lunes, 2 de marzo de 2020

Cazas rusos intensifican sus ataques contra terroristas en Idlib



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Los aviones de combate rusos han llevado a cabo varios ataques contra los terroristas respaldados por Turquía en las áreas de Yabal al-Zawiya y Yisr al-Shughur, ha informado este domingo el portal web sirio Al-Masdar News.

El sitio web, citando a una fuente militar, ha subrayado que la Fuerza Aérea rusa ha intensificado sus ataques sobre Idlib en las últimas 12 horas, golpeando varios emplazamientos pertenecientes al llamado Frente de Liberación Nacional, aliado del Frente Al-Nusra (autoproclamado Frente Fath Al-Sham), y sus coligados.

Estas ofensivas de Rusia se produjeron en respuesta a varios ataques lanzados por el Ejército turco contra las posiciones de las fuerzas sirias en la región de Yabal al-Zawiya y el área de Saraqib.
Cazas rusos atacan posiciones de terroristas junto a la frontera de Turquía
Los asaltos del Ejército turco han allanado el terreno para que los terroristas avancen en Yabal al-Zawiya, dando como resultado la captura de algunas localidades, incluida Kafr Awaid, cerca de la montaña Shashabo, en el campo del sur de Idlib.

La Fuerza Aérea rusa probablemente intensificará sus ataques contra el noroeste de Siria en los próximos días, mientras se halla a la espera de la llegada de más equipos militares a través de su Armada.

Idlib, el último feudo de las bandas armadas y terroristas en Siria, ha sido en las últimas semanas escenario de una escalada de tensiones entre el Ejército sirio, apoyado por Rusia, y Turquía, que respalda a los grupos radicales en esta provincia.

Aunque actores como Turquía —también EE.UU. y el régimen de Israel— están en contra de las operaciones contra los terroristas, a los que respaldan, las fuerzas sirias les están ganando terreno a las bandas extremistas en las zonas septentrionales del país árabe.

El Gobierno de Damasco acusa a Turquía de violar sistemáticamente su soberanía y de apoyar a los terroristas, y asegura que defenderá su soberanía ante los planes expansionistas de Ankara.

tmv/anz/nlr/hnb



Cuando un Harrier de la Royal Navy hizo un aterrizaje de emergencia sobre un mercante español







Nottingham es una de las ciudades más turísticas de Inglaterra. No sólo por ser la cuna de famosos como Bruce Dickinson (el cantante de Iron Maiden), Andy Cole (ex-futbolista) o, sobre todo, el legendario Robin Locksley (el personaje real que inspiró Robin Hood) sino por una serie de atractivos monumentales y culturales de los que viene al caso uno concreto: el Newark Air Museum. Allí se exhibe un avión que en 1983 salió en todos los noticiarios por haber protagonizado un insólito aterrizaje de emergencia sobre la cubierta de un buque mercante español. Ese barco se llamaba Alraigo.

El museo inglés, evidentemente dedicado a la aviación, se ubica en una antigua base aérea de la RAF, en el 45 Lincoln Road, una carretera a las afueras del pueblo de Winthorpe, Nottinghamshire. Abierta en 1940, durante la contienda se dedicó fundamentalmente a labores de transporte y entrenamiento para las tripulaciones de los Avro Lancaster. En 1964 cesó en sus actividades militares y el recinto se utilizó para celebrar ferias agrícolas pero cuatro años más tarde se acondicionó para albergar el museo actual, donde se conservan sesenta y nueve aeronaves, entre aviones y helicópteros, con una cronología que va desde los años treinta hasta nuestros días.
Un hangar del Newark Air Museum/Imagen: Ronnie Macdonald en Wikimedia Commons

Uno de ellos es el BAe Sea Harrier FRS 1S que decíamos antes. Los Harrier son cazabombarderos fabricados por British Aerospace y Hawker Siddeley que entraron en servicio en 1980 y tuvieron ocasión de luchar -con notorio éxito además- en las Malvinas y Yugoslavia. Ya ha pasado tiempo y los británicos los van a sustituir por otro modelo más moderno (el Lockheed Martin F-35 Lightning II), si bien en algunas fuerzas aéreas aún siguen en activo, caso de la española. Fueron concebidos para equipar a la nueva ola de portaaviones que la Royal Navy iba a adoptar en los setenta, el HMS Invincible y el HMS Illustrious, que al ser de pequeño tamaño necesitaban aviones de despegue corto y aterrizaje vertical.

Precisamente el Illustrious estaba realizando un ejercicio de la OTAN cerca de la costa de Portugal el 6 de junio de 1983, cuando ocurrió el incidente reseñado al principio. El subteniente Ian Watson, alias Soapy, un piloto novato, de veinticinco años de edad, que cumplía su decimocuarto vuelo y participaba por primera vez en un entrenamiento de ese tipo, despegó a los mandos de su Sea Harrier con la misión de localizar a un portaaviones francés. Debía hacerlo simulando condiciones de combate, por lo que realizó su vuelo con el radar apagado y la radio en silencio. Debido a su poca experiencia le acompañaba un veterano, pero al llegar a la zona asignada se separaron, de modo que pudieran barrer un área más amplia.
Dos Sea Harrier FRS 1 del HMS Illustrious, como los que salieron en misión en 1983/Imagen: dominio público en Wikimedia Commons

Terminado el ejercicio, Watson debía reunirse con su compañero en un punto pero como éste no aparecía, emprendió el regreso al Illustrious utilizando su sistema de navegación; no lo encontró y por más llamadas que hizo y más peticiones de ayuda que envió, sólo obtuvo silencio. Tras varias vueltas y con la imposibilidad de contactar, dado que no había comunicación, el combustible ya empezaba a acabarse; había que buscar una solución rápidamente. Desistiendo de localizar a su portaaviones, se dirigió hacia un sea lane, es decir, una ruta marítima comercial de las que utilizan habitualmente los buques para la navegación. Sabía que una bajaba paralela al litoral portugués.

