Julio Garulo domingo, 12 de enero de 2014
La venta de dos satélites de inteligencia a Emiratos Árabes Unidos (EAU) por Francia estaría en peligro al descubrirse que contenían un componente estadounidense diseñado para interceptar los datos transmitidos a la estación de control terrestre, según informa Defense News.
El contrato, con un valor de unos 800 millones de euros (unos 1.100 millones de dólares), consistía en el suministro de dos satélites de reconocimiento óptico Falcon Eye, de alta resolución, tipo Pleiades, con un peso de menos de 1.500 kg cada uno y que serían lanzados separadamente, uno a finales de 2017 y el otro a comienzos de 2018; además incluía la construcción dos estaciones terrestres para el control de los satélites y la recepción de imágenes y la formación de técnicos de los EAU en Francia.
Una fuente de alto nivel de los Emiratos ha afirmado que en los satélites se incluían componentes específicos fabricados en Estados Unidos, diseñados para interceptar las comunicaciones de los satélites con las estaciones de control terrestres.
"El descubrimiento [de los componentes estadounidenses] fue informado por la [oficina del] segundo jefe de las Fuerzas Armadas de los EAU [Sheikh Mohammed Bin Zayed] en septiembre," afirmó una fuente anónima de defensa. "Hemos pedido a Francia que cambie estos componente y también hemos consultado con empresas rusas y chinas."
"Si este problema no se resuelve, Emiratos Árabes Unidos está dispuesto a resolver el contrato," añadió la fuente, que indicó que el incidente ha supuesto aumentar las conversaciones conMoscú, que, junto con China, ha sido uno de los suministradores de sistemas de defensa a losEmiratos Árabes Unidos. El problema es que no está claro s se puede retirar los componentes estadounidense de los satélites.
Astrium (actualmente Airbus Defence and Space), fabricante del satélite, y Thales Alenia Space, sistema óptico, no han realizado ningún comentario a la noticia. El contrato fue firmado el 22 de julio de 2013 por el Príncipe heredero de Abu Dhabi y segundo jefe de las Fuerzas Armadas de los EAU, Sheikh Mohammed Bin Zayed, y el ministro de Defensa francés, Jean-Yves Le Drian.
El concurso para la adquisición de los dos satélites ha durado, entre retrasos y otros problemas, más de una década y en el mismo participaron 11 empresas, quedando finalistas a finales de 2012 el consorcio Astrium-Thales Alenia Space, apoyado por el gobierno francés y los consorcios apoyados por el gobierno estadounidense, DigitalGlobe/Lockheed-Martin y Ball Aerospace Technologíes y Raytheon, obteniendo el contrato el consorcio Astrium-Thales Alenia Space.
Uno de los aspectos que pudo favorecer al consorcio europeo, además del precio, la entrega y la autonomía, pudo ser la limitación de la resolución de uno de los satélites estadounidenses para detectar objetos (34 cm de diámetro) que, al ser mejor que el límite 50 cm permitido para ventas comerciales, exigía una autorización especial del gobierno estadounidense -apoyada por sus respectivos gobiernos-.
Según Defense News, un especialista en París indicaba que era extraño que Francia incluyese tecnología estadounidense en los satélites Falcon Eye, dado que Francia utiliza los satélites Pleiades como una sistema clave de su soberanía y considera que podría haber otros intereses en la denuncia por Emiratos, como presionar a Francia para obtener mejores ofertas en la posible compra de otros sistemas de armas, como el avión Rafale. Precisamente el grupo de combate naval francés, con el portaaviones Charles de Gaulle, está en la zona del mar Arábigo, habiendo realizado una visita al puerto de Abu Dhabi el día 8 de enero, con 10 avionesRafale a bordo.
El contraalmirante francés Eric Chaperon, en una conferencia de prensa en Abu Dhabi, a bordo del Charles de Gaulle indicó que Francia estaba dispuesta a compartir con los países delConsejo de Cooperación del Golfo la tecnología de submarinos, caso de que adquiriesen submarinos franceses y aprovechó para indicar que la visita a Abu Dhabi proporcionaba a Francia la posibilidad de impulsar los lazos con los Emiratos Árabes Unidos, con los que había firmado un acuerdo de defensa en 2009.