El destructor estadounidense vigila el Mar Negro.
El destructor estadounidense 'Truxtun' permanecerá en aguas del mar Negro más allá de la fecha prevista en lo que aparenta ser una respuesta de Washington a la tensión en Ucrania tras la intervención militar rusa en Crimea que ha denunciado el gobierno de Kiev.
El comandante del 'Truxtun', Andrew Biehn, ha anunciado en rueda de prensa desde el puerto de Varna, en Bulgaria, que el buque continuará realizando maniobras en la zona más allá de su estancia prevista para unas maniobras con Rumanía y Bulgaria que han concluido esta pasada semana.
Estados Unidos sostiene que estas maniobras eran rutinarias, pero han coincidido con unos ejercicios aéreos de aviones de combate estadounidenses y polacos en Polonia y con una serie de vuelos de aviones de reconocimiento de la OTAN sobre el este de Europa.
"Las maniobras fueron planificadas hace varios meses y han sido muy importantes porque hemos podido trabajar junto a las marinas rumana y búlgara", ha indicado Biehn. "No puedo comentar las operaciones futuras, pero vamos a aprovechar para hacer unos ejercicios de rutina con nuestros aliados de la zona. Nuestras operaciones fueron planificadas mucho antes del inicio de la crisis crimea", ha explicado.
También prorroga su presencia en el Mediterráneo el portaaviones 'George H.W. Bush', según informó el viernes el Departamento de Defensa en un comunicado. El objetivo es mejorar la capacidad marítima de Estados Unidos en la región y contribuir a la formación de sus tripulantes, pero también porque "mucho de lo que estamos haciendo allí es para dar garantías a nuestros aliados", ha explicado el coronel Steve Warren.
El jaque de Rusia denunciado por Kiev
Sin embargo, estas decisiones estadounidenses de prorrogar la estancia de potente infraestructura de guerra en las proximidades de Ucrania están relacionadas con la escalada de tensión vivida este sábado en la zona, tras la "invasión militar" de tropas rusas en la región de Jerson, que ha sido frenada por el Ejército ucranio.
Esta incursión de militares rusos en el sur de Ucrania sería, en caso de confirmarse, "una escalada escandalosa" de la crisis, según la embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power. En unas declaraciones tras la reunión del Consejo de Seguridad en la que Rusia vetó una resolución que defendía la integridad territorial de Ucrania, Power dijo que aún debe comprobar las informaciones procedentes de la zona.
Por su parte, el embajador británico, Mark Lyall Grant, afirmó que están "muy preocupados" por si estas acusaciones del Gobierno de Kiev fueran ciertas. En ese caso, supondrían "una mayor escalada" y "Rusia debería responder", afirmó el diplomático británico.
El G8 planea la expulsión de Rusia
Por el momento, el G8 podría estar preparando la expulsión de Rusiadel grupo de potencias económicas debido al papel beligerante que ha adoptado en lo referente al conflicto ucranio, según el semanario alemán Der Spiegel, que remite a círculos gubernamentales de Berlín.
De acuerdo con esa fuente, la propuesta procede del gobierno británico, que se dispone a organizar un encuentro en Londres del G7, alternativo a la cumbre del G8 que originariamente iba a celebrarse en la ciudad rusa de Sochi.
Los miembros del G7 -Japón, Canadá, Francia, Estados Unidos e Italia, Alemania y Reino Unido- están de acuerdo con la propuesta, afirma el semanario.
Crimea se enfrenta a la consulta sobre su futuro
La escalada de tensión comenzaba desde la mañana, cuando el Parlamento de Ucrania votó a favor de disolver la Asamblea Popular de Crimea, es decir, su cámara legislativa, y declaró ilegal el referéndum convocado para este domingo. En la consulta, los ciudadanos de Crimea expresarán su aprobación o no a una adhesión a Rusia.
El 60% de los habitantes de Crimea son de procedencia rusa.
Así las cosas, Crimea cuenta las horas para formalizar su escisión de Ucrania y su regreso a la órbita rusa, en claro desafío a la comunidad internacional que no reconocerá los resultados del referéndum separatista.
"El destino y el futuro de Crimea están estrechamente vinculados con Rusia. Tenemos raíces históricas y espirituales comunes", reza el folleto que el Parlamento de Crimea ha remitido a todos los habitantes de la península.
Las autoridades de la república autónoma ucrania no hacen el mínimo esfuerzo en ocultar que la segunda pregunta de la consulta, una amplia autonomía en el seno de Ucrania, está descartada de antemano.
Sin observación internacional
En las calles de Simferópol no se ve ni un solo cartel a favor de la integridad territorial de Ucrania, mientras en la también secesionista ciudad portuaria de Sebastopol la península aparece dibujada con una esvástica nazi.
Todo está listo para una consulta en la que están llamados a votar 1,5 millones de crimeos, además de los más de 300.000 habitantes de Sebastopol, que ejercerán su derecho al voto en casi ausencia de observadores internacionales.
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