Ya se había puesto el sol y era noche cerrada cuando, con el depósito casi vacío, el radar del Harrier detectó un barco a unas ciento veinte millas náuticas de Oporto y Watson enfiló hacia él. Apenas disponía de unos minutos antes de agotar totalmente el carburante. Se trataba de un portacontenedores de bandera española llamado Alraigo, un gigante de 93,3 metros de eslora, 13,5 de manga y 2.300 toneladas que había sido construido en el astillero asturiano de Duro Felguera, botado el 13 de agosto de 1977 y registrado en Santander por la naviera García Miñaur. El piloto británico lo sobrevoló varias veces intentando llamar su atención, ya que no tenía otra forma de comunicarse con él.El Alraigo/Imagen: Buques.org

Sin embargo, era imposible que los catorce tripulantes entendieran qué pretendía, así que el problema seguía ahí. Entonces, en una de las pasadas que hizo, a aquel desesperado piloto se le ocurrió una insólita idea. Algunos de los contenedores de carga que llevaba el Alraigo con mercancía diversa para Canarias (equipo para el telescopio del Observatorio de La Palma) y Marruecos, formaban una superficie llana que podía usar como plataforma para aterrizar, dado que sus dimensiones eran similares a las de las cubiertas de entrenamiento. Así que dicho y hecho, el avión se detuvo encima del buque y, evitando la enorme grúa central, hizo un descenso vertical hasta posarse; algo bruscamente -cayó desde dos metros de altura-, pero con éxito.


Claro que aquel improvisado portaaviones no era mas que un apaño y las ruedas del Harrier empezaron a deslizarse hacia atrás sobre la superficie, resbaladiza por el agua. Watson intentó guardar el tren de aterrizaje pero no dio tiempo y la cola del aparato cayó por el borde del contenedor. Fue detenida por el techo de una furgoneta de reparto que se llevaba para una floristería de Tenerife y que hizo de tope, quedando el avión en posición rampante, mirando hacia arriba en 45º, con la parte trasera apoyada en la cubierta y la delantera en el contenedor.
El Harrier, sostenido por la furgoneta/Imagen: Fleet Air Arm Officers Association

Irónicamente, el Alraigo ya había transportado armas con anterioridad: en 1978 envió una carga El Salvador y en 1980 otra a Sudáfrica. Pero era la primera vez que llevaba una sola valorada en unos 1.540 millones de pesetas (al cambio, casi 10 millones de euros). Watson pidió disculpas por su intromisión -muchos de los marineros estaban durmiendo y fue necesario detener las máquinas- y explicó al capitán Aitor Suso Linaza, un vizcaíno de veintiséis años, por qué había tenido que hacer esa maniobra a la desesperada. Suso se puso en contacto con el Illustrious para informar de que su piloto estaba a salvo y el comandante británico le correspondió interesándose por la integridad física de todos..

Ahora bien, cuando desde el portaaviones se le pidió que tomara rumbo a Lisboa, Gibraltar o incluso Malta, su respuesta fue «no»; incluso se negó a detener su singladura para transbordar la aeronave. Estaba decidido a llegar a su destino en el horario previsto y además recibió el correspondiente asesoramiento de los servicios jurídicos de la compañía, que consideraron más beneficiosa la legislación española que la portuguesa. Por tanto, el Alraigo atracó en Santa Cruz de Tenerife tres días más tarde y lo hizo con aquel inaudito pasajero sobre su cubierta, haciendo las delicias de una legión de periodistas y curiosos que ya esperaban en el puerto; seguro que más de un lector recuerda haber visto la noticia en la prensa o el Telediario.
Expectación en el puerto de Santa Cruz plasmada en un noticiario/Imagen: Pinterest

Sólo que aquella estrambótica historia no había terminado todavía porque la tripulación y los propietarios del buque, tal como habían previsto, presentaron una reclamación por salvamento. El rescate en alta mar, los daños recibidos y el peligro sufrido (no sólo por el aterrizaje sino también porque se soltó un misil que rodó por cubierta) hizo necesario que las negociaciones se prolongaran e incluso amenazaran con enquistarse, por lo que fue finalmente un arbitraje el que otorgó el cobro de 570.000 libras esterlinas de indemnización (un millón de pesetas para cada marinero). Mucho menos de lo que pedían y que originó bastante polémica jurídica porque según la ley tenían derecho a dos tercios del valor de lo rescatado (otro tercio para el armador), aunque, a la vez, el Harrier estaba considerado «bien no embargable» al formar parte de una fuerza aérea.


