Pionyang - Martes, 06/08/2019 - 16:52
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Kim Jong-un observa un simulacro de ataque de unidades militares. / KCNA
Corea del Norte ha realizado un nuevo ensayo con misiles balísticos de corto alcance, el cuarto en menos de dos semanas, según fuentes militares surcoreanas. El régimen de Kim Jong-un también ha amenazado a Seúl y a Washington con “pagar un alto precio” por las maniobras militares conjuntas que iniciaron el lunes.
Los últimos ensayos armamentísticos se hicieron a primera hora desde la provincia norcoreana de Hwanghae del Sur, el mismo lugar donde el régimen norcoreano efectúo sus otros tres lanzamientos en un plazo de trece días, según ha informado el Estado Mayor Conjunto (JSC) surcoreano.
A partir de los primeros datos recopilados, los ejércitos de Seúl y Washington creen que en las cuatro rondas Pionyang ha probado un nuevo tipo de misiles balísticos de corto alcance similar al que ya testó el pasado mayo, según dijo un portavoz del JCS.
Junto a esta nueva exhibición de poderío militar, el régimen que encabeza Kim Jong-un ha vuelto a protestar hoy por las maniobras castrenses que comenzaron este lunes Corea del Sur y Estados Unidos. El líder también ha advertido a los aliados sobre posibles represalias por dichos ejercicios, a través de un comunicado de su Ministerio de Asuntos Exteriores.
Aumenta las tensiones
Pionyang acusa a EEUU de "incrementar la tensión militar hostil" en su contra al "desplegar una larga cantidad de equipamiento militar ofensivo" en Corea del Sur, lo que a su juicio constituye "un incumplimiento de su compromiso para suspender ejercicios militares conjuntos", conforme a la declaración recogida por la agencia estatal KCNA.
El régimen norcoreano alude así al compromiso supuestamente convenido por el presidente estadounidense, Donald Trump, durante la tercera cumbre con Kim improvisada a finales del pasado junio en la frontera intercoreana, y en la que ambos líderes también pactaron reactivar el diálogo para el desarme del Norte.
Desde entonces, ambos países han mantenido contactos para reiniciar las negociaciones que permanecían congeladas desde
el fiasco de la cumbre de Hanói en febrero, aunque del repunte de la tensión en la península coreana a raíz de las maniobras castrenses de Seúl y Washington parece dejar otra vez el diálogo en el aire.
Cuarto lanzamiento
Los misiles volaron unos 450 km y alcanzaron una altitud de 37 km, ha informado el JCS. Las agencias de inteligencia de Washington y Seúl consideran que tenían características de vuelo similares a los misiles balísticos de corto alcance lanzados por Corea del Norte el 25 de julio, según el JCS.
Kim Dong-yub, un experto militar de la Universidad Kyungnam de Corea del Sur, ha explicado que la última área de lanzamiento era importante porque la ruta de vuelo de 450 km significaba que Corea del Sur esta al alcance de tales misiles.
"Es difícil detectar el origen del lanzamiento de antemano porque es capaz de lanzar un misil desde casi cualquier parte de Corea del Norte, apuntando a toda Corea del Sur" ha dicho Dong-yub.
Movimientos hostiles
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte, ha dicho que Pionyang seguía comprometida a resolver los problemas a través del dialogo, pero que los ejercicios militares conjuntos de EEUU y Corea del Sur, violan una promesa hecha por Trump a Kim. El régimen norte coreano “se verá obligado a buscar un nuevo camino como ya hemos indicado” si el Sur y EEUU continúan con movimientos militares hostiles, ha reiterado el portavoz.
"Estados Unidos y Corea del Sur son muy habladores de puertas afuera sobre el diálogo. Pero cuando se sientan y se relajan, afilan sus espadas para hacernos daño", señala la nota del Ministerio de Exteriores norcoreano, que también apunta que Pionyang se verá "abocado a buscar otra vía" en vistas a esta situación.
"Mantenemos nuestra postura de resolver los problemas a través del diálogo. Pero la dinámica del diálogo no será visible mientras continúen los movimientos militares hostiles", añade el comunicado antes de advertir con "hacer pagar un alto precio" a los aliados, si "siguen ignorando las repetidas advertencias" del Norte.
Maniobras militares conjuntas
El motivo de estas quejas son las maniobras conjuntas que se realizan entre los días 5 y 20 de este mes en el Sur, y cuya escala se ha reducido de forma significativa respecto a años anteriores en el marco de los acuerdos alcanzados en las cumbres intercoreanas y en las reuniones entre los líderes de EEUU y Pionyang.
La llegada de nuevos aviones de combate F-35A de fabricación estadounidense a Corea del Sur, la visita de un submarino nuclear estadounidense a un puerto de Corea del Sur y las pruebas estadounidenses de misiles balísticos son algunos de los pasos que han obligado a Corea del Norte a continuar desarrollo de armas propias, según el portavoz.
Los medios surcoreanos informaron que los ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y Corea del Sur comenzaron el lunes. Un alto funcionario de Corea del Sur ha explicado anteriormente que los simulacros implicarían principalmente simulaciones por computadora. Un portavoz de JCS ha dicho en una conferencia de prensa el lunes que los aliados se están preparando para un ejercicio conjunto en la segunda mitad del año, pero no han confirmado el nombre del simulacro o si ya había comenzado.
Respuestas diplomáticas
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha minimizado la importancia de las pruebas armamentísticas de la semana pasada, y ha afirmado que dichos ensayos no infringen los compromisos alcanzados en sus cumbres con el dictador norcoreano.
El Ministerio de Defensa de Japón ha dicho que no ve ninguna amenaza inminente para la seguridad japonesa desde el último lanzamiento de un proyectil por parte de Corea del Norte.
Programa nuclear
Un informe de las Naciones Unidas dijo el lunes que Piongyang ha continuado mejorando sus programas nucleares y de misiles y usó ataques cibernéticos para obtener $ 2 mil millones para financiar el desarrollo. Las pruebas de misiles representan avances militares, y también ayudan a Kim a fortalecer su poder de negociación con EEUU, ha dicho Van Jackson, un exfuncionario del Pentágono centrado en Corea.
"Kim cree que no necesita comprometerse para obtener lo que quiere, no necesita llevar a cabo negociaciones serias a nivel de trabajo porque recurre a Trump y no necesita restringir ninguna de sus pruebas de misiles o acciones en el extranjero mientras no pruebe un misil balístico intercontinental ", según el análisis de Jackson.
Además de sus rondas de lanzamientos de proyectiles, definidos por los medios estatales norcoreanos como "un nuevo sistema lanzacohetes múltiple teledirigido de gran calibre" y supervisados por el propio Kim, el régimen mostró a finales del mes pasado un nuevo submarino con capacidad para disparar misiles balísticos.