viernes, 30 de agosto de 2013

Las razones de Irán, Rusia y China, el trío en contra de una intervención en Siria


Mientras las potencias occidentales, encabezadas por Estados Unidos, siguen estudiando cuándo y cómo iniciar su campaña de castigo en Siria, los principales defensores del régimen de Bachar Al Asad también se preparan para mover ficha. Al menos en el tablero diplomático. Irán, China y Rusia son quienes con más vehemencia se oponen a una intervención en Siria. Una ‘causa’ a la que se han unido en las últimas horas voces como la del mismísimo Fidel Castro en Cuba. Éstos son sus argumentos y sus motivos.

Irán amenaza con atacar Israel

Las reacciones más agresivas están llegando desde territorio iraní, donde voces del Gobierno y el Ejército consideran que un ataque contra Siria es, en la práctica, un ataque contra ellos. A través de la prensa oficial, Teherán ha amenazado incluso con lanzarse sobre Israel si Estados Unidos se decide a dar el paso. Y es que el ala dura iraní responsabiliza directamente a Tel Aviv de los problemas de Siria y han retratado la guerra civil como fruto de una “conspiración judía”. “En caso de que el Ejército estadounidense ataque Siria, las llamas de la furia (...) apuntarán contra el régimen sionista”, clamaba ayer la agencia semioficial Fars, citando a un líder parlamentario, Mansur Haqiqatpur.

Irán es el más ardiente defensor del régimen sirio, a quien presta ayuda militar y logística desde que empezó el conflicto. Además, la milicia chií libanesa ligada a su gobierno, Hizbulá, participa activamente en la contienda. Aunque las amenazas contra Israel no son una novedad, desde Tel Aviv aseguran estar listos para “cualquier tipo de escenario”. “Si identificamos cualquier intento de dañarnos, vamos a responder y lo vamos a hacer con fuerza”, dijo ayer el primer ministro Benjamin Natanyahu. De acuerdo a sus servicios de Inteligencia, Israel podría ser agredido desde Irán, pero también desde la propia Siria. De hecho, muchas familias israelíes hacen acopio estos días de máscaras de gas para protegerse de un eventual ataque químico.

Curiosamente, la revolución de los ayatolás se ha opuesto enérgicamente al uso de armas químicas desde que lo sufrió en carnes propias a manos del ejército iraquí en los años 80. Por eso parece poco probable que Irán vaya a aceptar nunca que el régimen sirio las utilizó contra los rebeldes. Al menos no el ala más dura del régimen, que defiende a capa y espada a Al Asad. Quizá sí entre los reformistas, donde una corriente piensa que la caída de Siria podría acelerar los cambios en Teherán.


Rusia pide tiempo y diplomacia

El Gobierno ruso condena cualquier intervención en Siria que no sea aprobada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, organismo en el que acostumbra a ejercer su derecho a veto. En un comunicado emitido ayer, Moscú describió la actitud de las potencias occidentales como un “intento de pasar por encima del Consejo de Seguridad una vez más para crear una excusa infundada y lanzar una intervención (...) que provocará gran sufrimiento y consecuencias catastróficas”. Tanto el presidente, Vladimir Putin, como su ministro de Exteriores, Sergei Lavrov, han repetido que no hay pruebas contundentes para acusar al ejército sirio. 

Rusia, que mantiene una base militar e intereses comerciales y estratégicos en la Siria de Asad, sigue hablando de fomentar el diálogo, de llegar a una solución pacífica y de hacer una investigación concienzuda sobre la existencia y uso de armas químicas. Para los próximos días se han planificado varios encuentros de alto nivel entre Rusia y EEUU, incluido el viaje de Barack Obama a San Petersburgo para participar en el G-20, durante el que tiene previsto reunirse con Putin. Las relaciones entre ambas potencias pasan por un momento muy delicado después de que Moscú accediese a dar asilo temporal al ‘filtrador’ Edward Snowden.

La prensa oficial china pide unión contra la “guerra”

Pekín, que se posiciona casi siempre en contra de cualquier intervención extranjera y que también cuenta con derecho a veto en el Consejo de Seguridad, ha insistido en que las potencias occidentales se están “precipitando” a sacar conclusiones sobre el uso de armas químicas. A través de sus órganos de comunicación oficiales, el gobierno chino exige que se permita que los observadores de la ONU saquen conclusiones “imparciales” antes de tomar una decisión.


“Alrededor del mundo hay que unir fuerzas para oponerse a un ataque aéreo de Estados Unidos, Reino Unido y otros contra Siria. Si no se consigue parar (el ataque) habrá que apoyar abiertamente al gobierno sirio para asegurar su resistencia (...) Rusia e Irán tienen que ofrecer ayuda militar directa, mientras que china y otros países han de apoyarlos”, reclamaba ayer el “Diario del Pueblo”, diario oficial del Partido Comunista Chino.

Y en Cuba, Fidel Castro escribe en ‘Granma’

Países con menos poder de influencia y aún menor capacidad de acción se han sumado a la causa. Casi en el terreno de lo anecdótico queda la carta publicada ayer en el diario Granma por el Comandante Fidel Castro, quien dice estar “conmovido” porque “pronto ocurrirán acontecimientos graves”, ya que “se preparan los medios navales y aéreos del imperio y sus aliados para iniciar un genocidio contra los pueblos árabes". “No se trata simplemente”, continúa Castro, “de que los cohetes cruceros apunten hacia objetivos militares de Siria, sino que ese valiente país árabe, situado en el corazón de más de mil millones de musulmanes, cuyo espíritu de lucha es proverbial, ha declarado que resistirá hasta el último aliento cualquier ataque a su país".


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