La desclasificación de documentos llevada a cabo en 2007 reveló que, pese a la popularidad adquirida, al retornar al Illustrious Watson fue sometido a un proceso por una Board of Inquiry (Junta de Investigación) que no resolvió nada. Una vez en Reino Unido tuvo que pasar un nuevo proceso en el que se descubrió que le habían destinado a aquella misión sin haber completado más que tres cuartas partes de su entrenamiento, por lo que la Junta determinó que la causa de todo fue la inexperiencia y culpó fundamentalmente a sus superiores por ponerlo a los mandos de un avión defectuoso, en alusión a los problemas que hubo con la radio.
El subteniente Ian Watson y su Harrier/Imagen: Fleet Air Arm Officers Association

No obstante, Watson no salió indemne. Por mucha pericia que hubiera demostrado salvando el aparato (aunque hubiera perdido un misil), la Royal Navy percibió aquel episodio como ridículo, sobre todo por la repercusión mediática que tuvo, lo que hizo que destinaran al joven piloto a trabajos burocráticos durante un tiempo. Posteriormente, vueltas las aguas a su cauce, tuvo oportunidad de enmendarse adquiriendo dos millares de horas de vuelo con los Harrier más otras 900 con los F/A-18, antes de retirarse en 1996 para dedicarse al mundo de la moda, diseñando cazadoras de aviador.

Por suerte para todos, el Harrier había sido finalmente trasladado al petrolero británico British Hay el día 9 y, tras las correspondientes reparaciones, continuó su servicio activo, que fue bastante intenso en conjunto. Hizo su primer vuelo en Dunsfold, Surrey, el 25 de noviembre de 1981. En abril de 1982 emprendió viaje a las Malvinas a bordo, irónicamente, de un buque portacontenedores, el Atlantic Conveyor, incorporándose al portaaviones HMS Hermes. Llegó a entrar en combate, aunque no consta que derribara a ningún enemigo. Luego, tras su aventura española y diversos destinos, volvió al Illustrious y tomó parte en la Guerra de Bosnia en 1994. Fue retirado en 2003 para exponerlo en Nottingham; un lugar merecido, sin duda.
El Sea Harrier en el museo, tras su retiro/Imagen: Howard Heeley en Air Scene

¿Y el Alraigo? Pues resultó ser un barco conflictivo porque vivió nuevos incidentes. Aquel mismo año fue retenido en el puerto británico de Tilbury por impago de servicios portuarios, algo similar a lo que pasó en 1987 en Puerto Rico, de donde se fue sin abonar la reparación de un motor y no pudo volver hasta tres años más tarde, cuando el caso prescribió. En la década de los noventa fue vendido y cambió varias veces de nombre, pasando a llamarse Cotinsa Catalunya (1991), Alpha Marine (1994), Laptali M (1995), UB Laptali M (1996), otra vez Laptali M (1998), Blast y Seatide (1999) y, finalmente, Golden Fox. Con este último navegó para una naviera moldava hasta su desguace en 2011.


La Armada de Brasil recibe el primer lote de torpedos F21 de Naval Group



La Armada brasileña recibió el primer lote de torpedos pesados de la nueva generación F21 de Francia. El anuncio de la entrega fue realizado por Naval Group durante una conferencia de prensa.


El número exacto de torpedos entregados a la Armada brasileña no ha sido dado a conocer, sin embargo, Brasil se ha convertido en el primer cliente de exportación para el torpedo F21, que se instalará a bordo del submarino de la clase «Scorpène» designado como Clase Riachuelo por la Armada de Brasil dentro del alcance del Programa de Desarrollo Submarino (PROSUB).
O Submarino “Riachuelo” é o primeiro dos quatro submarinos da Classe Scorpène que estão sendo construídos pelo PROSUB

El F21 tiene un diámetro estándar de la OTAN (533 mm), mide 6 metros de largo y pesa 1,550 kg. Tiene una velocidad de más de 50 nudos y un alcance de más de 50 km (27 millas náuticas). Su profundidad de ataque operativa es de entre 33 pies (10 m) y 1,630 pies (500 m).



Lockheed Martin recibe USD 141 millones para mejorar las capacidades de reparación para el F-35


-2 marzo, 2020

Lockheed Martin recibió una modificación de UDS 141.7 millones de un contrato preexistente para aportar mejores capacidades de reparación del avión de combate F-35, anunció el Pentágono. Este contrato está financiado con fondos del año fiscal 2019 de la Fuerza Aérea, la Armada y el Cuerpo de Marines.

Lockheed cerró el 2019 con USD 2.35 mil millones en contratos, para apoyar el programa F–35 Lightning II , cuyas versiones son utilizadas por la Fuerza Aérea, la Armada y el Cuerpo de Marines de los EE. UU.

El F-35 es considerado el avión de combate más avanzado de la actualidad y esta semana en Hill AFB, Utah, se celebró el reconocimiento del 388° y 419° Fighter Wings de los aviones de combate F-35 que ya alcanzaron la «capacidad de combate total».

Sin embargo, el programa F-35 también es responsable del significativo aumento que viene sufriendo el presupuesto del Pentágono, según destacó un informe del Departamento de Defensa (DoD) que fue publicado en agosto de 2019. Aparentemente, el programa F-35 creció USD 25 mil millones en 2018 y fue la razón principal por la cual el presupuesto del Pentágono creció un 4 por ciento ese año.



La propuesta de presupuesto del DoD para el año fiscal 2021 solicita USD 11.4 mil millones adicionales para 79 Joint Strike Fighters, cuyo costo Lockheed dijo que se redujo a menos de USD 80 millones por avión.


Reino Unido podría perder los cazas F-35 debido al déficit presupuestario


Reino Unido podría perder los cazas F-35 debido al déficit presupuestario


El Ministerio de Defensa británico puede no ser capaz de fortalecer su flota de cazas F-35 debido a un déficit presupuestario, según el Parlamento británico.


