debido a una posible rebelión kurda. La firmeza de nuestros compatriotas kurdos en Ain al Arab ha frustrado la política de Erdogan y ha dado al presidente Obama, por otra parte, un argumento para su campaña aérea. La postura turca en el asalto del EI contra Ain al Arab ha llevado a que los kurdos de todas partes se unan en contra del gobierno de Erdogan.

Los kurdos de Turquía, donde son unos 15 millones, están alineándose detrás del liderazgo de Abdullah Ocalan, así como también los kurdos de Iraq. Con cada día de resistencia adicional en Ain al Arab, Massud Barzani y su aliado, Erdogan, pierden.

¿Pero dónde se sitúa Damasco en la batalla de Ain al Arab?

Ain al Arab es siria. Sus ciudadanos son sirios. Hemos suministrado ayuda, armas y municiones y continuaremos haciéndolo. Antes de que los norteamericanos iniciaran sus ataques aéreos, la Fuerza Aérea siria llevó a cabo ataques diarios contra las concentraciones del EI alrededor de Ain al Arab. Sin embargo, esto tuvo que parar porque no había coordinación con los norteamericanos.

¿Es Salih Muslim, el líder del Partido Democrático Kurdo Sirio, un separatista?

No, él no es un separatista. El partido ha establecido una administración de autogobierno en las áreas kurdas atrapadas por la guerra. Muslim ha estado dispuesto a que esta administración no sea exclusivamente kurda e incluya a las tribus árabes de la zona. Las áreas kurdas de Siria, como Hasakah, Manbiy y Ain al Arab, no puede independizarse porque son geográficamente dispersas y son también hogar de otras comunidades. Además, no permitiremos ni reconoceremos ninguna secesión en Siria. Siria tiene un mosaico de componentes étnicos, religiosos y regionales y la aprobación de cualquier tipo de separatismo llevaría a una fragmentación del Estado. Esto nunca ocurrirá. La alternativa es un estado laico, nacional y con varios componentes y culturas representados en un solo marco, que puede ser desarrollado democráticamente en línea con la posición regional y las alianzas de Siria.

¿Qué puede decirnos sobre la alianza sirio-iraní?

Cualquier planteamiento contra esta alianza en Irán es algo inaceptable para el Imam Ali Jamenei y su esfera. Los posibles obstáculos provienen de la esfera liberal. Cada vez que esto ocurre, el Imam, el Parlamento y los Guardianes de la Revolución deciden el asunto en favor de Siria. Irán nos ha suministrado, y continúa haciéndolo, las armas que necesitamos así como las municiones fabricadas en ese país. Además, Teherán nos apoya política, económica y financieramente. Estamos agradecidos por este apoyo y confiamos en que continuará y con él el entendimiento por parte del liderazgo iraní de la importancia de su alianza con Siria. En algunas ocasiones , algunos políticos iraníes no aprecian esta importancia. En mis conversaciones con el ministro de Exteriores iraní, Yavad Zarif, yo le dije claramente: la resistencia de Siria es lo que os permite negociar con Occidente sobre el tema nuclear desde una posición de fuerza.

¿Supone eso que los conservadores religiosos en Irán son los más estrechos aliados de Siria?

Por supuesto, porque ellos son conscientes de los intereses estratégicos iraníes y están libres de las tendencias pro-occidentales.

¿Han ellos presionado a Siria para que cambie su postura hacia Hamas?

No. Eso no ha ocurrido. Nuestra postura hacia Hamas y los Hermanos Musulmanes es clara y es bien conocida por nuestros aliados. No es objeto de debate.

Esta postura común entre Egipto y Siria ¿No abre la puerta a una reconciliación?

En lo que respeta a Egipto, nosotros apoyamos al Estado y a sus Fuerzas Armadas, sin ninguna ambigüedad, frente a la violencia, el terrorismo y el extremismo religioso. Siria y Egipto, a nivel estratégico, están en la misma trinchera, pero la postura del liderazgo egipcio con respecto a Siria, a pesar de su carácter positivo, todavía no está al nivel que requiere el desafío común. Esperamos que esto cambie pronto. Comprendemos las presiones a las que hace frente El Cairo, en especial en el terreno económico, y la necesidad que tiene del apoyo saudí, pero queremos que Egipto recupere su pleno rol en el mundo árabe y esto comienza con Siria.

¿Es posible una reconciliación con Arabia Saudí?

La postura saudí sobre los Hermanos Musulmanes está enmarcada en su conflicto con Qatar y Turquía. Sin embargo, este país continúa apoyando a los grupos terroristas e incitando contra Siria y su presidente Bashar al Assad. Esta política es aventurera y acabará volviéndose contra la propia Arabia Saudí.

¿Es la postura de Arabia Saudí más extremista que la de EEUU como consecuencia del odio ciego? ¿Es esto porque el presidente Assad describió a sus líderes, después de la guerra de 2006 de Israel contra el Líbano, como “medio hombres”?

Es posible. Sin embargo, yo recuerdo que el rey Abdulá visitó Damasco después de aquel famoso discurso y acompañó al presidente Assad al Líbano. Arabia Saudí es hotil hacia nosotros debido a nuestras políticas independientes hacia el Líbano e Iraq. Ellos creen que estas políticas socavan su influencia regional. Además, el continuo crecimiento de las relaciones entre Siria e Irán irrita a Riad y le empuja a actuar en contra de Siria.

¿Significa esto que si se produjera un acercamiento entre Irán, Occidente y Arabia Saudí podría ser conseguida esta reconciliación?

Nosotros no desperdiciaremos ninguna oportunidad para detener la guerra contra Siria y asegurar la seguridad de los sirios. Sin embargo, son aquellos que están pagando el precio de su sangre los que decidirán la política de Siria al final. Ésta es una realidad política que la guerra ha producido. No es posible manejar la política siria sin la aprobación de la opinión pública nacional. Los sirios tienen una cierta postura hacia Arabia Saudí por su financiación y apoyo a los grupos terroristas. Lo mismo sucede con respecto a Qatar.

¿Ha habido algún intento de Qatar dirigido a la reconciliación?

Sí, pero lo hemos rechazado. El pueblo sirio no aceptará esta reconciliación. Si Qatar quiere la reconciliación entonces debe tomar la iniciativa y detener su apoyo al terrorismo y detener su campaña contra Siria.


Nahed Hattar – Al Akhbar


http://www.almanar.com.lb/spanish/

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