(defensa.com) Australia y Japón han firmado un acuerdo comercial y de seguridad con el que pretenden elevar sus relaciones bilaterales a un nuevo nivel e incrementar las relaciones en materia de seguridad, incluyendo el desarrollo conjunto de equipo militar. Ambos países esperan incrementar el número de ejercicios militares conjuntos y aumentar el intercambio de inteligencia y la interoperabilidad de sus Fuerzas Armadas.
En el trasfondo de este acuerdo está la preocupación de ambos por compensar el crecimiento de China en la zona. Japón anunció recientemente la cancelación de una norma auto impuesta que le impedía exportar equipo militar, por lo que existe ya el marco legal para llevar adelante esta operación.
La compra de los más modernos submarinos japoneses, la clase Soryu, o el acceso a su tecnología están en la agenda del Primer Ministro australiano, Tony Abbot, durante su visita a Japón. Esta no sería la primera toma de contacto puesto que anteriormente ya se había desplazado una delegación del Ministerio de Defensa australiano y del organismo de adquisiciones de material (Defence Materiel Organisation o DMO) e incluso militares australianos habrían tomado contacto con los submarinos y su sistema de propulsión independiente de diseño sueco.
Esta sería incluso una opción para modernizar los seis submarinos de la clase Collins que actualmente tiene en servicio Australia para extender su vida útil hasta la llegada de los nuevos, hecho que previsiblemente no tendrá lugar antes de 2020. Los submarinos clase Soryu tienen un desplazamiento de 4.200 toneladas en inmersión, disponen de sistema de propulsión independiente del aire, lo que aumenta el tiempo de inmersión y tienen un coste estimado por unidad de 600 millones de dólares.
Australia tiene un programa de submarinos en marcha que contempla la adquisición de hasta 12 unidades de nueva fabricación. Hasta ahora se asumía que el astillero local ASC sería el fabricante de estos sistemas, aunque con colaboración de un socio tecnológico internacional, contemplándose la apertura de un concurso internacional.
El astillero español Navantia lleva años siguiendo este programa y espera que el diseño del S-80 que construye para la Armada española pueda participar en el programa y beneficiarse de las buenas relaciones existentes entre Australia y España y en la colaboración del astillero español que se ha traducido en la venta y fabricación conjunta de dos Buques de Proyección Estratégica y tres destructores antiaéreos basados en el diseño de las fragatas F-100 españolas. Precisamente entre el 8 y el 10 de este mes está teniendo lugar en Canberra un ciclo de conferencias sobre el programa de submarinos australianos en el Australian Strategy Policy Institute (ASPI).
Tras la firma del acuerdo comercial cobra más sentido el anuncio realizado el mes pasado según el cual Japón adquirirá vehículos blindados Bushmaster de fabricación australiana por valor de 10 millones de dólares. (J.N.G.)