Según el informe del Comité de Cuentas Públicas, se espera que el Ministerio de Defensa tenga un déficit presupuestario de £ 7 mil millones (R $ 40 mil millones) que se duplicará en los próximos 10 años.

El Reino Unido firmó previamente un contrato para la compra de 48 cazas F-35, por un valor aproximado de £ 9.1 mil millones (R $ 55 mil millones) para 2025, que incluye capacitación y mantenimiento, según The Telegraph.


Sin embargo, los británicos no están seguros de los costos del programa F-35 , por lo que el informe indica que si no se encuentra una solución financiera, el Ministerio de Defensa podría tener que "reducir, posponer o excluir" el proyecto de adquisición. de los F-35, principalmente debido al hecho de que los frecuentes retrasos en el programa de combate de América del Norte aumentarían los costos y las barreras.
"El Ministerio de Defensa simplemente no puede pagar todo lo que dice que es necesario y no es aceptable que las autoridades continúen posponiendo decisiones que afectan la actual accesibilidad a largo plazo y la brecha de riesgo", dijo Meg Hillier, presidente del Comité de Cuentas Públicas. .

Meg Hillier también enfatizó la importancia de contener el presupuesto antes de que se pierda en un "agujero negro", lo que afecta a sus contribuyentes. Además, destacó que el comité instó al Ministerio de Defensa a actuar de acuerdo con las recomendaciones para garantizar, prevenir y adaptar los modelos de planificación y financiamiento.

A su vez, un portavoz del Ministerio de Defensa dijo que confiaba en que la agencia entregaría un plan de equipo dentro del presupuesto anual, y señaló que sigue comprometido a reducir los costos con cada compra para mantener el programa F-35 en la agenda.


Turista fotografía a un submarino secreto de la Armada Cubana




El submarino tipo Delfín puede llevar hasta dos torpedos pesados (WIKIPEDIA)

La fotografía de un turista en La Habana confirmó la existencia de un submarino de la Clase Delfín, uno de los menos visto en el mundo y que podría ser la unidad más potente con la que cuenta la Armada Cubana.

El colaborador Hi Sutton en Forbes detalló en una publicación que el submarino fue captado cerca de un muelle y detrás de una palmera, por lo tanto se puede pensar que está activo en el estrecho de Florida, con movimientos entre La Habana y la base naval en Cabañas.

Fotografía captada por un turista en La Habana (FORBES)

El Delfín se caracteriza por ser pequeño con una longitud de 70 pies de largo y podría transportar hasta dos torpedos de peso pesado. Además su desplazamiento puede ser alrededor de las 100 toneladas, una fracción de los submarinos de ataque de EEUU.





New image of #Cuba's secret #submarine

"it is possible that the Cuban program was influenced by North Korean designs such as the Yugo Class. A stronger influence appears be the Russian SPLC X-Craft."@CovertShores #NorthKorea #Russia https://twitter.com/CovertShores/status/1234102126902726657 …



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La publicación indica que el submarino mencionado es el único que hoy tiene en operación la Armada Cubana, que actualmente cuenta con equipos soviéticos sumamente antiguos, arrastreros de pesca con misiles, helicópteros y torpederos improvisados.

En época de la Guerra Fría, la Unión Soviética dotó al gobierno de Fidel Castro con tres submarinos de ataque, pero, como ocurrió con los barcos grandes, ya se encuentran fuera de servicio.


Aunque es pequeño, Hi Sutton considera que representa una seria amenaza en un combate naval debido a que su diseño puede servir para una estrategia sorpresiva de ataque.

Submarino El Delfín, en fotografiado en La Habana.

Como ejemplo, recordó cuando, en 2010, se hundió el buque de guerra surcoreano Cheonan que se partió en dos al recibir el impacto de un torpedo proveniente de un submarino norcoreano que aplicó un ataque sorpresa a la embarcación.

El autor del texto comentó que la fotografía es la segunda imagen pública del Delfín cubano para los análisis de defensa. La primera fue revelada hace 15 años, pero tenía mala calidad. Hi Sutton también comentó se cuenta con algunas imágenes de satélites comerciales, así como testimonios de fuentes cubanas.

Apuntes sobre los submarinos en Cuba

La Marina de Guerra cubana anterior a 1959, jamás contó con submarinos dentro de su flota; pero si preparó a sus barcos para la guerra anti-submarina desde 1914.

Los primeros submarinos llegaron a Cuba en 1978 a través del campo socialista, y por más de 40 años mantuvo una flotilla de tercera o cuarta línea a nivel mundial. El alto conste de mantenimiento, la falta de créditos y el asesoramiento de la antigua URSS hicieron que a medida que la vida operacional de las naves se iba terminando, los submarinos se iban retirando.

Intentos posteriores de comprar nuevas unidades oceánicas fracasaron y los pocos submarinos que todavía puedan operar no sobrepasan los límites costeros de la isla.


Fany, la única torpedista de submarinos: "Mi mayor reto es ser madre y militar"




La torpedista Estefanía Ruiz, frente al submarino Tramontana, en el Arsenal de Cartagena. Silvia P. Cabeza


Entrar en el Arsenal de Cartagena es como cruzar un paso donde sólo el sol y el silencio se atreven a jugar con el mar y la Historia: aquí Isaac Peral inventó el primer submarino del mundo y aquí el rey Alfonso XIII abandonó el país tras proclamarse la Segunda República. No parece que nada se mueva mientras los mástiles de una fragata gris marcan la frontera del puerto. Un cartel anuncia la Escuela de Submarinos y unas banderas, ya en retirada, recuerdan la fiesta en honor a los 105 años del arma submarina española que se celebró hace unos días.

