En la ofensiva contra los terroristas en Siria, EE.UU. lanzó 47 misiles desde dos buques y utilizó por primera vez aviones de combate F-22 «Raptor»
El crucero «Philippine Sea» lanza misiles «Tomahawk» desde el golfo Pérsico
Con árabes, por mar y aire. Este podría ser uno de los lemas fáciles para presentar el «cóctel» de ataques militares empleado por el Pentágono en el arranque de su ofensiva contra los bastiones principales del Estado Islámico en Siria, con su «capital de facto» Raqqa a como principal objetivo.
Aviones de combate F-15 «Strike Eagle» y F-16 «Fighting Falcon» (Arabia Saudí, Jordania, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos), avión de reabastecimiento en vuelo C-130J «Supér Hércules» (Catar), cazas F-18 «Hornet» y «Super Hornet» lanzados desde el portaaviones estadounidense «George H. W. Bush», aviones no tripulados MQ-1 «Predator» y MQ-9 «Reaper» (armados con misiles o para labores de reconocimiento) desde bases de EE.UU. en la zona y el uso del caza F-22 «Raptor» –primera vez que se despliega en una misión de combate– son algunos de los componentes de la maquinaria de guerra lanzada por EE.UU. y secundada por sus aliados militares árabes contra el autodenominado «califato islámico».
Ideado en la Guerra Fría
Pero si hay un arma que ha vuelto a ser protagonista en el inicio de un ataque de EE.UU. esa ha sido el misil de crucero guiado «Tomahawk», lanzado este martes hasta en 47 ocasiones por la US Navy desde el destructor «Arleigh Burke» y el crucero «Philippine Sea», según informó el Mando Central estadounidense.
El «Tomahawk» –que debe su nombre al hacha de guerra utilizada por los nativos norteamericanos– es un misil de crucero de largo alcance que puede ser lanzado desde un submarino, un buque destructor o crucero.
Tiene un alcance de entre 1.600 y 1.800 kilómetros, por lo que puede lanzarse desde un buque fondeado en aguas internacionales, como ha sido el caso del «Arleigh Burke» (mar Rojo) y el «Philippine Sea» (al norte del golfo Pérsico).
El «Tomahawk» fue un misil guiado diseñado en plena Guerra Fría por la compañía estadounidense General Dynamics en la década de los 70. Ahora lo fabrica la empresa Raytheon, después de adquirir la división de misiles de General Dynamics en 1997.
Se guía por GPS y se le pueden asignar 16 objetivos En el panorama balístico Raytheon fue reconocido en 1991 por sus archiconocidos misiles «Patriot» que frenaron a los iraquíes «Scud» durante la Guerra del Golfo. Actualmente esta empresa con sede en Waltham (estado de Massachusetts) es la tercera más importante de la industria armamentística estadounidense, solo superada por las principalmente aeronáuticas Lockheed Martin y Boeing.
El «Tomahawk» es un misil al que se le pueden asignar 16 objetivos predeterminados y que se guía por GPS, pudiéndose reconfigurar en el último momento el objetivo de este misil.
Su última versión («Tomahawk» Block IV) incluye la posibilidad de navegarlo sobre el teatro de operaciones sin rumbo a la espera de fijar el objetivo en el momento preciso a través de los datos y señales recibidos con dos satélites. Raytheon informa que en 2013 entregó a la Armada estadounidense la unidad 3.000 de este Block IV.
Más de 2.000 misiles «Tomahawk» han sido utilizados en los diferentes escenarios bélicos en los que ha tenido presencia, aseguran desde la empresa armamentística de EE.UU. que emplea a unos 63.000 trabajadores y con unas ventas de 24.000 millones de dólares en 2013.
En la guerra contra Gadafi
Uno de los últimos conflictos en el que tuvo su protagonismo el «Tomahawk» fue el de la guerra en Libia en 2011 que acabó con el derrocamiento del dictador Muamar Gadafi. Fue empleado desde submarinos principalmente, algo que tampoco hay que descartar en este caso, pues nunca se revela el empleo de ese arma estratégica de disuasión.
