TOKIO (Reuters) - Japón reforzará sus gastos militares en los próximos años con la compra de aviones de alerta rápida, vehículos de asalto costero y aeronaves para el transporte de tropas, y buscará estrechar vínculos con sus socios asiáticos para contrarrestar a una China militarmente más agresiva.
El incremento planeado de un 2,6 por ciento en cinco años, anunciado el martes, revierte una década de declive y marca la señal más clara desde que el primer ministro Shinzo Abe asumiera su mandato hace un año acerca de que quiere un mayor rol militar para Japón, mientras aumentan las tensiones con China por unas islas que ambos países reclaman como propias.
La principal prioridad de Abe ha sido revivir la vacilante economía, pero también ha prometido fortalecer al aparato militar japonés y mejorar su perfil de seguridad para afrontar lo que afirma que es una amenaza del rápido crecimiento militar chino y las acciones recientes para respaldar su reivindicación de unas islas controladas por Japón en el Mar de China Oriental.
"China está intentando cambiar el status quo por la fuerza en los cielos y aguas del Mar de China Oriental y el Mar de China Meridional y otras áreas, basada en sus propias aseveraciones, que son incompatibles con el orden internacional establecido", afirmó Japón en su primera estrategia nacional de seguridad, uno de tres planes aprobados el martes.
"La postura de China hacia otros países y movimientos militares, combinado con una falta de transparencia respecto a sus políticas militares y de seguridad nacional, representan una preocupación para Japón y la comunidad internacional más amplia y requieren una estrecha vigilancia", agregó.
El Gobierno de Abe también ha prometido revisar la prohibición de Japón sobre exportaciones de armas, una medida que podría revitalizar a contratistas del área de defensa en problemas, como Mitsubishi Heavy Industries Ltd y Kawasaki Heavy Industries Ltd.
Japón destinará 23,97 billones de yenes (232.400 millones de dólares) a la defensa en los próximos cinco años, por encima de los 23,37 billones de yenes de los cinco años previos.
Pekín y Tokio han estado inmersos en una disputa cada vez más intensa por unas diminutas islas llamadas Senkaku por Japón y Diaoyu por China.
La tensión aumentó el mes pasado cuando Pekín anunció una zona de defensa aérea sobre una amplia región que incluye a las islas, lo que provocó protestas de Tokio, Washington y Seúl y elevó los temores de que un incidente menor en el área en disputa pueda escalar rápidamente.
/Por Linda Sieg y Kiyoshi Takenaka/
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