El helicóptero no era un ‘Black Hawk’. Ni tampoco fue derribado por insurgentes. Pero el rescate –bajo fuego enemigo- de una aeronave española accidentada en agosto de 2012 en Afganistán durante una misión rutinaria sí fue espectacular. Conozca los detalles que no habían trascendido hasta ahora del incidente.
Labores de rescate del SuperPuma accidentado en Afganistán en 2012
Los hechos ocurrieron el 3 de agosto de 2012. Dos helicópteros SuperPuma despegan de Heratrumbo al norte, a Bala Murgab, una zona de alta presencia hostil talibán. Su misión es rescatar y evacuar a dos militares estadounidenses que habían sido heridos por la explosión de una mina al paso de su convoy.
En torno a las 10 de la noche, los dos helicópteros llegan al punto del incidente. Durante el aterrizaje, el terreno bajo una de las ruedas del SuperPuma cede y el helicóptero vuelca, rompiéndose así las hélices. No hay heridos. El helicóptero escolta, tras varios intentos por tomar tierra para socorrer a sus compañeros, tiene que regresar a la base española de Qala e Naw por falta de combustible.
La plana mayor militar decide diseñar unamisión de rescate de la tripulación, así como la extracción –en carga externa- del aparato accidentado. Mientras, en la zona del incidente, la oficial médico española al frente del equipo siniestrado atiende a los heridos estadounidenses.
Durante la planificación del rescate se descubren datos preocupantes de inteligencia: hayfuertepresencia de la insurgencia en la zona, por lo que el rescate debe ser inminente. Pasadas las 11 de la noche, dos Black Hawk norteamericanos evacúan a sus heridos.
A las dos de la mañana, dos helicópteros Chinook españoles parten hacia la base de Qala e Naw para recibir información precisa sobre la ubicación y situación de la tripulación siniestrada. Llevan a bordo un equipo de 35 militares, y pilotan con visión nocturna.
Tras llegar a la zona del accidente, se evacúa al personal militar hacia un puesto avanzado defendido por efectivos de Estados Unidos. Un grupo de mecánicos se quedan con el SuperPuma accidentado, con el objetivo de prepararlo para su extracción y, en caso de imposibilidad, volarlo con explosivos.
A las 7 de la mañana entra en acción la insurgencia: estalla una granada al norte de la zona del accidente. Los equipos de extracción se ven obligados a retirarse a posiciones defensivas. El personal estadounidense que también se encontraba en la zona comienza a repeler el fuego con ametralladoras y morteros.
Casi una hora después del inicio de la refriega, se avistan varios insurgentes disparando conlanzagranadas RPG. El ataque continúa hasta que pasadas las 8 de la mañana aparecen en la zona dos helicópteros de ataque italianos Mangusta y dos aviones no tripulados artillados, que obligan a los insurgentes a replegarse.
Mientras, los Chinook enviados al rescate vuelan de vuelta a Qala e Naw para dejar allí a la tripulación. Son las nueve de la mañana y los talibán vuelven al ataque. Tras prácticamente tres horas en solitario junto al SuperPuma accidentado, los efectivos españoles reciben el apoyo de otros dos helicópteros de ataque italianos, que consiguen poner en fuga a los insurgentes –que en ese momento se reagrupaban para atacar-.
Tras realizar las labores de carga del helicóptero, complicadas por la gran cantidad de polvo en suspensión en la zona, el convoy vuelve a la base de Qala e Naw con todos sus integrantes ilesosy con los restos del SuperPuma accidentado. A las 14:42, dieciséis horas despúes, se da por finalizada la misión.
Los datos de esta misión, desconocidos hasta ahora, los desvela el Ejército de Tierra en el último número de su revista bimestral bajo el título ‘Rescate en Zona Hostil’. El artículo lo firma el comandante Francisco Antonio Barbancho Leal.
Vea algunas fotografías del rescate, publicadas por la revista del Ejército de Tierra.
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