El programa del avión A-400M, llamado a revolucionar el transporte militar aéreo, cuyo ensamblaje final se lleva a cabo en la planta sevillana de Airbus Defense&Space, deberá superar en 2015 los numerosos problemas detectados en los suministros que han llevado al fabricante aeronáutico a una revisión completa de la cadena de proveedores, en especial en Alemania, donde se produce el fuselaje del aparato.
A pesar de que la compañía anunció en sus últimos resultados trimestrales que la revisión del programa supondría nuevos retrasos y un impacto negativo en las cuentas, Airbus D&S confía en entregar durante 2015 al menos 16 nuevos aparatos, doblando así el número de aviones suministrados durante 2014 a diferentes países.
Entregado nueve aparatos
Fuentes de la compañía consultadas por El Confidencial Digital consideran que las dificultades se dejarán notar en especial durante el segundo semestre del próximo año, coincidiendo con el aumento de la cadencia de producción de la aeronave.
Aunque con un considerable retraso, Airbus ha conseguido durante este ejercicio entregar nueve A-400M a Francia, Reino Unido, Turquía y Alemania. España deberá esperar a 2016 recibir su primer pedido, de los 27 aparatos solicitados.
Airbus D&S debe solventar algunos problemas relacionados con las capacidades militares del A-400M, tales como el salto de paracaidistas y lanzamiento de cargas, que han sido esgrimidos por algunos países clientes para retrasar la recepción de sus aviones.
Es el caso de Turquía, cuyo segundo avión se encuentra en el hangar de las instalaciones de Airbus en San Pablo (Sevilla) a la espera de ser entregado. El detalle de todas las capacidades del nuevo avión de transporte militar queda recogido en el documento ESR (European Staff Requirements) elaborado por los representantes de los Estados Mayores de todas las naciones participantes en el proyecto.
España quiere aviones cisterna
Entre los numerosos problemas que se han planteado al proyecto del A-400M se encuentra la evolución de los retos a los que se enfrentan algunos ejércitos europeos, como España, que recientemente solicitó a Airbus un "replanteamiento" en cuanto a su participación en el programa.
El Gobierno español pidió a la multinacional aeronáutica un trueque, para dar respuesta a sus urgencias más inmediatas: el Ejército del Aire necesita incorporar aviones de abastecimiento en vuelo tipo A330 MRTT para sustituir a los veteranos Boeing 707, que dejarán de estar operativos en 2017.
España considera ahora "excesivo" los 27 aparatos A-400M encargados a Airbus, y estaría dispuesta a recortar su pedido a cambio de los aviones cisterna que fabrica la propia compañía europea. Cada avión cisterna que necesita España cuesta el doble que un A-400M.
Airbus refuerza la dirección de la planta sevillana
Los retrasos y problemas surgidos en el proyecto del A-400M son considerados desde la factoría sevillana de Airbus como "normales" debido –dicen- a que se trata de un "avión nuevo", si bien para hacerles frente, la compañía aeronáutica ha decidido reforzar la dirección de la planta de ensamblaje final (FAL) de Sevilla con la incorporación de Prudencio Escamilla, director del Centro Bahía de Cádiz de Airbus D&S.
Escamilla liderará temporalmente, junto al director de la fábrica, Juan Silva, todo el proceso final de construcción de la aeronave. Un refuerzo, según la multinacional que deberá "poner fin a las tensiones surgidas en la línea de producción y en la cadena de suministro".
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