martes, 17 de septiembre de 2013

El autor del tiroteo en Washington, un reservista trastornado por el 11-S




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Aaron Alexis, de 34 años, el hombre abatido por la policía estadounidense tras ser identificado como el atacante que acabó ayer lunes con la vida de al menos 12 personas en el Cuartel General de la Armada de Washington, sirvió a su país como reservista de la Armada, tenía un destacado interés en el budismo y la cultura tailandesa y era dueño de un reseñable historial de problemas con la ley.

Uno de ellos sucedió en 2004. Según la policía de la ciudad de Seattle, en el Estado de Washington, Alexis salió una mañana con su abuela a dar un paseo. Iba cargado con un revólver del calibre 45, que terminó por usar contra el coche de un obrero. Según el relato del dueño del vehículo a los agentes, Alexis estaba frustrado con los problemas de aparcamiento de la zona y por eso decidió disparar dos tiros contra el coche, que impactaron en la parte trasera, y un tercero al aire.


Fue arrestado por disparar contra un coche. Dijo a la policía que el 11-S le "trastornó"

Sin embargo, el propio Alexis aseguró que fue víctima de un ataque de ira y no podía recordar nada de los disparos hasta una hora después del violento episodio. Contó a los detectives que estuvo en Nueva York durante los ataques del 11 de septiembre, eventos que, afirmó, supo que le “trastornaron”. El padre del presunto autor de la matanza de ayer en Washington dijo en ese momento a la policía que su hijo arrastraba problemas asociados con el estrés post traumático de aquellos días, ya que fue un “participante activo” en las labores de rescate del 11-S. Pero el padre se negó ayer a hacer declaraciones a la prensa sobre el suceso de Washington.


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Alexis nació en el barrio de Queens, en la ciudad de Nueva York, en 1979. Hijo de una familia afroamericana, se crio en un vecindario de gran diversidad étnica donde convivía con asiáticos, hispanos y judíos ortodoxos, aunque no llegó a abrazar la cultura tailandesa hasta que vivió en Forth Worth, en Tejas. Allí trabajó como camarero de un restaurante tailandés, estudió el idioma y acudió regularmente a meditar a templos budistas.

Desde 2007 hasta 2011, fue un reservista a tiempo completo de la Armada, sirviendo principalmente como electricista. Durante mucho tiempo, de febrero de 2008 a enero de 2011, se especializó como electricista de sistemas para aviones.


Era un reservista preparado que recibió medallas de mérito

La secretaria de la Armada, Ray Mabus, dijo a CNN que Alexis era un “reservista preparado”, principalmente porque estaba predispuesto todos los días, considerándose “uno de los hombres más capaces para ser movilizados”. Recibió la medalla del Servicio Nacional de Defensa y la del mérito de Guerra Global contra el Terrorismo.

Pero, durante su tiempo en el servicio, también exhibió muestras de “mal comportamiento” que le llevaron a abandonar la reserva en 2011. Se convirtió en contratista militar. Hasta ayer, trabajaba para una compañía afiliada con Hawlett-Packard que colaboraba con el sistema de internet de la Armada, según dijo la compañía en un comunicado. Vivía desde hacía semanas en un hotel con compañeros de trabajo.

En 2010, fue arrestado en Fort Worth por un disturbio con arma de fuego. En ese tiempo, Alexis vivía en un apartamento llamado Orion at Oak Hill. Sus vecinos llamaron a la policía después de escuchar una fuerte discusión con una mujer. Se enfrentó con ella molesto por escuchar demasiado ruido en el parking y llegó a amenazarla, según la versión de la mujer.

En los últimos años, Alexis estaba saliendo con una mujer tailandesa y se dejaba ver con ella en un templo budista en White Settlement, un barrio de Fort Worth. Tenía amigos tailandeses, adoraba la comida tailandesa y decía siempre que estaba muy cercano a la cultura del país, según un miembro del templo que le conocía. De hecho, acudía todos los domingos a las ceremonias religiosas y meditaba. En el año nuevo tailandés, en abril, ayudó aportando ropas para la ceremonia del templo.

También acudía regularmente a un restaurante tailandés, llamado Happy Bowl Thai, donde solía pasarse todo el día y toda la noche jugando con videojuegos. Muchas veces se iba sin pagar y pedía dinero prestado, quejándose de que su compañía no le pagaba.

© 2013 New York Times News Service.





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