En EE.UU. se habla cada vez más de la posibilidad de un ataque nuclear, mientras expertos en seguridad y política exterior encuentran similitudes y diferencias entre el conflicto actual entre Pyongyang y Washington con el episodio de 1962 que tuvo en vilo al mundo.
Estados Unidos y Corea del Norte están enfrascados en una crisis con advertencias verbales cada vez más agresivas e incluso algunos movimientos de militares.
Por un lado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo haber enviado el 8 abril una "armada" a la península de Corea, aunque ahora se supo que en ese momento dicha flota -formada por el portaaviones Carl Vinson y otros buques- navegaba en dirección contraria.
Por el otro, el ejército norcoreano presumió su arsenal militar el fin de semana e intentó realizar una nueva prueba de uno de sus misiles de alcance medio.
El ejercicio, que falló porque el dispositivo explotó poco después de ser lanzado, tuvo lugar el mismo día en que el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, inició su gira asiática con el asunto norcoreano como uno de los principales de su agenda.
"La era de la paciencia estratégica (con Pyongyang) terminó", dijo Pence desde Corea del Sur este lunes.
"Si Estados Unidos planea una ofensiva militar, reaccionaremos con un ataque nuclear preventivo", contestó un alto diplomático norcoreano casi de inmediato.
¿Albores de guerra?
La escalada alcanzó tal nivel que ya es considerado por algunos como la mayor amenaza de guerra nuclear desde la Crisis de los Misiles, que tuvo en vilo al mundo en 1962.
En un artículo publicado el domingo por el diario estadounidense The New York Times se habla de las diferencias entre Washington y Pyongyang como una "Crisis de los Misiles de Cuba en cámara lenta".
El diario neoyorquino apunta que "cuando las ambiciones nacionales, el ego personal y un arsenal mortífero se mezclan, las posibilidades de un error de cálculo se multiplican".
Mientras tanto, en el periodista británico Paul Mason advierte en el diario The Guardian que el uso de armas nucleares "en este momento, la mayoría de las cabezas nucleares del mundo están en manos de hombres para quienes la idea de usarlas se está volviendo factible".
Mason se refiere a Kim Jong-un, Vladimir Putin y Donald Trump.
Y en concreto del estadounidense, dice Mason que "parece no entender el concepto central de la OTAN de las armas nucleares como un elemento de disuasión política y no un arma superpoderosa".
¿Entonces es cierto que este es el momento más crítico desde 1962?
"El momento más aterrador"
En Cuba recuerdan a ese episodio como la "Crisis de Octubre".
El 15 de octubre de 1962, un avión espía estadounidense descubrió instalaciones en la isla que parecían corresponder a misiles nucleares de alcance medio, lo cual puso en alerta al gobierno de John F. Kennedy.
Estados Unidos cercó a Cuba de inmediato, mientras buques soviéticos avanzaban rumbo a la isla.
Entre el 22 y el 27 de octubre de ese año, el mundo conoció lo que era sentirse al borde de una guerra nuclear.
Finalmente negociaciones secretas entre Moscú y Washington permitieron que el arsenal atómico instalado en la isla regresara a Rusia, mientras un furioso Fidel Castro reprochaba a los soviéticos por haber negociado a sus espaldas.
El premio Nobel de la Paz y físico a favor del desarme nuclear Joseph Rotblat calificó a la Crisis de los Misiles como "el momento más aterrador" de su vida.
"No conocía todos los hechos, pero sí sabía lo suficiente como para que el asunto me hiciera ponerme a temblar", afirmó el científico en aquel entonces.
Nunca más el mundo vivió algo así.
Menos en Corea del Sur
Pese a los titulares más o menos alarmistas en medios internacionales, un lugar donde se vive con relativa normalidad lo que sucede estos días es, precisamente, en Corea del Sur.
