17/07/2015 - EUROPA PRESS, GRABOVO (UCRANIA)
El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, ha acusado este viernes al Ejército ruso de haber orquestado el derribo del avión de Malaysia Airlines hace justo un año, accidente que causó la muerte de 298 personas.
"El vuelo MH17, donde 298 víctimas murieron asesinadas sin ninguna razón, fue derribado por un misil BUK, lanzado por un equipo profesional siguiendo instrucciones del Ejército ruso", ha afirmado Poroshenko en el primer aniversario del desastre. Aunque Ucrania siempre ha culpado a Rusia de estar detrás del accidente, las declaraciones de Poroshenko han sido las más directas hasta la fecha.
Poroshenko, sin embargo, no ha mencionado tener pruebas que respalden su acusación contra el Ejército ruso. En otras declaraciones este viernes, el mandatario ha acusado a "terroristas" entrenados por Rusia de estar detrás del desastre, término que suele emplear el Gobierno ucraniano para referirse a los separatistas prorrusos.
Rusia niega que tenga alguna responsabilidad en el desastre y ha acusado a Ucrania --cuyas fuerzas se encontraban luchando contra los separatistas prorrusos en el este del país, zona donde cayó el avión-- de estar detrás del accidente.
Este viernes, en la región del este de Ucrania, dominada por los separatistas, se ha conmemorado a las víctimas con un servicio religioso y una procesión a una lápida cerca de la zona donde se estrelló el avión el 17 de julio de 2014. "En memoria de los fallecidos, 298 víctimas inocentes de la guerra civil", puede leerse en la lápida conmemorativa, situada en el pueblo de Gabrovo.
Alrededor de 300 personas han participado en la ceremonia religiosa, encabezada por un sacerdote ortodoxo y un imán musulmán. Se han ofrecido flores a las víctimas, así como banderas de sus países de origen, y se han lanzado varios globos blancos al cielo. "El recuerdo de estas personas estará siempre en nuestros corazones, recemos por sus almas", ha manifestado Oleg, el sacerdote ortodoxo, ante los asistentes.
HOMENAJE CON GIRASOLES
Del total de víctimas, 196 eran procedentes de Países Bajos, donde también hoy cerca de 1.500 parientes se han congregado en una ceremonia de música y baile en recuerdo del accidente y se ha leído el nombre de las víctimas. "Hoy es un día duro, un día de evocación", ha afirmado el primer ministro, Mark Rutte, a las familias de las víctimas. "Las 298 personas que recordamos hoy están para siempre atadas a nuestras vidas y a las de miles de personas", ha añadido.
La esposa del primer oficial del avión ha subido al escenario a leer el anuncio a los pasajeros que su marido no pudo hacer. "Salam aleikum y buenas tardes, comenzaremos nuestro descenso en breve", ha manifestado la mujer con la voz temblorosa. En el aeropuerto Schiphol de Amsterdam, desde el que despegó el vuelo MH17, y en varias ciudades de Países Bajos, se han plantado girasoles en referencia al campo de girasoles donde se estrelló el avión. Las banderas han ondeado a media asta en todo el país.
Los Gobiernos occidentales creen que los rebeldes prorrusos derribaron el avión con un misil BUK administrado por Rusia. Reino Unido y Ucrania han pedido, con motivo del primer aniversario del accidente, que se establezca un tribunal internacional que investigue el caso, medida respaldada también por Malasia, Australia, Países Bajos y Bélgica.
En Australia, que perdió en el accidente a 39 de sus ciudadanos, también se ha celebrado un acto de conmemoración. "Su fallecimiento deja un vacío que nunca se podrá llenar y un dolor que todavía palpita", ha manifestado en la ceremonia el primer ministro australiano, Tony Abbott. Malasia recordó a sus 43 víctimas en una ceremonia el 11 de julio.
El presidente ruso, Vladimir Putin, calificó el jueves esta petición como "prematura" y "contraproducente" en una conversación telefónica con Rutte y criticó las versiones "politizadas" del accidente que "siembran" los medios de comunicación extranjeros.
Varios diplomáticos occidentales se han mostrado abiertos a la instauración de un tribunal internacional que no esté respaldado por la ONU, ya que Rusia podría usar su derecho a veto en el Consejo de Seguridad para bloquear la medida.
DISPUTA CON OCCIDENTE
Las diferencias sobre el accidente ha enfrentado a Rusia y Occidente, aumentado las tensiones entre ambos bloques por el papel de Moscú en el conflicto del este de Ucrania, en el que han perdido la vida más de 6.500 personas desde que comenzó el levantamiento separatista en abril de 2014.
Moscú niega haber entregado armas o proporcionado tropas a los rebeldes. Si un informe de la Junta de Seguridad de Países Bajos, programado para octubre, concluye que los rebeldes derribaron el avión, supondría un duro golpe a Rusia y podría abrir la puerte de un largo proceso de juicios internacionales.
El ministro británico de Exteriores, Philip Hammond, ha asegurado en un comunicado que "cualquier intento de debilitar este proceso privaría de justicia a las víctimas y no puede ser tolerado".
En Gabrovo, alrededor de 650 kilómetros al este de Kiev, los rebeldes han culpado a las fuerzas ucranianas. "Lo más triste es que los ucranianos lo derribaron y nos culparon a nosotros", ha manifestado un separatista que se hace llamar Sultan.
Las autoridades rusas y los medios de comunicación afines a Putin aseguran que las Fuerzas Armadas ucranianas derribaron el avión, una versión que respalda una amplia parte de la población rusa. "Creo al cien por cien que fueron los ucranianos los que lo derribaron, no puede ser de otra forma", ha asegurado Vladimir, un obrero moscovita que se ha negado a dar su nombre completo.
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