El conflicto enfrenta fuerzas militares desiguales, con objetivos y metodologías diferentes. El arsenal de Hamas se ha visto incrementado recientemente. Israel emplea un sistema defensivo que se ha mostrado como prácticamente imbatible al no registrar víctimas hasta ahora.
cúpula 13 de julio 2014
"Hamas y otros grupos palestinos más radicales de la Franja de Gaza han acumulado un arsenal de cohetes básicos que con el paso del tiempo han aumentado su rango de acción", señalaba un informe de la BBC publicado esta semana.
La mayoría de los proyectiles utilizados por Hamas y los otros grupos islamistas están lejos de ser sofisticados. "La mayoría de estas armas provienen de tecnología de la época soviética y son cohetes de artillería diseñados para disparar en cortinas de fuego más que individualmente", señalaba el mencionado informe.
Gran parte de este material bélico fue introducido de contrabando a través de túneles desde el Sinaí y otros fueron elaborados en talleres de la Franja de Gaza, si bien muchos de ellos todavía incluyen piezas claves que dependen de componentes procedentes de Irán o Siria importados clandestinamente por los mismos túneles o por otros medios.
De acuerdo con estimaciones hechas por la Inteligencia Militar israelí, permanecen activos casi mil túneles de estos.
Los sistemas de menor alcance utilizados por los milicianos de Hamas incluyen morteros pesados y cohetes Grad y Qassam que cubren hasta 48 kilómetros y 17 kilómetros, respectivamente. Estos son los cohetes que amenazan pueblos y ciudades del Sur de Israel, tales como Siderot, Ashkelon e incluso Beersheba y el puerto de Ashdod, que han sido particularmente castigadas durante los últimos días.
Los miliciaanos palestinos cuentan además con el cohete de mayor alcance Fajr-5, a veces también conocido como M75. Este cohete puede alcanzar hasta 75 kilómetros, con lo que supone una amenaza para centros muy poblados como Tel Aviv y Jerusalén.
Pero el uso del Fajr-5 implica graves problemas prácticos. Es pesado y bastante grande ya que algunos tienen hasta seis metros de altura. Requiere un manejo mecánico y necesita ser preposicionado en lugares de lanzamiento ocultos y camuflados para evitar ser localizados por los ojos de los aviones no tripulados (drones) israelíes.
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Pero la novedad en este último conflicto es el aparente uso por parte palestina de un sistema de mayor alcance, que se cree es un misil de fabricación siria, el Khaibar-1. Esta arma es la que está poniendo en riesgo a las grandes ciudades de Tel Aviv y Jerusalén.
El misil fue utilizado por primera vez a inicios de mes y tiene un alcance de hasta 160 kilómetros que pone a tiro la ciudad costera de Haifa, ubicada en el Norte de Israel. Es un arma que a veces aparece en los reportajes televisivos con la marca M-302 tiene un alcance similar.
La distancia resulta aquí crucial: poner a la población de las principales ciudades israelíes bajo amenaza, por muy imprecisa que sea el arma, causa enormes trastornos y miedo.
Coloca además presión significativa sobre el gobierno israelí, algo que funciona en ambas direcciones, de una manera para hacer que el conflicto se intensifique pero al mismo tiempo como recordatorio del costo potencial de un conflicto eterno.
El sistema defensivo anti misiles de Israel -el Iron Dome, o "Cúpula de Hierro"- se ha mostrado hasta ahora como el más eficaz para proteger a la población civil. Sin embargo, el sistema no puede interceptar todos los misiles.
Las baterías de "Cúpula de Hierro" están hechas de misiles interceptores, radares y sistemas de comando que analizan dónde pueden caer los cohetes enemigos y sólo interceptan aquellos que están dirigidos hacia áreas civiles.
Hasta el viernes pasado las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaban que 255 cohetes impactaron contra Israel desde el inicio de la operación. Sólo 71 fueron interceptados por el Iron Dome.
En medio del fuego cruzado entres las dos fuerzas en pugna, quedan las poblaciones civiles. La falta de protección de Hamas hacia sus pobladores ha llevado el saldo de víctimas a 150 palestinos muertos.
LAS SEIS CLAVES DEL CONFLICTO
1. El origen de esta crisis
El 12 de junio pasado tres adolescentes judíos fueron secuestrados en los alrededores de la ciudad de Hebrón, en Cisjordania. Poco después fueron hallados sin vida. Israel acusó a elementos de Hamas del secuestro y asesinato.
2. Hamas acepta los ataques
El 7 de julio pasado, por primera vez, Hamas reivindicó los ataques con cohetes y misiles de largo alcance disparados hacia ciudades en el Sur de Israel.
3. Objetivos de ambos bandos
El principal objetivo de Israel es detener los lanzamientos de cohetes y destruir los arsenales de Hamas. Inició una ofensiva aérea y prepara una incursión terrestre. Por su parte el vocero de Hamas, Jaled Mashaal, dijo que los palestinos "harán lo que tengan que hacer para defenderse a ellos y a su gente", sin exponer claros objetivos.
4. La manzana de la discordia
La Franja de Gaza estuvo bajo control de Israel hasta 2005, cuando se desvinculó. En 2007 quedó en poder de Hamas tras ganar unos comicios que le permitieron montar un gobierno de facto hasta la fecha. Los islamistas tienen el objetivo de desalojar a Israel de todo el territorio, por ello Gaza es la piedra en el camino para el manido proceso de paz.
5. Los únicos rehenes
La población civil de ambos lados son los únicos rehenes del conflicto. En particular quienes sufren todo el peso de estos combates son los palestinos. Según datos de la ONU el 77 % de las víctimas han sido civiles. Israel aduce que procura avisar a la población antes de bombardear objetivos pertenecientes a Hamas, pero que el movimiento alienta a los pobladores a ocupar las viviendas a modo de resistencia.
6. Hay mediación de varios países
Las principales potencias han manifestado su intención de mediar para lograr un alto al fuego. De hecho, el presidente de EE.UU., Barack Obama, se ofreció para mediar en forma directa con ambas partes. Sin embargo los enfrentados no parecen dispuestos a ceder.
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