Traducción publicada el 4 Diciembre 2014 6:00 GMT
Imágenes editadas por Kevin Rothrock.
Antes de que se disipara por completo el humo del fracasado lanzamiento del cohete de carga Antares el 28 de octubre en Virginia, una gran cantidad de medios rusos, blogueros nacionalistas y usuarios habituales de RuNet estaban radiantes de orgullo nacional. Los norteamericanos lo habían arruinado, y en el campo de los cohetes espaciales, donde el orgullo patriótico ruso es especialmente intenso.
Los medios rusos revelaron pruebas de que los componentes del cohete Antares no eran rusos, aunque el misil lleva un motor NK-33 fabricado en Rusia, modificado por diseñadores norteamericanos y ucranianos. La cadena rusa RT consiguió críticas en línea, pues los usuarios de los medios sociales señalaron que el canal de noticias describió al Antares como un “cohete ruso-norteamericano” en 2013, luego de numerosos lanzamientos exitosos, pero de repente lo llamó un misil “norteamericano-ucraniano”, cuando explotó.
Un usuario de Twitter escribió:
Esas basuras hipócritas trabajan en RT. El cohete es lanzado con éxito—es ruso. Explota al ser lanzado—es ucraniano
[Titular a la izquierda: “Lanzamiento del cohete ruso-norteamericano 'Antares' hacia la Estación espacial internacional completado con éxito.” Titular a la derecha: “El cohete norteamericano-ucraniano de carga Antares explotó a segundos del despegue en el estado de Virginia.”]
En cierto sentido, el fallido lanzamiento del cohete norteamericano reavivó el orgullo de la era soviética por el programa espacial ruso. Aunque presumiblemente fue planeado con anterioridad, Rusia reveló su logo para la Copa del mundo 2018 a bordo de la Estación espacial internacional, días después de la explosión del Antares.
El usuario de Twitter Dmitri Rogozhin comparó el fracaso del Antares en EE. UU. con el exitoso lanzamiento del Soyuz-2.1a ruso unos pocos días después. Atribuyendo la culpa por la explosión del Antares a una relación envenenada entre Kiev y Washington, Rogozhin bromeó:
Los EE. UU. envían a Ucrania barras defectuosas para plantas de energía nuclear y reciben a cambio motores defectuosos para cohetes. ¡Qué amistad!
[El texto de la imagen dice, "Cómo ellos enviaron carga a la Estación espacial internacional...EE. UU. / Ucrania (Antares) … Russia (Soyuz-2.1a)."]
Imágenes editadas por Kevin Rothrock.
Antes de que se disipara por completo el humo del fracasado lanzamiento del cohete de carga Antares el 28 de octubre en Virginia, una gran cantidad de medios rusos, blogueros nacionalistas y usuarios habituales de RuNet estaban radiantes de orgullo nacional. Los norteamericanos lo habían arruinado, y en el campo de los cohetes espaciales, donde el orgullo patriótico ruso es especialmente intenso.
Los medios rusos revelaron pruebas de que los componentes del cohete Antares no eran rusos, aunque el misil lleva un motor NK-33 fabricado en Rusia, modificado por diseñadores norteamericanos y ucranianos. La cadena rusa RT consiguió críticas en línea, pues los usuarios de los medios sociales señalaron que el canal de noticias describió al Antares como un “cohete ruso-norteamericano” en 2013, luego de numerosos lanzamientos exitosos, pero de repente lo llamó un misil “norteamericano-ucraniano”, cuando explotó.
Un usuario de Twitter escribió:
Esas basuras hipócritas trabajan en RT. El cohete es lanzado con éxito—es ruso. Explota al ser lanzado—es ucraniano
[Titular a la izquierda: “Lanzamiento del cohete ruso-norteamericano 'Antares' hacia la Estación espacial internacional completado con éxito.” Titular a la derecha: “El cohete norteamericano-ucraniano de carga Antares explotó a segundos del despegue en el estado de Virginia.”]
En cierto sentido, el fallido lanzamiento del cohete norteamericano reavivó el orgullo de la era soviética por el programa espacial ruso. Aunque presumiblemente fue planeado con anterioridad, Rusia reveló su logo para la Copa del mundo 2018 a bordo de la Estación espacial internacional, días después de la explosión del Antares.
El usuario de Twitter Dmitri Rogozhin comparó el fracaso del Antares en EE. UU. con el exitoso lanzamiento del Soyuz-2.1a ruso unos pocos días después. Atribuyendo la culpa por la explosión del Antares a una relación envenenada entre Kiev y Washington, Rogozhin bromeó:
Los EE. UU. envían a Ucrania barras defectuosas para plantas de energía nuclear y reciben a cambio motores defectuosos para cohetes. ¡Qué amistad!
[El texto de la imagen dice, "Cómo ellos enviaron carga a la Estación espacial internacional...EE. UU. / Ucrania (Antares) … Russia (Soyuz-2.1a)."]
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