Siria vivió el cuarto día del alto el fuego pese a que las infracciones se suceden en distintas partes, lo que no ha impedido un descenso de las hostilidades, que está permitiendo un acceso humanitario a zonas asediadas.
Varios aviones lanzaron ayuda en una zona bajo el control del régimen en la ciudad siria de Deir al Zur (noreste), donde los barrios en poder gubernamental están sitiados por el grupo terrorista Estado Islámico (EI).
El envío de esta asistencia fue anunciado por activistas, pero hasta el momento no ha sido confirmado ni por la ONU ni por Rusia, que en el pasado han mandado ayuda desde el aire a Deir al Zur, ni por las autoridades de Damasco, que disponen de aviación.
Aun así, el director ejecutivo de la red de activistas Deir al Zur 24, Omar Abu Leila, dijo a Efe por teléfono que varios paquetes cayeron en un área donde no hay civiles cerca del cuartel de la brigada 137 del Ejército, en el oeste de la urbe.
"Todavía estamos tratando de confirmar datos y ver exactamente qué ha pasado", indicó el activista, quien recordó que ayer murió un hombre en Deir al Zur por la falta de alimentos.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos también informó del lanzamiento de la ayuda a Deir al Zur, sin ofrecer detalles.
Entretanto, la ONU está organizando varios convoyes humanitarios para acceder en los próximos días a otras zonas asediadas.
Una responsable de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en Siria reveló a Efe que planean para mañana la entrada de ayuda a Kafr Batna, en las afueras de Damasco.
Además, a finales de esta semana, la ONU quiere introducir asistencia en Madaya y Zabadani, en la periferia de la capital, y en Fua y Kefraya, en la provincia septentrional de Idleb.
Kafr Batna, Madaya y Zabadani están cercadas por las fuerzas gubernamentales, mientras que Fua y Kefraya, de mayoría chií, están rodeadas por el Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda.
Hace dos días, el coordinador humanitario de la ONU en Damasco, Yacub el Hillo, adelantó su intención de repartir esta semana ayuda a unos 154.000 residentes en lugares asediados, aprovechando el descenso de la violencia.
No obstante, los ataques y enfrentamientos continúan en algunas partes.
Al menos cinco civiles murieron, entre ellos un menor, y otros 17 resultaron heridos por el impacto de cohetes, de origen desconocido, en los pueblos de Zainiya y Mastum, en Idleb, según el Observatorio.
Por otro lado, al menos dos combatientes de grupos islámicos fallecieron durante combates contra las fuerzas del régimen en Hirbnafsa, en Hama (centro).
También hay enfrentamientos entre ambas partes en Yabal Akrad, en el norte de la provincia costera de Latakia, donde un miliciano opositor pereció.
En todas esas zonas hay presencia del Frente al Nusra, una organización que junto al grupo Estado Islámico está excluida del acuerdo para el cese de las hostilidades aceptado por el Gobierno de Damasco y la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), principal alianza opositora.
Sin embargo, también operan en ellas otras facciones que forman parte de la CSN y que han aprobado el alto el fuego, como brigadas del Ejercito Libre Sirio (ELS), los Libres de Sham y el Ejército del Islam.
Asimismo, en Latakia, un grupo de periodistas rusos y de otros países fue alcanzado por un bombardeo cuando efectuaba una gira organizada por el Ejército ruso para observar el cumplimiento del alto el fuego.
Ese ataque causó heridos leves, según señaló el general Igor Konashenkov, portavoz ruso en la base aérea de Hamimim, en Siria.
Los medios oficiales sirios acusaron a "terroristas" del ataque, mientras que el Observatorio lo atribuyó a grupos islámicos.
Entretanto, las autoridades de Damasco y la oposición siguen con las acusaciones mutuas de infracciones.
La agencia oficial siria de noticias, SANA, que citó al Ministerio ruso de Defensa, habló este martes de quince violaciones cometidas por terroristas durante las últimas 24 horas, mientras que la Coalición Nacional Siria (CNFROS), componente principal de la CSN, denunció infracciones en 40 zonas ayer, donde hubo 40 fallecidos.
En sus primeras palabras desde el inicio del cese de las hostilidades, el presidente sirio, Bachar al Asad, expresó en una entrevista con la televisión pública alemana "ARD" su compromiso con hacer "su parte" para que se mantenga la tregua, pero reconoció que todo tiene "su límite" y que el éxito depende del "otro lado".
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