Aunque el Ejército ucraniano ha movilizado parcialmente a sus reservistas, son muchos los ciudadanos que se acercan voluntariamente a las oficinas de reclutamiento para alistarse. Euronews ha ido al encuentro de varios de ellos en Kiev:
- “Vengo porque me siento responsable de mi tierra y de mi país. Soy oficial en la reserva. Me fui del Ejército hace dos años, pero mi corazón me ha traído de vuelta, no necesito una convocatoria oficial”, decía un vecino de la capital.
- “Es nuestro país. Hice un juramento de lealtad. Si van a pasar cosas graves el deber de cada hombre es venir aquí, y, en caso de alerta, todos deben cumplir con su deber”, añadía otro.
El aluvión de inscripciones ha obligado al Ejército a cerrar las oficinas hasta el jueves. Más importante que reclutar a más hombres, explica el coronel Volodimyr Kyndal, es entrenar a quienes ya están disponibles: “Las fuerzas armadas están en alerta máxima”, explicaba. “Se ha llamado a reservistas para fortalecer las bases del Ejército. Ahora tenemos que reunirnos para renovar nuestras habilidades y conocimientos de cara a una posible movilización”.
El Ejército ucraniano es un reflejo de la precaria situación económica que atraviesa el país. Tiene seis veces menos efectivos que Rusia y la gran mayoría de sus armas son de la era soviética.
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