El caza, un F-5E cuyo piloto logró salvar su vida gracias al mecanismo de eyección, participaba en un ejercicio de entrenamiento cuando poco antes de las 12.00 hora local (3.00 GMT) colisionó contra una colina cercana a la localidad de Jeungpyeong, unos 140 kilómetros al sur de Seúl, según un comunicado de la Fuerza Aérea.
El organismo militar explicó en la nota que el piloto de 32 años de edad, que tiene el rango de capitán de la Fuerza Aérea, trataba de realizar un aterrizaje de emergencia cuando la parte delantera del avión se elevó.
Ante la inminencia del impacto el aviador se vio obligado a recurrir a la eyección.
El piloto, identificado por su apellido Lee fue rescatado y enviado a un hospital militar cercano, según la Fuerza Aérea, que no se pronunciado sobre su estado de salud.
La aeronave, por su parte, explotó 50 minutos después en el lugar de la colisión, al que de momento no se ha permitido acceder a oficiales y bomberos por la posibilidad de una detonación adicional.
El avión de combate F-5E siniestrado llevaba 35 años prestando servicio a la Fuerza Aérea surcoreana.
Los antecedentes más recientes del suceso de hoy se produjeron en 2010, cuando dos accidentes de diferentes variantes del F-5 -fabricado entre 1959 y 1987 por la estadounidense Nothrop- en la provincia de Gangwon ocasionaron la muerte de cinco pilotos en total.
El Ejército de Corea del Sur está inmerso en un plan de dos fases para reemplazar completamente a partir de 2017 y 2019 su flota de aviones F-4 (fabricado por McDonnell Douglas) y F-5, algunos de los cuales llevan desplegados desde hace casi 40 años.
(Agencia EFE)