A la espera del Gran Terremoto BIG ONE !
Según algunos sismólogos estadounidenses, el Big One será el terremoto de magnitud superior a 8 grados en la escala de Richter e intensidad XI que arrasará las costas de California.
La falla de San Andrés
Las entrañas de California están surcadas por la falla de San Andrés, un sistema de fallas activas de 1.287 kilómetros de longitud que corta a través de Estados Unidos por California y el norte de la Baja California en México. De hecho, se cree que esta península se formó gracias a su actividad, que sería también la responsable de estar moviendo a la ciudad de Los Ángeles en dirección a la Bahía de San Francisco a una velocidad de 33 milímetros por año, lo que ha “acercado” el ayuntamiento de la ciudad angelina a San Francisco 2,7 metros desde 1924. No obstante, desde 1992, según las últimas mediciones, el desplazamiento se ha reducido a 14 milímetros anuales.
La falla ha sido la responsable de algunos grandes terremotos. El más famoso, sin duda, el que asoló en 1906 San Francisco. Pasados cien años, los científicos están convencidos de que el sistema puede provocar otro seísmo de gran intensidad “en cualquier momento”. La razón de los temores de los expertos es que la zona sur del sistema, la más cercana a Los Ángeles, lleva unos 250 años sin liberar energía.
Los sismólogos consideran que hay una probabilidad de un 98 por ciento de que el “Big One,” un terremoto de magnitud 7,8 o superior con origen en la falla de San Andrés, afecte al sur de California en los próximos 30 años.
Las estimaciones oficiales indican que ese temblor causaría de forma directa 2.000 muertes y 53.000 heridos, así como el colapso de 1.500 edificios, entre ellos rascacielos, y daños de consideración en 300.000 inmuebles.
Esas cifras podrían duplicarse en los días posteriores al seísmo por culpa de la inseguridad, los previsibles problemas de suministro de energía, de agua y de alimentos pero, sobre todo, de los incendios.
El material principal de construcción en la zona es una pasta o aglomerado de madera, más flexible que el hormigón a la hora de absorber vibraciones pero inflamable.
Las llamas se podrían propagar con rapidez en las ciudades, tal y como ocurrió en el sismo que arrasó San Francisco en 1906 y en el que perecieron más de 3.000 personas.
La última sacudida seria que afectó al sur de California fue en Northridge en 1994 con una magnitud de 6,7 grados y con origen en una falla de la que no se tenía constancia y que desde entonces se sumó a la lista de las más de 300 que se sabe recorren el estado.
HABLEMOS DE LAS 2 BOMBAS DE TIEMPO.
Cada vez que hay un temblor en cualquier rincón del mundo, en California volvemos a pensar que tarde o temprano nos tocará a nosotros, o a nuestros vecinos de Oregón. Pero a diferencia del estado del norte, nuestro estado parece preparado para los terremotos. Vivimos en California a pesar de los incendios y de los terremotos. Las casas de madera, tan propensas a arder, nos salvan de los temblores de tierra.
Hasta las dos centrales nucleares californianas están diseñadas para apagar sus reactores “en caso del mínimo temblor”, aunque “un apagón completo de los reactores se demoraría varias horas”, según la empresa energética Southern California Edison, que opera la central de San Onofre.
Pero la catástrofe de Japón despierta un nuevo temor nuclear. ¿Y si esos sistemas de seguridad fallaran, como lo hicieron en Japón? Según Edison la central nuclear de San Onofre, entre la playa y una de las autopistas más transitadas del estado, es capaz de resistir un terremoto 7.0 y olas de hasta 7,6 metros de altura, frenadas por un muro de 9,1 metros.
“El diseño sólo lo autorizan los legisladores si se demuestra que puede afrontar todos los retos medioambientales de la región”, dijo Gil Alexander, portavoz de Edison, en un comunicado de prensa tras el terremoto nipón.
Lo que se supone que deberían ser palabras apaciguadoras para los vecinos de la central térmica del condado de San Diego, parece más bien una justificación avanzada por la catástrofe que se nos viene encima, si California sufriera un terremoto de la intensidad del que vivieron en Japón el pasado viernes. No se olviden que un temblor 7.1 es diez veces más fuerte que un 7.0, y un 8.0, cien veces más fuerte, y que los dos reactores de San Onofre están a 8 km de la falla tectónica de Cristianitos. En San Onofre se almacena, además, el uranio usado durante los últimos 25 años de operación. El primer reactor se comenzó a instalar en 1977. Los dos reactores que todavía operan, lo hacen desde 1983.
Central nuclear de San Onofre
La planta nuclear de San Onofre se encuentra a 110 kilómetros al norte de la frontera con México, justo a la entrada del condado de Orange, apenas al norte de San Diego.
San Onofre tiene dos unidades generadoras: la Unidad 2 inició sus operaciones comerciales en 1983 y provee unos 1,100 megavatios de electricidad a la red del sur de California, mientras que la Unidad 3 empezó a operar en 1984 y tiene una capacidad generatriz similar. La Unidad 1, una unidad más pequeña, entró en servicio el 1 de enero de 1968 y fue retirada en 1992.
Al igual que casi todos los factores vinculados a la operación de San Onofre, su capacidad de resistir los efectos de un terremoto de alta magnitud está estrictamente reglamentada. En general, todas las centrales nucleares de los Estados Unidos fueron diseñadas para resistir terremotos de una magnitud equivalente o superior al movimiento sísmico de mayor intensidad que se haya registrado históricamente en su región.
La Central Nuclear San Onofre fue construida para resistir una aceleración del terreno de 0.67 veces la fuerza de gravedad, el equivalente a un terremoto de magnitud 7.0 a una distancia de 5 millas de la central.
Central Nuclear Diablo Canyon
La planta de Diablo Canyon está en el estado más poblado del país y a 320 kilómetros (200 millas) de Los Angeles, pero su situación no es única. En todo Estados Unidos, una red de fallas geológicas genera dudas sobre la seguridad de plantas, que ya tienen varias décadas, en caso de terremoto. Las imágenes tremendas que llegan desde Japón, donde varios reactores quedaron dañados por un maremoto, intensifican los temores
"Las plantas nucleares de cierta antigüedad y los grandes sistemas de fallas activos no deberían estar cerca", dijo Blakeslee. La falla Costera "puede producir sacudones mucho más fuertes de lo que se espera", agregó.
La Comisión Reguladora Nuclear y la empresa aseguran que la planta es segura y que está construida para soportar un terremoto de magnitud 7,5, que es el máximo considerado posible en esa zona. No sería probable que sufra daños de un maremoto, porque el acantilado está a 26 metros (85 pies) sobre el océano.
http://www.taringa.net/posts/ciencia-educacion/9944974/California-Tiembla-de-Miedo-Atomico.html
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MZAFede