jueves, 29 de agosto de 2013

Los laboristas británicos amenazan con votar en contra de la intervención en Siria


Protesta contra la intervención en Siria ante Downing Street. / O. SCARFF (GETTY IMAGES)
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Los laboristas, el principal partido de la oposición británica, votarán esta noche en la Cámara de los Comunes una moción alternativa a la presentada el miércoles por la noche por el Gobierno de David Cameronpara aprobar una intervención militar en Siria. Según fuentes del partido citadas por el diario The Guardian, los laboristas esperarán al resultado de esta votación para decidir si votan a favor o no de la moción presentada por el Ejecutivo. La moción de los laboristas, aparte de no tener la certeza —que sí tiene el Gobierno conservador— de que el presidente sirio Bachar el Asad es el responsable del ataque químico de hace una semana, también pide esperar al dictamen de la misión de inspección de la ONU que hay en Siria, que el primer ministro informe al Parlamento si se han encontrado "pruebas fehacientes" del uso de armas químicas y que la misión tenga objetivos “precisos y alcanzables” y que sea por un tiempo determinado.

El primer ministro se vio forzado este miércoles por la noche por una rebelión de parlamentarios conservadores y la oposición de los laboristas a aceptar que el Consejo de Seguridad de la ONU analice el dictamen de los inspectores antes de lanzar un ataque militar. La Cámara de los Comunes, que había sido convocada de urgencia para debatir hoy el asunto, votará sobre la intervención una segunda vez cuando haya resultados del trabajo de los inspectores. Eso podría retrasar la intervención militar aliada, que EE UU quería esta misma semana, al menos hasta el martes. El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, ha anunciado que los inspectores abandonarán Siria este sábado, .


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A pesar de la postergación de la decisión sobre el potencial ataque, Reino Unido ha anunciado el envío de seis cazas Typhoon a la base aérea de Akrotirí, en Chipre —a 200 kilómetros de la costa siria— como "medida de precaución para proteger los intereses británicos", según un comunicado del Ministerio de Defensa. Rusia, aliada del régimen de El Asad, también enviará a la zona dos navíos —un crucero equipado con lanzamisiles y un cazasubmarinos— según la agencia Interfax, aunque fuentes de la marina rusa citadas por la agencia RIA Novósti han indicado que la operación es parte de la "rotación habitual" de la flota mediterránea.

"El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debe tener la oportunidad de evaluar el informe [de los inspectores]... y se deben hacer todos los esfuerzos para asegurar una resolución en apoyo de una acción militar antes de que esta comience", afirma la moción gubernamental que se debatirá hoy en la Cámara de los Comunes, informa Reuters. Este texto es el resultado de la oposición de alrededor de 70 diputados conservadores a los planes de Cameron de intervención inmediata, según revela el diario británico The Guardian. Las dudas de esos diputados conservadores han forzado al premier británico a garantizar que habrá una segunda votación en la Cámara sobre la intervención en Siria antes de que militares británicos entren en acción. Según fuentes citadas por el diario británico, los rebeldes conservadores exigen más detalles sobre la intervención e incluso un calendario que sea sometido al Parlamento.

El movimiento de Cameron podría retrasar hasta el martes próximo los planes de Estados Unidos, partidario de atacar este fin de semana, según The Guardian. El grueso de los británicos se opone a una intervención (un 50%, frente a solo un 25% de partidarios), según un reciente sondeo de YouGov.

Ante una derrota parlamentaria en la votación de hoy por la oposición laborista y la rebelión conservadora contra los planes de Cameron, el primer ministro enmendó la moción que iba a ser debatida hoy para incluir la referencia a que se esperará al informe de los inspectores antes de intervenir. Hasta este miércoles, el Gobierno británico había hecho hincapié en que no era imprescindible el beneplácito del Consejo de Seguridad para lanzar un ataque. Por otro lado, Cameron se vio forzado a prometer una segunda votación en la Cámara una vez se conozca el informe de los inspectores enviados a Damasco para dar luz verde a la participación británica en una acción militar. "Una mociónaguada es mejor que una derrota del Gobierno [en el Parlamento]", dijo ayer en la BBC Andrew Bridgen, uno de los rebeldes tories.

Mientras algunos veían debilidad de Cameron en el hecho de dar marcha atrás a sus planes de acción inminente, el ministro de Exteriores, William Hague, defendía en un comunicado que "la moción refleja que el primer ministro es consciente de la profunda preocupación de este país por lo que sucedió en Irak". Si bien Hague era horas antes partidario de actuar ya, en la nota aseguraba que el Gobierno "actuará, en la medida de lo posible, sobre la base del consenso".

Un consenso que no consiguieron pese a las negociaciones durante el día con los laboristas, que también hicieron saber a Cameron que no respaldarían una acción armada antes de conocer las conclusiones de los enviados de la ONU.

Una década después del inicio de la guerra de Irak, que dividió profundamente al país y a su clase política, el apoyo a otra acción militar liderada por EE UU puede revelarse traumático, especialmente en el seno de la oposición laborista, que gobernaba en 2003. Su líder, Ed Miliband, ha brindado solo un apoyo condicionado a Cameron, porque reclama que la ONU examine el informe de los inspectores enviados a Siria para certificar el uso de armamento químico antes de que se emprenda cualquier acción armada.

La propuesta a debatir hoy en la Cámara de los Comunes también reza -como Cameron insistió en destacar en su mensaje televisado de ayer- que no se buscan más objetivos que aliviar el sufrimiento de la población civil por razones humanitarias.

http://internacional.elpais.com/


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