lunes, 4 de agosto de 2014

El argumento a favor del gasto en armas

reducciones en los gastos, varios países están disminuyendo las compras
The Economist | Especiales
EE.UU. está buscando contratos que le permitan ahorros en las compras de armas. EFE / END


La estrella del espectáculo estuvo ausente en los cielos por encima de la Feria Aérea de Farnborough, la mayor reunión aeroespacial de Europa, que comenzó el 14 de julio.

El caza F-35, que iba a hacer su primera aparición fuera de Estados Unidos, ha estado en tierra después de un incendio en su motor. No alzar el vuelo cuando se espera es un rasgo del jet de Lockheed Martin, por supuesto. Está años rezagado y estratosféricamente por encima de lo presupuestado. Su ausencia fue un motivo de vergüenza para Lockheed, pero, de nuevo, su presencia habría recordado a los funcionarios de defensa que andaban comprando equipo en Farnborough el tipo de programa complejo y costoso que quieren evitar suscribir en el futuro.

Los fabricantes de armas pasan por un periodo de austeridad. Algunos grandes contratos, como aquellos para producir bombarderos, aviones de entrenamiento y drones, aún están disponibles en Estados Unidos, el país que más gasta en el mundo, pero incluso el Gobierno estadounidense y otros del mundo rico, que pasan apuros para frenar sus déficits, se están esforzando más por conseguir lo máximo por el menor precio.

Los ingresos de 17 de los 20 principales fabricantes de armas estadounidenses se contrajeron en 2013.

GUERRAS COSTOSAS

Las guerras encabezadas por Estados Unidos en Afganistán y en Irak habían ayudado a elevar el gasto mundial a un récord de US$1.7 billones en 2008. Desde entonces, según Jane’s, la ampliamente respetada firma de consultoría militar, se ha desplomado en US$100,000 millones.

La buena noticia para los fabricantes de armas es que lo peor probablemente ya pasó. El Congreso de Estados Unidos ha revertido parcialmente los recortes automáticos que había impuesto para hacer frente a un déficit creciente.

En Europa, la tasa de declinación se está desacelerando. La creciente riqueza en las economías emergentes y las nuevas amenazas en Siria, Irak y el Mar del Sur de China están alentando un rápido crecimiento del gasto en Asia, el Medio Oriente y Latinoamérica.

En general, el mercado para el equipo militar --excluyendo a China y a Rusia, que en gran medida están cerrados a las empresas occidentales-- tocará fondo el año próximo.

MEJORES CONTRATOS

Aunque el presupuesto del Pentágono es tan grande como el de los siguientes 15 ministerios de Defensa combinados, sus arcas ya no son insondables. Quiere más “reciclado”, un mejoramiento del equipo existente. El modelo aquí es el venerable bombardero B-52 de Boeing, que ha sido constantemente reacondicionado y cumplirá su 90º cumpleaños en 2042.

El Pentágono se ha alejado de los contratos convencionales de “precio de costo más beneficio”, que dan a los contratistas un incentivo para gastar en exceso, ya que tienen garantizado un margen por encima de lo que resulten ser sus costos. En la evaluación anual del departamento de sus propias competencias como comprador, publicadas el mes pasado, señaló que los contratos de precios fijos alternativos no siempre han resultado mejores. En realidad, los contratistas en ocasiones terminan con márgenes de utilidad “espectacularmente” más altos que en los acuerdos de costo más beneficio.

Por tanto, el Pentágono está buscando crear contratos más sofisticados que alienten a los fabricantes de armas a encontrar ahorros de costos que serán compartidos con el contribuyente.

Estados Unidos se está interesando en las acciones al otro lado del Atlántico, especialmente en Gran Bretaña, para hacer que las compañías asuman la propiedad y mantenimiento de los sistemas de armas. Un acuerdo de 2009 al que Gran Bretaña llegó con BAE Systems ofrece “poder de ataque por hora” para los jets Eurofighter Typhoon de la Real Fuerza Aérea (RAF, por su sigla en inglés).

LAS FUSIONES

El compromiso de la RAF con los vuelos de bajo costo se reforzó con el anuncio, en Farnborough, de que los contratos de mantenimiento para las transportadoras se concederían a Flybe, una aerolínea de bajo costo. Gran Bretaña incluso contempló subcontratar todo su sistema de adquisiciones militares recientemente, solo para retractarse de una medida tan radical.

Una primera reducción en el gasto militar, en los años 90, provocó una serie de fusiones, conforme los fabricantes de armas reducían costos uniendo fuerzas. Esta vez, el Pentágono ha puesto en claro que no aceptará una mayor consolidación que perjudique a la competencia. En Europa, la oposición política obstaculiza los esfuerzos de consolidación: el intento de 2012 de Airbus de fusionarse con BAE Systems fracasó por esta razón.

http://www.elnuevodiario.com.ni/


No hay comentarios:

Publicar un comentario