Rescatistas tras un bombardeo en Alepo. Foto: AP / Validated UGC
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La tragedia de Alepo, la gran ciudad siria que está siendo comparada con Sarajevo o Grozny por los altos niveles de destrucción que sufre día a día, puede estar a punto de ver sus peores momentos.
Después de que Moscú advirtió a los rebeldes salir de la ciudad antes de las 7:00 de la tarde del viernes 4, una poderosa flotilla naval rusa se acerca al Mediterráneo Oriental, lo que despierta el temor de que se aproxima una ofensiva aérea aplastante, justo cuando la atención del mundo se divide entre las elecciones en Estados Unidos y la batalla contra el Estado Islámico en Mosul, en el norte de Irak.
Ante la inminencia de este cambio de equilibrios, la oposición armada siria lanzó una acometida casi desesperada para romper el sitio impuesto por las tropas gubernamentales sobre la parte oriental de Alepo, con tanta violencia que la ONU la acusó de disparar indiscriminadamente contra la población civil, lo que –señaló- podría constituir crímenes de guerra.
El movimiento de los buques rusos, que incluye al único portaaviones de su marina armada, el Almirante Kuznetsov, coincide con incrementos de tropas en las fronteras de los países miembros de la OTAN con las zonas de influencia de Moscú, un incremento de la tensión en Europa Oriental que recuerda ambientes propios de la Guerra Fría.
No se había visto un despliegue naval ruso de estas dimensiones en un cuarto de siglo, al menos desde antes de la desaparición de la Unión Soviética, en 1991. Con sus 55 mil toneladas, y equipado con misiles, torpedos y artillería antiaérea, el Almirante Kuznetsov es el navío más preciado de las fuerzas armadas rusas. Lo acompañan el crucero de batalla Pedro El Grande, los destructores antisubmarinos Severomorsk y Vicealmirante Kulakov, y cuatro buques de apoyo.
El pasado 20 de octubre, la flotilla cruzó el Canal de la Mancha, acercándose a Gran Bretaña lo suficiente como para ser visto desde la costa, lo que fue interpretado por la prensa local como una “demostración de fuerza”.
Diez días después, dos submarinos nucleares clase Akula, equipados con misiles crucero Kalibr capaces de atacar objetivos en tierra, y uno clase Kilo, emergieron en el mar de Irlanda, en ruta para alcanzar a los otros buques frente a las costas del Norte de África.
Las denuncias del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, de que la flotilla se dirige a intervenir en Alepo, hechas el 25 de octubre, fueron calificadas de “absurdas” por un vocero del Ministerio ruso de Exteriores, Andrei Kelin: “Nuestro grupo de batalla está en el Mediterráneo. Nuestros barcos siempre han tenido presencia ahí. ¿Por qué hacen recomendaciones políticas con base en sugerencias espurias?”, declaró
Durante meses, Rusia ha buscado alternativas para agilizar sus operaciones aéreas en Siria. Aunque cuenta con una base propia en el puerto sirio de Latakia, ni en ella ni en otras partes del país existen pistas capaces de recibir sus aviones más grandes y modernos, por lo que tienen que hacer la mayor parte de sus salidas desde territorio ruso, y cruzar los espacios aéreos de varias naciones. En agosto, pareció hallar una solución al utilizar aeródromos militares en Irán, pero el permiso fue revocado porque provocó un grave conflicto político en la República Islámica, donde ninguna fuerza militar extranjera había actuado con aprobación gubernamental desde la revolución de 1979.
Actualmente, las agencias occidentales estiman que Rusia mantiene en Siria cuatro mil 500 soldados, incluyendo un batallón de marinos, 100 hombres de fuerzas especiales, un batallón de infantería, uno de reconocimiento y uno de artillería pesada. También, de 12 a 20 cazas Su-27, cuatro bombarderos Su-34, entre cuatro y ocho cazas Su-30 y Su-35, y cantidades desconocidas de helicópteros de ataque y drones.
La capacidad rusa en Siria se vería considerablemente incrementada en cantidad y potencia con los aviones que se cree que lleva el Almirante Kuznetsov: cuatro cazabombarderos MiG-29K, 10 cazas Su-33, dos helicópteros de ataque Ka-50 y dos helicópteros de búsqueda y rescate Ka-27. Además de los misiles mar-tierra de los submarinos Akula.
