Foto: RIAN
Seis novedosos submarinos diésel-eléctricos del proyecto 636.3 deben incorporarse a la Flota rusa del Mar Negro hasta 2016. Tres de ellos se pondrán en servicio operativo en el año en curso.
Son el "Novorossiysk", el "Rostov del Don" y el "Stari Oskol", sumergibles convencionales de tercera generación de la clase Varshavianka (o Kilo, según la clasificación de la OTAN). El primero en llegar será el "Novorossiysk". Tiene setenta y tres metros de largo, diez de ancho, la profundidad máxima de inmersión de trescientos cincuenta metros y la velocidad máxima sumergido de 20 nudos. Según fuentes abiertas, lleva un potente armamento incluyendo misiles de crucero Club- S. El vicepresidente de la Academia de Problemas Geopolíticos, el capitán de navío Konstantín Sivkov, señala :
–Son misiles de unos 300 kilómetros de alcance. Pero también puede llevar misiles Calibre que tienen entre 1200 a 1500 kilómetros de alcance. Según informó el jefe de la Fuerza Naval, el almirante Víktor Chirkov, el Calibre ya está en dotación de la Armada rusa. Por sus características, es equiparable al Tomahawk de EEUU y puede batir objetivos en países ubicados bien lejos del mar Negro, como, por ejemplo, los de Medio y Cercano Oriente.
El bajo nivel de ruido es uno de los parámetros sin parangón del nuevo submarino ruso. Su predecesor del proyecto Varshavianka, el número 877, se mereció el apodo de "agujero negro" entre los expertos occidentales, por lo silencioso que era. En ello, no tenía análogos entre los sumergibles occidentales. Y el 636.3, que es una versión profundamente modernizada del Varshavianka, es aún menos ruidoso. Además, está dotado de equipos acústicos de más alto nivel, lo que lo hace notablemente superior a los buques enemigos de la misma clase. Incluidos los de propulsión nuclear. El nuevo sumergible ruso es capaz de cumplir un amplio espectro de tareas. Se trata, en primer término, de neutralizar los submarinos enemigos en las inmediaciones de su litoral, y no frente a las costas de Rusia, y de proteger las bases navales y las comunicaciones costeras y marítimas propias. Últimamente, el grado de tensiones en la cuenca del mar Negro es relativamente bajo, acota el almirante:
–Pero no debemos olvidar de la proximidad del Mediterráneo, donde la situación suele ser distinta y, en ciertas circunstancias, puede extenderse sobre el mar Negro, sobre todo, si no se logra sofocar el conflicto en Siria, a pesar de los recientes avances positivos en este sentido, o si se desata un conflicto armado contra Irán, generando un flujo inusitado de refugiados y terroristas hacia la cuenta del Negro. Esto puede provocar un conflicto en el mar Negro.
Los expertos estiman que, al recibir seis nuevos submarinos en solo tres años, la Flota rusa del Mar Negro podrá proteger eficazmente el litoral frente a los eventuales ataques de buques enemigos. En lo sucesivo, el total de submarinos no nucleares en dotación de la Flota del Mar Negro debe llegar a doce e incluso quince unidades, haciendo posible solucionar con éxito todas las tareas planeadas.
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