Este misil tiene entre 5-6 metros de longitud y medio metro de diámetro. Es capaz de transportar 450 kilogramos de explosivo convencional.
El crucero «Philippine Sea» lanza misiles «Tomahawk» desde el golfo Pérsico
Con árabes, por mar y aire. Este podría ser uno de los lemas fáciles para presentar el «cóctel» de ataques militares empleado por el Pentágono en el arranque de su ofensiva contra los bastiones principales del Estado Islámico en Siria, con su «capital de facto» Raqqa a como principal objetivo.
Aviones de combate F-15 «Strike Eagle» y F-16 «Fighting Falcon» (Arabia Saudí, Jordania, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos), avión de reabastecimiento en vuelo C-130J «Supér Hércules» (Catar), cazas F-18 «Hornet» y «Super Hornet» lanzados desde el portaaviones estadounidense «George H. W. Bush», aviones no tripulados MQ-1 «Predator» y MQ-9 «Reaper» (armados con misiles o para labores de reconocimiento) desde bases de EE.UU. en la zona y el uso del caza F-22 «Raptor» –primera vez que se despliega en una misión de combate– son algunos de los componentes de la maquinaria de guerra lanzada por EE.UU. y secundada por sus aliados militares árabes contra el autodenominado «califato islámico».
Ideado en la Guerra Fría
Pero si hay un arma que ha vuelto a ser protagonista en el inicio de un ataque de EE.UU. esa ha sido el misil de crucero guiado «Tomahawk», lanzado este martes hasta en 47 ocasiones por la US Navy desde el destructor «Arleigh Burke» y el crucero «Philippine Sea», según informó el Mando Central estadounidense.
El «Tomahawk» –que debe su nombre al hacha de guerra utilizada por los nativos norteamericanos– es un misil de crucero de largo alcance que puede ser lanzado desde un submarino, un buque destructor o crucero.
Tiene un alcance de entre 1.600 y 1.800 kilómetros, por lo que puede lanzarse desde un buque fondeado en aguas internacionales, como ha sido el caso del «Arleigh Burke» (mar Rojo) y el «Philippine Sea» (al norte del golfo Pérsico).
El «Tomahawk» fue un misil guiado diseñado en plena Guerra Fría por la compañía estadounidense General Dynamics en la década de los 70. Ahora lo fabrica la empresa Raytheon, después de adquirir la división de misiles de General Dynamics en 1997.
Se guía por GPS y se le pueden asignar 16 objetivos En el panorama balístico Raytheon fue reconocido en 1991 por sus archiconocidos misiles «Patriot» que frenaron a los iraquíes «Scud» durante la Guerra del Golfo. Actualmente esta empresa con sede en Waltham (estado de Massachusetts) es la tercera más importante de la industria armamentística estadounidense, solo superada por las principalmente aeronáuticas Lockheed Martin y Boeing.
El «Tomahawk» es un misil al que se le pueden asignar 16 objetivos predeterminados y que se guía por GPS, pudiéndose reconfigurar en el último momento el objetivo de este misil.
Su última versión («Tomahawk» Block IV) incluye la posibilidad de navegarlo sobre el teatro de operaciones sin rumbo a la espera de fijar el objetivo en el momento preciso a través de los datos y señales recibidos con dos satélites. Raytheon informa que en 2013 entregó a la Armada estadounidense la unidad 3.000 de este Block IV.
Más de 2.000 misiles «Tomahawk» han sido utilizados en los diferentes escenarios bélicos en los que ha tenido presencia, aseguran desde la empresa armamentística de EE.UU. que emplea a unos 63.000 trabajadores y con unas ventas de 24.000 millones de dólares en 2013.
En la guerra contra Gadafi
Uno de los últimos conflictos en el que tuvo su protagonismo el «Tomahawk» fue el de la guerra en Libia en 2011 que acabó con el derrocamiento del dictador Muamar Gadafi. Fue empleado desde submarinos principalmente, algo que tampoco hay que descartar en este caso, pues nunca se revela el empleo de ese arma estratégica de disuasión.
Este misil tiene entre 5-6 metros de longitud y medio metro de diámetro. Es capaz de transportar 450 kilogramos de explosivo convencional.
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