Últimas Noticias / La teniente Barbara Balanzoni, que fue enviada para ser juzgada en un tribunal militar la semana pasada, está acusada de insubordinación grave. Cometió un presunto delito mientras se desempeñaba como oficial médico en una base de la Otan en Kosovo.
Se afirma que al atender a una gata que se moría, Balanzoni hizo caso omiso de una orden emitida por su oficial que prohibía a las tropas en la base "traer a los animales salvajes, callejeros o no acompañados". Ahora se enfrenta a una pena mínima de un año en una prisión militar reseñó el portal Rusia Today .
Balanzoni dijo a 'The Guardian' que intervino tras recibir una llamada a la enfermería del personal militar que alarmaba por los ruidos que hacía un felino. La italiana reveló que la gata −que fue llamada más tarde Agata− normalmente vivía en el techo de una choza. "Hay un montón de gatos en la base", dijo.
Según Balanzoni, en aquel momento el funcionario veterinario estaba en Italia. "Lejos de desobedecer órdenes, yo estaba siguiendo los reglamentos militares, que establecen que en ausencia de un veterinario, el médico debe intervenir ", insistió.
Reveló que encontró que la gata no podía dar a luz al último de sus gatitos, que ya estaba muerto, y ella seguramente se moriría también. "Si la gata se moría, toda la zona tendría que ser desinfectada", argumentó la militar añadiendo que los gatitos sobrevivientes no podrían haber sido alimentados. "Así que ellos también habrían muerto, lo que habría creado un mayor problema de salud pública".
El juicio de Balanzoni se iniciará en Roma el 7 de febrero. Su caso ha sido asumido por la asociación de defensa de los animales más antigua de Italia, el Ente Nazionale Protezione Animali.
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