Sólo al final, entre los hangares, un ajetreo de militares con mochilas al hombro rompe la tranquilidad de la mañana. En el mar, como tres monstruos negros agazapados pero en guardia, se mantienen a flote tres submarinos de los que sólo uno funciona: el Tramontana, en activo desde 1987.




"Ese no está en uso pero se tiene ahí por las piezas. El coste de retirarlo sería superior a su desguace", advierte la torpedista Estefanía Ruiz (30 años). Su sonrisa y la rapidez con la que habla borra de un plumazo las ojeras iniciales de su rostro: "Es que salgo de 24 horas de guardia. Y aquí ni me arreglo ni me pinto ni nada", bromea.

P.- ¿Se permite ir maquillada en el submarino?R.- Te puedes echar una base de maquillaje, todo muy natural, y un rímel si acaso. No se debe... pero bueno.

Enseguida se ofrece a enseñarnos el submarino, "mi submarino del alma". Casi como si abriera las puertas de su casa, nos señala la escotilla con la mano y nos invita a bajar. Doce escalones y el sol ya sólo es un reflejo. La calidez la aportan los marineros y los suboficiales que van de un lado para otro de un estrecho pasillo preparando el submarino para salir a navegar aunque cuando se está en alta mar el ambiente suele estar muy cargado.



"Es que nos vamos mañana a hacer una maniobra de adiestramiento con los infantes y los buzos, por eso hay este follón", explica Fany sin dejar de sonreír. "Este es mi oficial". "¡A sus órdenes!", le espeta mientras se cuadra a la espera de su permiso. Él le sonríe y le pregunta si de nuevo está con periodistas. "Es la cara visible del Tramontana", bromea en referencia a esta almeriense afincada en Cartagena, donde vive con su marido, también submarinista, y sus tres hijos.

Y no es para menos. Estefanía Ruiz es la única mujer torpedista en un submarino de la Armada española y lleva 12 años subiendo y bajando por esa escotilla. En el Ejército español sólo hay 32 mujeres en la especialidad, que suponen un 10% del total de militares en submarino, y sólo una se decidió a manejar las armas de guerra. "Fue mi primer destino, mi primera experiencia con 18 años y me gustó muchísimo. Luego estuve tres años en El Ferrol, en la fragata Cristóbal Colón, y en cuanto pude, volví al Tramontana".



'Fany' revisando el estado de los torpedos. Silvia P. Cabeza

Los cinco torpedos

Entre los tubos donde se guardan las armas se mueve ligera y conociendo el terreno: "Tenemos cuatro tubos y el cargo de torpedo de paso son cinco. Hay cuatro en estiba y uno en el tubo 2", explica recorriendo la cabeza del submarino jalonada de colchones.

Nunca ha tenido que disparar en una situación de combate aunque estuvo dos veces en misiones frente a la costa de Libia y una con la OTAN. Pero si tuviera que hacerlo tardaría décimas de segundos en entrar en posición: "Yo relleno el tubo con agua, al estar en inmersión tiene que llevar agua aunque tenga el torpedo. Lo equilibramos, preparamos las válvulas, rellenamos botellas de aire para que haga presión..." y el resto es esperar a la orden del oficial y a que el suboficial apriete el botón, después de que hayan metido los datos de dirección.

"Nosotros hacemos lanzamiento en emergencia, que es el ejercicio para el cabo o el marinero torpedista de guardia ya que sería todo desde aquí. Es el simulado pero se practica por si hay que ponerlo en práctica", asegura disparando con palabras rápidas y cortas, como en un zafarrancho de combate.

Es el único momento en el que se pone seria (y ante un superior también). El resto del tiempo expande una risa contagiosa y todos bromean a su paso. Entre esos tubos, ha llegado a pasar hasta una Nochebuena con su familia submarina. "Tuvimos que salir a una misión y éramos muy pocos. Así que cenamos todos juntos en el comedor de suboficiales, desde el comandante hasta el marinero. Todos aquí".


La torpedista en un pasillo angosto del Tramontana. Silvia P. Cabeza

Una ducha para todos

Ni ella misma sabía que, cuando llegó a Granada a acompañar a un amigo para alistarse, acabaría echando raíces en el fondo del mar. "Fue a preguntar y yo que soy muy atrevida y siempre me habían gustado las cosas de riesgo, decidí que ese mismo día, sin pensarlo, quería hacer las pruebas. Y entré a la primera. Mi reclutador era submarinista y me lo vendió tan bien que no me lo pensé. No me he arrepentido nunca porque la realidad es mucho mejor".

La marinero Fany (que no marinera, "eso es la prenda de vestir") destaca que bajo del mar "el ambiente es más ameno, menos jerárquico". "En un barco, no ves al comandante en ningún momento. Aquí te lo cruzas y te pregunta qué has comido, qué tal estás, sabe quién eres".

Y es que es imposible no toparse con cualquier alma que esté dentro del submarino. "Guarda abajo", el grito viene de arriba e inmediatamente cae una bolsa con estampado militar. "Ojo, que voy". Y el minirincón entre la mesa y las sillas se convierten en el aparcamiento idóneo para dejar pasar a dos marineros que transportan herramientas de aquí para allá.