"Estuve todo el día pendiente de los noticieros y no vi nada de Corea del Norte", comenta desde Seúl la periodista Jean Lee al programa The World, de la estación de radio estadounidense PRI.
Lee, veterana corresponsal internacional y experta en Corea del Norte, explica que los habitantes del sur de la península están muy acostumbrados a la incendiaria retórica de sus vecinos del norte.
"Han vivido esto durante décadas. En general, no ven nada particularmente inusual", agrega.
Aunque también hay excepciones. "Hablé con un taxista y me dijo que esto pasa siempre en primavera, sobre todo en marzo y abril. Aunque esta vez hay una amenaza de guerra nuclear y si eso ocurriera, ya está, todos muertos".
"La situación cambió dramáticamente"
Consultado por BBC Mundo, Bates Gill, experto en relaciones entre Estados Unidos y Asia de la Universidad Nacional de Australia, señaló que considera que estamos en el pico de mayor tensión en décadas y que ciertamente las cosas cambiaron "dramáticamente" en el último tiempo.
"Corea del Norte está incrementando sus posibilidades de atacar a Estados Unidos. La situación cambió dramáticamente en los últimos tres años por el desarrollo de sus armas nucleares y eso llamaba a un diferente enfoque urgentemente", señaló Gill.
El experto añadió que la administración Trump piensa que "esperar que Corea del Norte se deshaga de su arsenal nuclear claramente no ha funcionado".
Sin embargo, Robert Einhorn, experto en seguridad y política exterior del Instituto Brookings de Washington D.C., señaló a BBC Mundo que lo que vivimos estos días sigue "muy lejos" de estar al borde de una confrontación nuclear como en 1962.
Los dos estudiosos coinciden en que no será la opción militar la que resuelva las diferencias entre Estados Unidos y Corea del Norte.
Vaticinan que, al igual que hicieron los soviéticos y estadounidenses hace casi 55 años, Washington y Pyongyang resolverán sus problemas en una mesa de negociaciones.
Las dificultades en el conflicto
El profesor Gill señala dos aspectos para afirmar que la crisis diplomática de Estados Unidos y Corea del Norte no se resolverá con misiles: las declaraciones del gobierno de Trump y la presión que China puede ejercer sobre Pyongyang.
"Yo dudo que esto se vaya a resolver a través de una guerra nuclear. Me baso en algunas de las declaraciones del gobierno de Trump que dicen que quieren agotar todos los diferentes tipos de vías diplomáticas y pacíficas", señaló Gill.
"Creo que la administración Trump está tratando de mandar señales de que quiere mover la situación hacia una resolución. Eso es una diferencia sustancial con el enfoque de Obama", añadió el profesor.
Para Gill, "la opción militar sería la última del gobierno de Trump, a menos que exista una amenaza inminente".
Por su parte, Einhorn explicó que si bien la situación es "claramente mucho más tensa por las declaraciones que hace Corea del Norte", considera que el conflicto "no es tan preocupante como todo el mundo cree".
"Los titulares de los medios pueden decir una cosa, pero la realidad nos dice otra", señaló el experto del Instituto Brookings.
Pese a que no cree que se precipite algo semejante como una guerra nuclear, Einhorn considera que "será muy difícil y complejo para la administración Trump convencer a los norcoreanos de eliminar su programa nuclear".
El experto añadió que para Pyongyang esas armas son consideradas una de las garantías de supervivencia del régimen.
Después de la Crisis de los Misiles de Cuba, Estados Unidos y la Unión Soviética sólo activaron sus alertas nucleares en 1983, en el marco de una serie de ejercicios militares de la OTAN que fueron tomados por la URSS como un posible ataque atómico.
Los soviéticos alistaron sus misiles y alertaron a sus bases en Alemania Oriental y Polonia.
El incidente tuvo una repercusión mucho menor que la "Crisis de Octubre", pero es considerada por historiadores como la mayor crisis relacionada con armas nucleares desde 1962.
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