Pese a la negativa rusa, las versiones de fuentes no identificadas de la inteligencia occidental, que declararon al diario británico The Times que Moscú intentaría dar un golpe definitivo en Alepo, aprovechando la confusión de los últimos días de campaña electoral en Estados Unidos y el periodo de dos meses en que Barack Obama se verá convertido en un presidente sin poder, parecieron reforzarse con la advertencia que hizo el Kremlin el pasado miércoles 2.
Las fuerzas sirias, aseguró Dmitry Peskov, un vocero del gobierno ruso, abrirían dos corredores especiales para que los civiles e incluso los combatientes rebeldes puedan salir de Alepo, entre las 9:00 de la mañana y las 7:00 de la tarde del viernes 4, momento en que terminará la moratoria de ataques aéreos declarada por el presidente ruso Vladimir Putin.
El jueves 3, según las estimaciones, la flotilla rusa habrá llegado a su destino frente a la costa siria. En lugar de los mil kilómetros que tienen que viajar desde el Cáucaso ruso, sus aviones más grandes estarán a sólo 200 kilómetros de Alepo.
Escenario de la Guerra Fría
“Está totalmente fuera de consideración”, declaró Zakaria Malahifji, del grupo rebelde Fastaqim, a la agencia Reuters, en referencia al ultimátum declarado por Moscú, el mismo miércoles 2. “No les vamos a entregar Alepo a los rusos ni nos vamos a rendir”.
La presión, sin embargo, se hace sentir con fuerza y se expresó en la ofensiva que lanzaron los rebeldes del 28 al 31 de octubre. Ese último día, Staffan de Mistura, enviado especial de la ONU para Siria, calificó las acciones en términos muy duros:
“A aquellos que argumentan que esto se hace para aliviar el sitio de Alepo Oriental, hay que recordarles que nada justifica el uso de armas desproporcionadas e indiscriminadas, incluido armamento pesado, sobre áreas civiles, y esto podría alcanzar el grado de crímenes de guerra”, dijo.
Alepo ha estado partida en mitades desde julio de 2012. A partir del sector occidental que controla y con el apoyo de la aviación rusa, las fuerzas del régimen lograron cerrar un cinturón alrededor de la parte oriental. En su retaguardia, sin embargo, más al oeste, hay amplias zonas bajo dominio de la oposición, desde las que el fuego de artillería sobre la zona occidental de la ciudad ha tratado de debilitar y distraer las fuerzas con las que el ejército gubernamental intenta vencer a los rebeldes.
Al bombardeo cotidiano de áreas residenciales de la parte oriental (que llevan a cabo sólo aviones sirios desde que, el 18 de octubre, Moscú declaró la “moratoria humanitaria” que concluiría el viernes 4), se sumó así el de los barrios occidentales, lo que dejó entre el medio centenar de muertos civiles registrado por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (más unos 250 heridos), y el centenar que denuncia el gobierno del presidente Bashar al Assad.
Siria se ha convertido en un escenario de Guerra Fría, en el que las grandes potencias mundiales enfrentan a sus enemigos a través de proxies o fuerzas interpuestas, como ocurrió en Vietnam y en Afganistán.
Mientras la flotilla del portaaviones Kuznetsov cruza el Mediterráneo, la OTAN y Moscú realizan significativos movimientos de tropas en Europa del Este e incluso ejercicios militares, como el que las naciones occidentales empezaron el 31 de octubre en la pequeña república de Montenegro, y el que inició el ejército ruso en el país vecino, Serbia, el miércoles 2.
En un discurso en la Cámara de los Comunes, el secretario británico de defensa, Michael Fallon, aseguró que una guerra de la OTAN y Rusia “no es probable que ocurra en 2017”.
Mientras tanto, en Siria, “los civiles de ambos lados de Alepo han sufrido bastante debido a intentos, fútiles pero letales, de someter la ciudad”, denunció Staffan de Mistura. “Ahora necesitan y merecen un cese al fuego estable que cubra esta antigua ciudad”
http://www.proceso.com.mx/