En lo que constituye una nueva prueba de que Siria es también el campo de batalla de Irán, mercenarios afganos fueron detenidos por el Ejército Libre en Alepo, muy lejos de su tierra natal, según un reporte de la cadena de noticias CNN.
Las detenciones de esta fuerza irregular que lucha contra el régimen de Bashar Al Assad frecuentemente encuentran en el frente de batalla a combatientes enemigos con diferentes nacionalidades. Hasta cubanos, según confirmaron a Infobae desde la frontera entre Turquía y Siria.
Ahora, un mercenario afgano en Alepo confesó que es Irán el estado que financia su viaje, sus armas y su paga total. "Mi nombre es Sayed Ahmad Hussaini. Los iraníes le pagan a personas como yo para venir aquí y luchar. Soy de Afganistán y soy inmigrante en Irán. Los iraníes nos trajeron a Siria a combatir", señala el prisionero al corresponsal de la CNN. "No quiero luchar más", dice -con cierta lógica- desde la celda en la que está prisionero de los rebeldes.
La paga que le ofrece el régimen iraní no es para nada despreciable para un hombre que no tiene otro trabajo y es inmigrante en tierra persa: 500 dólares por mes. Previamente, las fuerzas armadas iraníes lo entrenaron. Cuenta que idéntica situación atraviesan miles de afganos que están sin trabajo y sin futuro y viven como inmigrantes en tierra hostil.
AP
Otro reportero de la misma cadena de noticias llegó hasta el Este de Afganistán para buscar en el campo si existían agentes iraníes reclutando mercenarios. Pudo comprobar que efectivamente eso ocurría. Al menos cuatro hombres fueron llevados con sus cabezas cubiertas hasta un campo de entrenamiento donde recibieron la instrucción necesaria. Ahora esperan instrucciones o un destino donde pelear. Su paga era similar a la del prisionero en Siria: entre 500 y mil dólares cada 30 días.
"Antes de esto éramos parte del talibán en Afganistán, pero luego de nuestros desacuerdos surgieron tensiones entre nosotros y dejamos al Talibán y fuimos a Irán. Vamos allí a pelear. O nos matarán o volveremos a casa con nuestro salario que los iraníes nos prometieron", cuenta un combatiente al periodista.
Reportes de los últimos meses dan cuenta de varios afganos que han muerto en manos de los rebeldes sirios. Cinco de ellos fueron enterrados en la ciudad iraní de Qum, el mes pasado. Sus nombres: Issa Hosseini, Raaouf Shaabani, Gholam Mohammad Ahmadi, Mustafa Khademi and Hadi Salimi. Las pruebas de la intromisión de Irán en Siria también guarda relación con la muerte de un alto oficial del régimen de Hasan Rohani. Irán desmintió la versión difundida por la oposición a Al Assad.
AFP
Las detenciones de esta fuerza irregular que lucha contra el régimen de Bashar Al Assad frecuentemente encuentran en el frente de batalla a combatientes enemigos con diferentes nacionalidades. Hasta cubanos, según confirmaron a Infobae desde la frontera entre Turquía y Siria.
Ahora, un mercenario afgano en Alepo confesó que es Irán el estado que financia su viaje, sus armas y su paga total. "Mi nombre es Sayed Ahmad Hussaini. Los iraníes le pagan a personas como yo para venir aquí y luchar. Soy de Afganistán y soy inmigrante en Irán. Los iraníes nos trajeron a Siria a combatir", señala el prisionero al corresponsal de la CNN. "No quiero luchar más", dice -con cierta lógica- desde la celda en la que está prisionero de los rebeldes.
La paga que le ofrece el régimen iraní no es para nada despreciable para un hombre que no tiene otro trabajo y es inmigrante en tierra persa: 500 dólares por mes. Previamente, las fuerzas armadas iraníes lo entrenaron. Cuenta que idéntica situación atraviesan miles de afganos que están sin trabajo y sin futuro y viven como inmigrantes en tierra hostil.
AP
Otro reportero de la misma cadena de noticias llegó hasta el Este de Afganistán para buscar en el campo si existían agentes iraníes reclutando mercenarios. Pudo comprobar que efectivamente eso ocurría. Al menos cuatro hombres fueron llevados con sus cabezas cubiertas hasta un campo de entrenamiento donde recibieron la instrucción necesaria. Ahora esperan instrucciones o un destino donde pelear. Su paga era similar a la del prisionero en Siria: entre 500 y mil dólares cada 30 días.
"Antes de esto éramos parte del talibán en Afganistán, pero luego de nuestros desacuerdos surgieron tensiones entre nosotros y dejamos al Talibán y fuimos a Irán. Vamos allí a pelear. O nos matarán o volveremos a casa con nuestro salario que los iraníes nos prometieron", cuenta un combatiente al periodista.
Reportes de los últimos meses dan cuenta de varios afganos que han muerto en manos de los rebeldes sirios. Cinco de ellos fueron enterrados en la ciudad iraní de Qum, el mes pasado. Sus nombres: Issa Hosseini, Raaouf Shaabani, Gholam Mohammad Ahmadi, Mustafa Khademi and Hadi Salimi. Las pruebas de la intromisión de Irán en Siria también guarda relación con la muerte de un alto oficial del régimen de Hasan Rohani. Irán desmintió la versión difundida por la oposición a Al Assad.
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