Agencia AFP
Rusia utiliza todo su poderío militar para ayudar al régimen sirio a reconquistar Alepo, ya que estima que es mejor obtener una victoria sobre el terreno que continuar con las vanas negociaciones con Washington, según expertos.
"Rusia va a por todas porque ya no cree en la posibilidad de colaborar con Estados Unidos en Siria", ni en que "Washington sea capaz de hacer algo" en ese país, comentó Fabrice Balanche, especialista del Washington Institute. "Es la guerra total".
Luego de laboriosas negociaciones entre el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y su homólogo ruso Serguei Lavrov, entró en vigor un cese el fuego el 12 de septiembre, que duró una semana.
Además de la tregua, el acuerdo contemplaba el envío de ayuda humanitaria, en particular a Alepo, cuya población es víctima de un implacable asedio; así como el hecho de que los grupos rebeldes se alejaran de sus compañeros de armas, los yihadistas del Frente Fateh al Sham, exfrente Al Nosra (brazo sirio de Al Qaida).
No se cumplió ninguno de esos puntos y la guerra volvió a imponerse.
Los aviones rusos desplegados en Siria bombardean desde el jueves por la noche la parte rebelde de Alepo con una violencia que no habían utilizado nunca desde el comienzo de su intervención militar hace un año.
- 'Diálogo imposible' -
Moscú "quiere terminar con un importante foco de resistencia rebelde", señala Igor Sutyagin, experto de Rusia en el Royal United Service Institute (RUSI) de Londres.
Luego, quedará sólo la reconquista de la provincia de Idleb y algunos focos rebeldes, precisa.
Según Thomas Pierret, experto en la Universidad de Edimburgo, "se intenta dar a (Bashar al) Asad una victoria decisiva" y "eliminar toda alternativa privando a la oposición de lo que considera como su capital".
"Con los rebeldes expulsados de Alepo, la rebelión se vería relegada a sólo una insurrección periférica", resume.
Moscú siempre respaldó al presidente sirio frente a los rebeldes, los occidentales y los países del Golfo, tanto sobre el terreno como en la ONU. Pero nunca hasta ahora sus relaciones habían sido tan estrechas. Moscú, luego de dudar, optó por la fuerza en Alepo, como lo esperaba el régimen de Damasco.
"Rusia se acerca a la manera de pensar del gobierno sirio", subraya Bassam Abu Abdealá, director del Centro de Damasco de Estudios Estratégicos.
"Antes privilegiaba una solución política y comenzó a dialogar con el Golfo, con Estados Unidos y otros países, pero este diálogo resultó imposible", según este experto cercano al régimen.
Una victoria en Alepo dejaría a las autoridades de Damasco en posición de fuerza "en vistas a una próxima negociación", deseada por el emisario de la ONU, Staffan de Mistura, observa Alexei Malashenko, politólogo ruso especialista de Oriente Medio.
- 'Amistad forzada' -
"Sin Alepo, Asad es sólo medio presidente. Para realmente gobernar, necesita Alepo", asegura Fabrice Blanche. El presidente sirio podrá entonces mostrar que controla las principales ciudades del país, Damasco, Alepo, Homs (recuperada en 2014) y Hama.
"Rusos y sirios quieren tomar el control de la totalidad de Alepo y recién después negociar con la oposición", estima Fiodor Lukianov, miembro del Consejo ruso para la política de seguridad y de defensa.
"Alepo tiene un rol clave" ya que el futuro "dependerá de la disposición de la línea de frente que separará las partes beligerantes. Y esta línea tiene que ser estable", explica.
Más allá de la batalla de Alepo, la cooperación entre Moscú y Damasco responde a una lógica a largo plazo, subraya Alexei Malashenko. "Asad no podrá obtener nada sin Moscú, y Rusia a su vez entiende bien que sin Asad se verá expulsada de Oriente Medio. Es una amistad forzada".
Las imágenes de los edificios destruidos en Alepo recuerdan las de Grozni, donde el ejército ruso aplicó su máxima: "la artillería conquista el terreno y la infantería lo ocupa".
Los expertos señalan sin embargo la diferencia de táctica en Alepo con respecto a las dos guerras de Rusia en Chechenia contra los separatistas en los años 1990.
"La táctica de los militares rusos en Alepo no tiene nada que ver con la practicada en Grozni. En Alepo, los muertos entre los civiles se cuentan por decenas, si se cree lo que dice la prensa occidental, no se trata de centenares de muertos como en Chechenia. No es comparable", asegura Alexandre Golts, un experto militar independiente.
En aquella época, el ejército ruso llevaba a cabo a veces centenares de bombardeos cada día, a los que se sumaba el apoyo de la artillería desplegada alrededor de Grozni.
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