© RIA Novosti Vitaliy Ankov
La nueva clase de destructores de la Armada rusa, prevista para el año 2023, contará con los complejos antiaéreos rusos de la nueva generación S-500. La función de las naves será el asalto y la defensa antiaérea de las flotas rusas.
Las Fuerzas Navales Rusas contemplan encargar 12 destructores de clase perspectiva Líder para reforzar las flotas del Norte y del Pacífico rusas, informa 'Rossiyskaya Gazeta'. El destructor será diseñado a partir de energía nuclear o energía de turbina de gas, dependiendo de la decisión del las citadas fuerzas, que, por el momento, no descartan el uso de ambos diseños en paralelo.
Debido a la complejidad del proyecto, está previsto que las nuevas naves Líder sean una realidad para años 2023-2025. Las armas principales del destructor serán los misiles de crucero de alta precisión Calibre y Ónice, capaces de impactar contra sus blancos a una distancia de unos 300 kilómetros. Además, el buque de guerra contará con dos complejos de torpedos, sistemas de artillería de calibre 130 milímetros y dos helicópteros.
Respecto a las capacidades de defensa de los destructores, el elemento clave del Líder será el famoso complejo ruso S-500 adaptado para uso naval y dotado de una variedad de misiles, incluidos hipersónicos antiespaciales capaces de derribar satélites. Entre otras medidas de defensa destacan los complejos de defensa cercana y las versiones marítimas de los complejos de medio alcancePántsir-M.
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