25 de febrero de 2016 - 15:40
Maqueta del avión de combate sueco Gripen, cuya compra rechazó el pueblo suizo en mayo de 2014.
(Keystone)
No han pasado ni dos años del rechazo popular a la compra de un nuevo avión de combate tipo Gripen, y el Gobierno suizo vuelve a la idea de adquirirlo. La pregunta es si la ciudadanía podrá votar de nuevo al respecto.
El 18 de mayo de 2014, el pueblo votó en contra de la compra de aviones de combate Gripen (53,4% de los escrutinios). Fue un golpe para el Gobierno y la mayoría del Parlamento, que querían adquirir 22 de esos aparatos por 3,1 millones de francos.
Sin embargo, el nuevo ministro de Defensa, Guy Parmelin, quien asumió el cargo el 1 de enero pasado, replantea la cuestión. Los trabajos preparatorios para evaluar el nuevo avión comenzarán esta primavera y una propuesta de crédito deberá ser presentada al Parlamento en 2017.
Según la planificación del Ministerio de Defensa, la elección del aparato se hará en el 2020, el crédito de adquisición será sometido al Parlamento en 2022 y la entrega de los aviones tendrá lugar en 2025.
Prudencia
El Ministerio de Defensa establecerá un grupo de acompañamiento. Reunirá a un miembro de cada partido en el Gobierno, así como a representantes de diversos ministerios, de la industria y de la Sociedad Suiza de Oficiales. Ese grupo seguirá los trabajos de los expertos, intercambiará con ellos puntos de vista y discutirá los aspectos fundamentales de la adquisición. Sin embargo, no tendrá poder de decisión.
“El Consejo Federal (Gobierno) no tiene la intención de saltar etapas. Avanza con prudencia”, estima el periódico ‘24 Heures’. Este grupo de acompañamiento contribuye a ello, de acuerdo con el diario de Lausana. “Si este duopolio parece un poco difuso, la programación es, por el contrario, clara como el agua de manantial”, anota.
¿Tras el rechazo de 2014, el Gobierno hace un “berrinche” al regresar tan pronto a la carga? “No”, responden en un editorial conjunto ‘Der Bund’ y el ‘Tages Anzeiger’. Ambos diarios en lengua alemana recuerdan que los 54 F-5 Tiger de la Fuerza Aérea Suiza están en operación desde hace 30 años y que los 31 F/A-18 “llegan a su etapa final”. Entonces, se corre el riesgo de quedarse sin aviones de combate, advierten.
Votación incierta
Pero la tarea del Gobierno no será fácil, subrayan los dos cotidianos, “porque después del fracaso del Gripen una cosa está clara: el apoyo al ejército en las urnas es cosa del pasado”.
Sin embargo, no es seguro que el pueblo pueda expresarse de nuevo sobre la compra de los aviones de combate, señala el ‘Blick’. Según el diario popular, “el Ministerio de Defensa afirma que el tema sigue abierto. Pero, según diversas fuentes, el Gobierno quiere evitar la posibilidad de una votación impredecible utilizando el presupuesto ordinario del ejército para comprar nuevos aviones”. En ese caso, un referéndum no sería posible.
A la ciudadanía no le quedaría más recurso que el de la iniciativa popular para pedir que se introduzca en la Constitución la prohibición de comprar un avión en particular o de aviones de combate en general. Una vía más difícil, dado que esa iniciativa requiere 100 000 firmas, el doble que las de un referéndum, y la obtención de una doble mayoría: la del pueblo y la de los cantones.
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