Un avión y un drone israelí derribados por Siria ¿Qué significa eso?
La
guerra en Siria ha tomado un nuevo rumbo, desde que se inició el conflicto armado cada vez el ímpetu por derrocar a Bashar al-Asad es más tenaz.
Tanto es así que ha involucrado a toda la pirámide de combatientes indirectos de primer orden, regionales, polarizados entre el Gobierno legítimo de Siria, el del presidente Bashar al-Asad, que ha aglutinado a Irán, Irak, Hezbolá que defienden el orden constitucional de Siria así como a las minorías religiosas, protegidas por el Baaz sirio de un lado, de otro se sitúan los terroristas de los innumerables grupos armados de pululan por el mapa,
Estado Islámico (Daesh), Frente Islámico, Frente Fath Al-Sham (la refundación de Frente Al-Nusra, es decir, Al Qaeda), apoyados por Turquía, Israel, Arabia Saudí, Catar, Emiratos Árabes Unidos. Pero ahí no acaba el juego de alianzas ya que en el frente del presidente Bashar al-Asad se sitúa como combatiente de tercer nivel Rusia y China, como potencias internacionales, y en el frente del terrorismo se sitúa Estados Unidos y la Unión Europea (UE).
En Siria no existe una guerra sino muchas, es una muñeca rusa de guerras indirectas enmascaradas tras la guerra directa entre Bashar al-Asad y sus opositores, el objetivo de Al-Asad y de sus aliados es mantener la estabilidad en al región y contener tanto el sionismo israelí como el sionismo árabe contenido en las naciones que rinden vasallaje a la entente Tel Aviv-Bruselas-Washington, cuya función es intentar mantener el mundo islámico atado a Occidente en la forma de un colonialismo indirecto de dictados y recomendaciones y Siria es un problema ya que este país en un enclave de primer orden estratégico no puede estar fuera de la órbita occidental.
Al mismo tiempo debemos ser conscientes de que a finales de los años 90, en Estados Unidos, el Think Tank “Proyecto para el nuevo siglo Americano” determinó que para que Estados Unidos tuviera un dominio total estratégico Oriente Medio debía de ser reconfigurado siguiendo el gusto de los neoconservadores de Washington, el plan, contenido en el texto “reforzando las defensas de América”, establecíauna serie de países que debían de caer, y ser destruidos, para que el dominio fuera total, estos países eran: – Iraq – El Líbano – Libia – Somalia – Sudán – Irán
Salvo este último y El Líbano, el resto de países han sufrido los embites de las guerras de Estados Unidos para asegurarse el control tanto de las rutas de suministro energético como las reservas de hidrocarburos pero estos no contaban con que desde el primer lustro del año 2000 Rusia, China e Irán, conscientes de que debían unirse en un frente común que defendiera sus intereses y a sus aliados comenzaron a modernizar sus arsenales y a estrechar sus lazos o acabarían siendo destruidos o aislados.
Esta estrategia a largo plazo ha agotado a Occidente económicamente, tanto Estados Unidos como la Unión Europea son incapaces de financiar una guerra convencional como las vividas en Irak o en Afganistán contra Bashar al-Asad debido a inasumible gasto militar por un lado y la oposición de la ciudadanía occidental por otro. Al mismo tiempo Occidente se apoya en los intereses de sus aliados en Oriente Medio cuyos pivotes son Israel, Arabia Saudí y Turquía, cuyos intereses se basan en contener a Irán y ampliar su influencia en esta región de ahí que funcionen como guardianes del status quo y ayuden a armar y financiar a estos terroristas que, desde luego, son más baratos en términos económicos, políticos y sociales que enviar a los soldados nacionales en una misión militar convencional.
Al mismo tiempo esta estrategia basada en el mercenariado y en la desinformación del conflicto en Siria está siendo vencido por la realidad, totalmente palpable en el hecho de que el pueblo sirio, en su mayoría, sigue apoyando a Bashar al-Asad ya que si así no fuera no se podría entender que continuará en el poder después de tantos años de guerra constante, y al mismo tiempo tampoco se podría entender la relativa calma, están en tiempos de guerra, de las zonas controladas por el Gobierno sirio.
Israel ha sido un gran protagonista en esta historia desde el principio ya que existen conflictos fronterizos entre ambas partes debido a que desde la guerra de los seis días Israel ocupó, y no ha devuelto, el territorio de los Altos del Golán, pertenecientes al territorio sirio y que ha sido conquistado, anexionado y colonizado, contra el Derecho Internacional. De hecho aquí están las resoluciones contra Israel por el control del Golán.
-Resolución 242 de 22 de noviembre de 1967
-Resolución 446 de 22 de marzo de 1979
-Resolución 497 de 17 de diciembre de 1981
La presión de la comunidad internacional para que cesen las actuaciones ilegales de Israel, también en Siria ha hecho que la mejor opción para no ceder sea situarse en contra del presidente Bashar al-Asad y el Baaz sirio que desde siempre ha sido un grave problema para Israel debido al constante apoyo de Damasco hacia la causa Palestina, hacia Hezbolá así como las buenas relaciones Damasco-Teherán. Debido a esto apoyan al terrorismo internacional e intentan derrocar a Bashar al-Asad, para expulsar a la influencia iraní de Siria, arrinconar a Hezbolá y cortar los apoyos de la legítima causa Palestina.
Durante años en este conflicto las injerencias ilegales de Israel en Siria en forma de ataques aéreos con aviones y drones ha sido una constante hasta ayer, cuando tanto un dron como un avión del régimen de Israel ha sido derribado sobrevolando el espacio aéreo sirio lo cual pone la guerra en un nuevo nivel, no olvidemos que el Gobierno de Damasco tiene asesores diplomáticos y militares de Rusia, China e Irán por lo que la importante, y determinante, decisión del derribo de estos aviones ha sido aprobado dentro y fuera de Siria que ha dicho alto y claro que no va a permitir más injerencias del sionismo internacional en su territorio.
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