© REUTERS David McNew
Occidente busca presionar a Rusia y castigarla por la reincorporación de Crimea. Los expertos discuten los posibles escenarios de un complot que desplomaría el precio del petróleo afectando seriamente a la economía rusa. ¿Pero es real esta amenaza?
Teóricamente es posible cambiar los precios mundiales del petróleo involucrando en este proceso a una serie de países productores de crudo, señala la web rusa 'Slon' que conversó con una serie de expertos sobre el tema. Así, por ejemplo, esto sería posible aumentando el suministro de hidrocarburos desde Oriente Medio (levantando las sanciones a Irán, reconstruyendo la producción en Libia y organizando el suministro adicional desde Siria), aumentando el suministro de petróleo de esquisto de EE.UU., del crudo de aguas profundas de Brasil y del petróleo de arenas pesadas de Canadá e, incluso, abriendo las reservas petroleras estratégicas de EE.UU.
Precisamente esta última opción, que podría conllevar el desplome de los precios mundiales del petróleo, es la que propuso el multimillonario estadounidense George Soros para castigar a Rusia. Soros apunta que Rusia necesita que el precio del crudo no sea más bajo de 100 dólares por barril. No obstante, Soros no fue el primero en proponer usar las reservas estratégicas petroleras de EE.UU., que ascienden a 700 millones de barriles, como un instrumento de presión a Moscú, señala la web.
A principios de marzo el economista norteamericano Philip Verleger apuntó que si en el año 2013 EE.UU. hubiera vendido 500.000 barriles de crudo de las reservas, el precio del petróleo Brent a finales del año habría costado 12 dólares menos de lo que costó en realidad, o sea, alrededor de 100 dólares por barril.
Este tipo de acciones, sin duda afectarían la exportación rusa, señala 'Slon', pero no serían catastróficas ya que el presupuesto de Rusia para 2014 está hecho a partir del promedio anual del precio del petróleo, equivalente a 93 dólares por barril.
Comentando la iniciativa de Soros a 'Slon', Tatiana Mitrova, jefa del Departamento del Complejo de Gas y Petróleo del Instituto de Investigaciones Energéticas de la Academia de Ciencias de Rusia, señaló que si EE.UU. saca al mercado todas sus reservas estratégicas, esto podría bajar el precio del petróleo para un corto plazo, "unos dos o tres meses". Pero luego Washington necesitará compras adicionales de crudo para restablecer sus reservas, por lo que "los precios no solo se recuperarán, sino que también subirán". Los beneficios rusos de la venta de petróleo no se verán afectados seriamente, esta medida, más bien, podría ser "un acto de presión psicológica a corto plazo".
Respondiendo a la pregunta de 'Slon' sobre la posibilidad de la caída del precio del crudo hasta 80, 60 y 50 dólares por barril, en caso de que Irán reanude, y Libia e Irak, por su parte, aumenten la producción de petróleo, la experta destacó que este escenario representa un gran interés para su departamento y están elaborando pronósticos al respecto. No mencionó cifras concretas, pero aseguró que los precios no bajarían hasta los niveles mencionados. Las compañías no podrían producir petróleo de esquisto, ni petróleo de arenas bituminosas ni petróleo de alta viscosidad con estos precios del crudo, apuntó.
Los expertos no esperan el desplome del mercado petrolero a corto plazo, incluso si en este aparecen nuevos actores. Las fluctuaciones no duraderas sí son posibles, pero se nivelarán a medio plazo por los mismos mecanismos del mercado, resume la web.
No hay comentarios:
Publicar un comentario