"Hay una ducha y dos baños para 65 personas". Nada más entrar a mano izquierda. Cualquiera pensaría que se trata de un armario ropero pero cuando la vista se acostumbra a la oscuridad de la zona se ve un trozo de paso y un grifo acoplado al techo.

"Desde el comandante hasta el último marinero se duchan aquí. Todo el mundo", destaca como un alarde de la democratización que supone el arma submarina. Aunque con matices: "Las mujeres tenemos el inconveniente de que no venimos en albornoz, porque está mal visto, así que me metería vestida, cerraría la puerta con el candado y llevaría una bolsa preparada para la ropa sucia y otra para la limpia", narra con toda naturalidad.

Mientras habla, mirando al fondo de la miniducha, el estrés envuelve uno de los momentos que se suponen más relajantes en una jornada laboral. Y si encima hay cola en la puerta o el agua caliente se acaba... "Yo tardo un poco más por el cambio de ropa pero las duchas son muy cortas, de cuatro minutos. Cuando empecé siempre me duchaba con agua fría porque al ser marinero... Primero tienen que ducharse los oficiales, luego los suboficiales, los cabos primero, cabos y ya los marineros".

Hace unos años los miembros de la tripulación se duchaban cada tres días así que la pregunta ante una mujer joven resulta evidente: ¿qué hace una militar cuando le viene la menstruación? "El Ejército permite en esos casos que nos duchemos todos los días. Pero cuando empecé no lo sabía y no se me ocurría ni preguntar, porque era incómodo. Lo que hacía era asearme en uno de los baños que había una manguera, hasta que me enteré. Lo pasaba bastante mal, la verdad". "Ahora", continúa, "nos hemos relajado con el tema de las duchas y aprovisionamos más agua para poder ducharnos todos los días".


Revisando los manuales de funcionamiento del submarino. Silvia P. Cabeza
La cocina y el baño, pegados

No es la única intimidad que se queda en tierra cuando se zarpa: "Tenemos solo dos baños para todos. Cuando hay hora punta de entrada y salida de guardia, aquí hay una persona lavándose los dientes y tienes que pasar pegadita para el baño. Se hace cola porque todo el mundo quiere entrar y salir. Es horrible pero para todos. Hay gente que es muy grande y casi no cabe, por suerte yo soy pequeña". Y se ríe con ganas, segura de que son anécdotas que hacen fuerte a una marinero y vivo a un submarino. "Aquí los primeros días uno no puede hacer nada en el baño. Se te corta hasta el alma". Y vuelve a reír dejando claro que se refiere a palabras mayores.

Frente a los baños está la cocina. Ningún arquitecto aprobaría una distancia tan enana entre dos estancias claves. "El cabo está todo el día con un horno y dos ollas", destaca Fany como homenaje a cada uno de sus compañeros. "Aquí te apoyas siempre en el otro. Somos una familia. No eres nada sin ellos porque, entre otras cosas, nunca estás solo".

Lo mejor de la comida, "los desayunos del domingo por la mañana que prepara crepes o donuts o cosas especiales". Una forma quizá de advertir que se acaba una semana y empieza otra porque sumergidos, uno no sabe si es de día o de noche, lunes o miércoles.

"Si es una misión grande hacemos tres horas de trabajo y descansas seis pero si somos menos y vamos a dos guardias, son seis horas de trabajo y seis de descanso donde comes, duermes... Al final estás muy focalizado en el trabajo y no sabes ni qué hora es".


En la escotilla, la puerta de su segunda casa. Silvia P. Cabeza

En la armada no hubo mujeres hasta 1990, pero tardarían 10 años más en poder pedir destino en submarinos. El acontecimiento coincidió con el comienzo del nuevo milenio, en el año 2000. En 1988, como se recordará, se permitió que las mujeres pudieran convertirse en soldados en España. P.- ¿Por qué tardaron tanto en incorporarse?R.- Obviamente por la intimidad. Aquí no hay intimidad. Las mentes no eran tan abiertas antes y las mujeres tenemos de vez en cuando situaciones más especiales que los hombres. Hay todavía ejércitos en el mundo que no tienen mujeres en submarinos.

No se atisba ni un trazo de queja en la visita guiada al Tramontana. Ni a su trabajo. "Yo estoy muy orgullosa de lo que hago. Aquí me siento realizada". Sólo tuerce el gesto cuando recuerda la incomunicación que se vive dentro del submarino respecto a la familia.

"Cuando vuelvo estoy deseando ver a mis hijos. Tengo tres: dos niñas y un niño, de 7, 4 y 2 años. La incomunicación es muy dura pero mi marido también es militar, por lo que intentamos llevarlo lo mejor que podemos".

Lo único que llega al submarino es algún correo electrónico de vez en cuando pero que pasa los filtros necesarios para evitar desestabilizar a los que están embarcados: "Cuando pasa algo, nos lo callamos y lo contamos cuando ya se llega a puerto porque tratamos de evitar preocupaciones aquí abajo". Y eso que vivimos pegados a un móvil: "Ahora es más fácil la comunicación en puerto, mandar fotos, hablar por teléfono... pero antes, con el roaming, las llamadas eran carísimas".

Pasarse 31 días incomunicado puede ser toda una experiencia en la era de la sobreinformación. "Cuando vuelves parece que vienes del espacio exterior: los anuncios de la tele han cambiado, la moda no es la misma, vas a las tiendas y no reconoces. E incluso el clima ya es distinto. Es como un Gran Hermano".

