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El jefe del Pentágono, Leon Panetta, dijo en su momento: "Los niños de quinto curso saben que ninguna potencia del mundo podrá destruir los grupos de ataque de portaaviones de EE.UU.". Y es verdad, pero solo hasta finales de este año.
A partir del fin de este año la situación cambiará. Durante todo el año 2013 la agencia espacial rusa y el Ministerio de Defensa ruso lograron reproducir, pero a nivel mucho más potente, al antiguo sistema naval soviético de reconocimiento y guiado espacial Leguenda, capaz de detectar cualquier objetivo en el mar y guiar misiles hasta este objetivo con una precisión sorprende, indica el portal ruso Expert Online.
De hecho, la potente flota de varios portaaviones estadounidenses era hasta ahora casi invulnerable a misiles de posibles adversarios por el sencillo hecho de que los radares instalados en los aviones 'ven' mejor que cualquier radar naval o terrestre. Gracias a sus aviones de alerta temprana, estas poderosas bases navales flotantes son capaces de detectar a tiempo cualquier peligro, sea un buque de guerra o un misil que se les acerque y destruirlo, mientras que sus cazas interceptores no dejaban ninguna posibilidad a los aviones de reconocimiento enemigos.
En 2013, Agencia Espacial Federal Rusa y el Ministerio de Defensa contemplaron la creación de un nuevo sistema en órbita denominado Liana, y procedieron al ajuste de sus componentes. Según lo previsto, a finales del año en curso el sistema estará funcionando al 100% de su capacidad.
El sistema se compone de cuatro nuevos satélites de reconocimiento provistos de potentes radares en órbita a unos 1000 kilómetros de altura y que constantemente rastrean el espacio, la superficie terrestre, aérea y marítima.
"Los cuatro satélites del sistema Liana, dos llamados Peón, y otros dos Lotus, detectarán en tiempo real objetivos del posible enemigo: aviones, buques, vehículos. Las coordenadas de estos objetivos se comunicarán al puesto de mando, donde se levantará, también en tiempo real, un mapa digital de la situación. En situación de guerra estos objetos serán atacados con armas de precisión", señaló un oficial anónimo del Estado Mayor General citado por el rotativo ruso 'Izvestia'.
Un sistema análogo de reconocimiento por satélite estadounidense, desarrollado a partir de satélites KH-11 y KH-12 lleva funcionando en la órbita desde hace unos 20 años.
Los ingenieros rusos lograron por primera vez quitar el lustre de los grupos de ataque de portaaviones estadounidenses a finales de la década de los 70, cuando la URSS desplegó en el espacio el sistema de reconocimiento e indicación de objetivos Leguenda, capaz de guiar misiles de crucero hacia cualquier buque en el océano mundial.
Debido a que las tecnologías ópticas de alta resolución no estaban disponibles entonces, los satélites del Leguenda se colocaban en órbita muy baja (400 kilómetros) y se alimentaban por un reactor nuclear. La solución energética predeterminó el destino de todo el programa: en 1993 Leguenda dejó de cubrir la mitad de áreas navales de importancia estratégica, y en 1998 dejó de funcionar su último satélite.
El proyecto se relanzó en 2008, con la tecnología actual, con lo cual desde finales de este año Rusia será capaz de destruir, en el plazo de unas tres horas y con el margen de error de tres metros cualquier portaaviones en cualquier punto del planeta.
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