Estados Unidos reacciona a los ataques contra sus bases militares en Irak, que Washington cree que es el trabajo de Irán, con arrestos selectivos en Anbar. Según fuentes locales, en las últimas horas un comando ha aterrizado en el área de Jubba, a unos 190 kilómetros al noroeste de Bagdad, y ha capturado a Naseer al-Obeidi. El hombre es el líder de una milicia local, afiliada a las fuerzas paramilitares chiítas (PMF) Hashd al-Shaabi, y estaría involucrado en el bombardeo de la base aérea de Ain al-Assad, la más grande de todo el país del Medio Oriente. La estructura es estratégica no solo para las operaciones internas anti-ISIS y en Siria. Pero también para monitorear toda la región, con un enfoque particular en Irán. No es sorprendente que, después del ataque, Estados Unidos envió una gran columna de refuerzos desde Jordania para aumentar su seguridad. Se habla de más de 500 vehículos.
Mientras tanto, la ISF está apuntando a Isis en Diyala y Salahuddin. Una red de túneles cerca del lago Hamrin fue destruida y varios milicianos de Daesh perdieron la vida en Qarat Jog
Mientras tanto, el ejército iraquí continúa la ofensiva contra Isis entre Diyala y Salahuddin. En la primera región, los combatientes de la ISF destruyeron una red de túneles utilizados por el Estado Islámico cerca del lago Hamrin. Varios milicianos murieron en las huelgas. En Qarat Jog, sin embargo, los militares atacaron a un grupo de yihadistas con misiles. El ataque tuvo lugar en dos etapas. En la primera fase, algunos elementos de Daesh fueron asesinados. Luego, cuando sus camaradas intentaron evacuar los cadáveres, las baterías de los soldados de Bagdad intervinieron nuevamente, eliminando también la segunda reunión. Mientras tanto, algunas unidades se dirigen rápidamente a Mosul. Esto se debe a que hay algunos terroristas que, con uniformes militares, atacaron una aldea a 25 kilómetros al sur de la antigua capital IS en el país del Medio Oriente.
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