Irán lanza al agua el submarino revisado de la clase Qadir, de fabricación nacional, equipado con torpedos e imposible de ser rastreado por los enemigos.
Durante una ceremonia celebrada este miércoles en el puerto de Bandar Abás, sita en la provincia sureña de Hormozgan, el submarino revisado de la clase Qadir se ha unido a la Armada iraní para mejorar la capacidad marítima del Ejército persa en la región estratégica del Golfo Pérsico.
El submarino tiene 29 metros de largo y es capaz de disparar torpedos desde los dos lados frontales, liberar una variedad de buscaminas, llevar comandos y lanzar misiles.
Al respecto, el comandante de las fábricas de la Armada iraní, el contralmirante Abas Fazelnia, presente en la ceremonia, ha aseverado que los submarinos de la clase Qadir no pueden ser descubiertos y rastreados por los enemigos.
“El punto fuerte del submarino de la clase Qadir es su pequeña dimensión que no puede ser descubierto y rastreado, mientras con sus torpedos inteligentes, puede representar una gran amenaza para el enemigo que busque una posible agresión”, ha agregado.
Tras recordar la fabricación del submarino denominado Fateh (Conquistador) —capaz de lanzar misiles de crucero antibuque en situación sumergida—, Fazelnia ha subrayado que Irán se encuentra entre los países del mundo con la tecnología para construir todas las clases de submarinos.
Los submarinos de la clase Qadir, presentados por primera vez en 2018, están diseñados para navegar en las aguas poco profundas del Golfo Pérsico para garantizar la paz y la seguridad de las fronteras marítimas de Irán.
Las autoridades persas han advertido en varias ocasiones que la Armada iraní vigila de cerca todos los movimientos de los buques de guerra regionales y ajenos a la zona que se aproximan al Golfo Pérsico, donde reina la seguridad gracias al proceder de Irán, recalcan.