Reducción de jornada

Habla con la emoción de una experiencia que marca pero casi de un recuerdo porque desde que tuvo a su primera hija no ha podido salir en navegaciones largas. La maternidad es difícil para una trabajadora en cualquier situación pero para la encargada de tener los torpedos en condiciones de un submarino, más.

"Lo más tenso y más incómodo que he vivido laboralmente ha sido tener la reducción de jornada. Te podría decir que en la guerra de Libia, nos acercamos al golfo y nos quedamos sin batería, pero a mí la que más me ha molestado es tener la reducción porque no podía hacer mi función", se lamenta.

Cuando una mujer comunica que está embarazada, deja el submarino por un puesto de oficina. "No se puede embarcar porque es peligroso". Cuando ya da a luz, tiene hasta que el niño cumple un año para disfrutar de la lactancia, exonerada de guardias y de navegaciones. "También lo puedes acumular y sería un mes más de baja. Yo siempre he preferido estar un año sin salir para estar más tiempo con mis hijos".

A partir de ahí, tienen derecho a una reducción de jornada hasta que el menor tiene cuatro años. "Yo estaba deseando que mi hijo cumpliera el año y quitarme la reducción. Y hacer todo lo posible para que mi trabajo no dijera nada malo de mí", reconoce.

Por eso Estefanía lo tiene claro: "El mayor reto de la mujer en el Ejército es ser madre y militar a la vez. Desde que tuve a mis hijos no he podido evolucionar de la manera que lo han hecho mis compañeros hombres. Porque decimos que somos iguales pero recae sobre nosotras el cuidado de los hijos".

Y eso que ella está en régimen de conciliación con su marido, militar y submarinista, que evita que les coincidan las guardias y las misiones. "Mis hijos siempre dicen que el militar es papá, no sé por qué, y yo siempre les digo que el submarino es de los dos. Será porque cuando está de guardia él yo siempre los traigo y cuando yo estoy él no los trae", sonríe.


La vista general del Arsenal de Cartagena. Silvia P. Cabeza

Muchos estudios advierten de que la maternidad llega a la mayoría de las mujeres justo en el periodo en el que se produce el ascenso en la carrera. Un poco lo que le pasó a Estefanía. "Mi marido y yo éramos los dos marineros. Surgió la oportunidad de hacer el acceso para ser suboficial pero yo tenía a mi hija pequeña y no quería que estuviera todo el día en la guardería. Él entró en la academia. Yo lo intenté el año pasado y estuve a punto. Pero no lo pasé".

Su lamento está lleno de sacrificio, de ese que los militares tienen grabado a fuego y, si es por los compañeros, más. Por eso sus horas en el submarino son casi una fiesta para Estefanía pese a la incomodidad y la ausencia de soledad. "Esta máquina no está hecha para nosotros ni para habitabilidad, no está hecha para que estés cómodo. Está hecha para su función bélica y para ser operativos. Lo importante es si cumple su misión".

Y es que al llegar la noche la habitabilidad no es mejor. La Armada ha tratado de 'robar' huecos al submarino para evitar que haya también camas calientes, aunque no siempre es posible: "Yo he participado en salidas que eran dos camas para tres integrantes. Cuando te tocaba extendías tu saco y al acabar lo recogías. Ahora cada uno tiene la suya y se elige por antigüedad".P.- ¿Cuáles son las camas más solicitadas?R.- Las de en medio porque son más fáciles de acceder. A las de arriba nos cuesta más. Yo siempre trato de que estén en una esquina o que pueda subir bien. Hubo algún comandante o subcomandante que propuso que las mujeres durmiéramos arriba, para tener más privacidad. Pero en otras ocasiones he dormido donde me tocara.


Al principio, los jefes querían que las mujeres durmieran en las camas de arriba. Silvia P. Cabeza

Una JEMAD con muchos hijos

Es consciente de que su trabajo le exige estar dispuesta las 24 horas del día y que no puede viajar sin comunicarlo a la base, pero lo tiene tan interiorizado que no le parece ni extraño: "Lo mejor para mí es salir a defender los intereses de mi país. Eso me recompensa todo".

Cree que la situación de la mujer en el Ejército se puede mejorar con la llegada de más jefas, "porque nos echarían una mano a marineros y cabos". Y sueña con una JEMAD, "que sea mujer y que tenga muchos hijos".

Cuando se le pregunta sobre micromachismos en el lenguaje o entre compañeros, mira hacia arriba y encoge los hombros. Sabe que los hay pero nunca los ha sentido en sus carnes. "En el submarino todos dependemos del otro, da igual que sea hombre o mujer, y tienes que ser honesto y trabajador". Les va la vida en ello.

De hecho, en ese mismo Tramontana donde los marineros y cabos trabajan como abejas colocando cada provisión en su panal, hubo una vía de agua en 2008 cuando el mar se coló hasta mitad de pierna. "Fue un año antes de que yo llegara. Todos menos uno, el timonel, volvieron a su puesto y alguno sigue con nosotros. Hay que tener una mentalidad muy fuerte y confianza", remata.

Conforme crezcan sus hijos espera recuperar el tono de su trabajo, el que la mantenía encendida por dentro a todas horas, y espera que ellos lo entiendan: "Los amo a ellos y a mi trabajo, son dos amores diferentes".

Se despide frente a su submarino, con una sonrisa enorme, y un lema que bien podría haberse creado en un despacho del Ministerio de Defensa: "El Ejército me ha dado mucho. Me ha enseñado saber estar, disciplina. Todo lo que tengo es gracias al Ejército". Minutos después vuelve al fondo del mar. Por la misma escotilla de la que salió para terminar su guardia.

