GINEBRA, 11 Jul. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Corea del Norte ha afirmado este miércoles que no renunciará a su programa nuclear hasta que Estados Unidos ponga fin a su "política hostil" hacia Pyongyang, si bien se ha mostrado dispuesto a retomar las conversaciones a seis bandas, congeladas desde 2008.
Asimismo, ha solicitado la disolución del Comando de Naciones Unidas en Corea del Sur, que fue creado tras el armisticio de 1953 entre ambas Coreas. El 27 de julio se cumplirán 60 años desde su creación.
El embajador norcoreano ante Naciones Unidas en Ginebra, So Se Pyong, ha destacado que "la atmósfera de diálogo (entre ambas Coreas) está avanzando", si bien ha advertido de que las maniobras militares previstas para el mes de agosto entre Estados Unidos y Corea del Sur podría incrementar las tensiones en la península y llevarlas a "una situación crítica de guerra".
Las conversaciones a seis bandas comenzaron en 2003 con las dos Coreas, Japón, China, Rusia y Estados Unidos como interlocutores para conseguir la desnuclearización de la península coreana, que pasa por la cancelación del programa norcoreano.
No obstante, las reuniones se suspendieron abruptamente a finales de 2008 a causa de la violación de los acuerdos alcanzados hasta ese momento por Corea del Norte. Desde entonces, la comunidad internacional ha intentado sin éxito reanudar el diálogo multilateral.
El pasado mes de mayo, el enviado especial de Corea del Norte a China, Choe Ryong Hae, anunció la disposición de su Gobierno a reanudar las conversaciones a seis bandas sobre la desnuclearización de la península coreana, pero dicho anuncio todavía no se ha materializado.
La semana pasada, Rusia se unió a China e instó a Corea del Norte a reanudar las conversaciones a seis bandas, coincidiendo con los primeros acercamientos entre Seúl y Pyongyang desde 2011, después de un año de máxima tensión en el que el Gobierno norcoreano llegó a declarar el "estado de guerra".
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