domingo, 19 de octubre de 2014

Las tropas ucranianas se pudren sin comida ni municiones frente al ejército ruso



La escasez de municiones y alimentos figuran entre los motivos por los que las tropas ucranianas huyeron de algunas batallas antes de que se disparara un solo tiro, según ‘Los Angeles Times’. A eso se suman dos décadas de corrupción y despilfarro dentro de Ucrania y dentro del alto mando militar.

Uno de los ejemplos más típicos de operaciones perdidas por estos motivos, en opinión de los periodistas, es la retirada de las afueras de la ciudad de Ilováisk, en la provincia de Donetsk. Otro es la quema de decenas de vehículos blindados enviados en dos columnas militares para cortar el acceso de las milicias populares de Donbass a la frontera con Rusia, unos vehículos que se quedaron sin combustible ni provisiones a medio camino. En este último caso parte de los militares rodeados se dirigieron a los pasos fronterizos para buscar refugio en territorio ruso.

“Si los aliados occidentales de Kiev hubieran proporcionado armamento más sofisticado a Ucrania, un país que no es miembro de la OTAN […], esas armas no habrían podido ser integradas en los obsoletos arsenales de diseño soviético [...] ni en las flotas sin una modernización masiva y costosa”, dijo al periódico Vladímir Grek, un exdiseñador de armas ucraniano.

Según la estimación del experto, consultado por el diario, Ucrania necesita invertir al menos 5.000 millones de dólares al año para actualizar las capacidades de su Defensa. “Necesitamos pasar nuestro complejo industrial militar al régimen de guerra, con una producción de 24 horas al día, para que nuestro Ejército pueda tener nuevas armas lo antes posible”, agregó.

Kiev desembolsó el año pasado 1.900 millones de dólares para la manutención de sus Fuerzas Armadas, pero solo el 10% de esta cifra montante se gastó en entrenamientos y modernización de armamento. Sin los pertinentes gastos y su distribución apropiada no ha de sorprender la baja moral de los militares.

‘Los Angeles Times’ cita las palabras de un soldado ucraniano que explicó bajo condición de anonimato ante el temor de ser perseguido por las autoridades el porqué de la deserción masiva del frente de la batalla en las afueras de Ilováisk.

“No teníamos comida caliente. Comíamos los ranchos en frío y, cuando se agotaron, fuimos a buscar algo en los campos”, dijo el soldado, de 21 años. Fue su comandante quien le aconsejó irse y le dio permiso para no volver, pues consideraba que no hay “ninguna razón para morir por un país que no se hace cargo” de sus soldados.

VLCNoticias|Redacción

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