En su casa, su otra casa, le esperan para seguir con la jornada... ahora en su puesto de madre. Se pintará los labios rojos, "porque mira que quedan elegantes", y se quitará el uniforme. La entrega, sin embargo, va siempre con ella.

*Mi inspiración ha sido mi madre que ha sacado a su familia sola y con ella no ha podido nadie. Nos ha sacado adelante a mi hermano y a mí. Y eso que cuando le dijo que entraba al ejército le advirtió que no iba a durar ni dos días.

El avión no tripulado turco intentó volar a la base aérea de Khmeimim: fue derribado por el sistema de defensa aérea ruso Tor




El sistema de defensa aérea ruso Tor destruyó un avión no tripulado turco que amenazaba la base aérea de Khmeimim.

El intento del ejército turco de acercarse a la base aérea militar rusa Khmeimim terminó en un ataque contra los sistemas de defensa aérea rusos: como resultado del lanzamiento de un misil guiado antiaéreo, el avión no tripulado se convirtió en una pila de restos. Según las fuentes, el misil fue lanzado por el sistema de defensa aérea ruso Tor, que está parcialmente confirmado por las fotografías correspondientes.


Los expertos llaman la atención sobre el hecho de que el misil guiado antiaéreo lanzado por un vehículo aéreo no tripulado turco fue casi verticalmente hacia arriba, lo que indica el uso del sistema de defensa aérea Tor por parte del ejército ruso. Se informa que no se trata de un avión no tripulado creado por yihadistas, sino de un UAV turco, que intentó acercarse al aeródromo militar ruso con objetivos desconocidos.

En este momento, Siria ha anunciado el cierre del espacio aéreo y casi inmediatamente ataca objetivos aéreos que cruzan la frontera turco-siria, mientras que debido a los riesgos de que Turquía pueda atacar la base aérea militar rusa, los sistemas de defensa aérea rusos también atacan a todos los objetivos desconocidos.

Dada la información actual, en el último día el ejército turco perdió al menos 7 vehículos aéreos no tripulados


Dron turco destruyó un desconocido sistema de defensa aérea ruso: podría ser el S-300







Un desconocido sistema de defensa aérea ruso de largo alcance destruido por un avión no tripulado turco.

Turquía continuó utilizando sus vehículos aéreos no tripulados para atacar a Siria, lo que llevó a la destrucción del sistema de defensa aérea de fabricación rusa. Dado que estamos hablando de un sistema equipado con un radar especial de largo alcance, incluso el sistema de defensa aérea S-300 puede ser destruido por el sistema.



Por el momento, se sabe que el sistema de defensa aérea de fabricación rusa fue destruido en la provincia de Alepo, mientras que las fuentes dicen que el lanzador y el radar estaban a una gran distancia entre sí, lo que confirma indirectamente la información de que el complejo destruido puede estar Los sistemas de defensa aérea S-300, sin embargo, hasta la fecha se ha asumido que estos sistemas de defensa aérea están ubicados en la frontera de las provincias de Latakia y Hama, y ​​por lo tanto surgen muchas preguntas.

El ejército sirio aún no ha comentado sobre la pérdida de un sistema de defensa aérea de largo alcance, sin embargo, dado el hecho de que Turquía continúa usando sus drones, los expertos creen que los sistemas de defensa aérea rusos Pantsir-S que están en servicio con el ATS no proporcionan la efectividad adecuada en la lucha contra los drones.

La parte rusa aún no ha comentado información sobre la destrucción del sistema de defensa aérea de fabricación rusa.


Irán lanzó un ataque con misiles contra las tropas turcas en la frontera con Siria



NOTICIAS

Irán lanzó un ataque con misiles contra las tropas turcas en la frontera con Siria




Después de que Irán entregó un ultimátum a Turquía, exigiendo el fin inmediato de la ocupación de Siria, y en Ankara ignoró tal requisito, Irán lanzó un ataque con misiles balísticos contra Turquía con un misil balístico, que es una versión mejorada del misil balístico de corto alcance soviético. El misil balístico fue destruido por un sistema de defensa aérea turco desconocido, sin embargo, las fuentes informan que un pequeño grupo de militares turcos fue alcanzado por escombros, lo que, incidentalmente, confirma indirectamente la información con las fotografías correspondientes.


A juzgar por las fotografías presentadas, realmente podemos hablar de un misil balístico, sin embargo, obviamente, todavía no fue interceptado, ya que un gran embudo se formó en el lugar de su caída y dañó seriamente edificios con elementos impactantes.


Se informa que se lanzó un ataque con misiles desde territorio controlado por las fuerzas iraníes, sin embargo, según la versión oficial de las autoridades turcas, Damasco está detrás del ataque.


“Las fuerzas pro iraníes que luchan del lado del régimen de Bashar al-Assad dispararon un misil balístico contra las posiciones del ejército turco en el norte de la provincia de Idlib. Esto es con referencia a los medios de comunicación sirios informan el portal de noticias israelí "Nziv". Según datos preliminares, estamos hablando de un misil de alcance medio que es idéntico al utilizado por los husitas yemenitas contra las fuerzas sauditas. Se informa que el proyectil fue derribado por un sistema de defensa antimisiles desplegado en la frontera de Turquía y Siria ", informa 9tv.co.il.

Los expertos no excluyen que las fuerzas iraníes puedan repetir el ataque, pero esta vez contra el ejército turco en Siria.