Sistemas de misiles antiaéreos S-400, de fabricación rusa, desplegados en la base aérea en Latakia (oeste de Siria).
El Ministerio de Defensa de Rusia ha creado en Siria un sistema unificado de defensa antiaérea basado en los sistemas S-300 y S-400.
“Junto con las fuerzas y los medios de la defensa antiaérea del grupo militar ruso en Siria, se ha creado un sistema unificado de defensa antiaérea basado en los sistemas modernos S-300 y S-400”, ha comunicado este viernes el jefe adjunto del Estado Mayor ruso, el coronel general Andrei Kartapolov.
El objetivo principal de este sistema, ha proseguido el alto mando castrense, consiste en garantizar la seguridad de las instalaciones tanto en la tierra como en el mar y defender de manera segura a la nación siria de ataques aéreos, terrestres y marítimos.
Junto con las fuerzas y los medios de la defensa antiaérea del grupo militar ruso en Siria, se ha creado un sistema unificado de defensa antiaérea basado en los sistemas modernos S-300 y S-400”, comunica el jefe adjunto del Estado Mayor ruso, el coronel general Andrei Kartapolov.
El sistema, según ha detallado Kartapolov, se ha instalado apoyándose en la “estrecha interoperabilidad” entre los sistemas S-300 y S-400 de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia y los sistemas de defensa costera Bastión, propiedades de las Fuerzas Aéreas sirias.
A este respecto, el también máximo responsable militar de Rusia en Siria ha recordado que gracias a sus sistemas de defensa aérea S-300 y S-400, Siria goza ya de capacidades defensivas suficientes.
Rusia anunció el pasado 4 de octubre que había desplegado el sofisticado sistema antiaéreo S-300 en la base naval de Tartus, en el oeste de Siria, para garantizar tanto la seguridad de la base, como la “de los buques en la zona costera que forman parte de la unidad operativa de la Armada rusa”.
Previamente, en noviembre de 2015, Moscú había decidido desplegar el sistema antiaéreo S-400 en su base de Hmeimim, al sureste de Latakia (en el noroeste de Siria), después de que un F-16 de las Fuerzas Aéreas de Turquía derribara un caza Su-24 ruso cuando este participaba en operaciones antiterroristas coordinadas con el Ejército sirio.
Las afirmaciones del general Kartapolov coinciden con la decisión rusa de reducir el número de militares en Siria, una señal de que el cese al fuego acordado el 29 de diciembre entre los rebeldes y las Fuerzas Armadas sirias ha sido efectivo.
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