Por Arnaud
-5 de abril de 2020
Es muy discreto que el personal de Koninklijke Luchtmacht formalizó el hecho de que sus nuevos cazas sigilosos están operativos. Y desde principios de abril, los holandeses Lockheed-Martin F-35A Lightning II aseguran la defensa aérea del país . Antes de eso, los pilotos tenían que estar calificados para los diversos procedimientos, y en particular para el reabastecimiento de combustible en vuelos nocturnos . Al momento de escribir este artículo, diez de estos aviones están en servicio activo en los Países Bajos.
Por lo tanto, este abril de 2020 es la primera vez desde marzo de 1991 cuando el Koninklijke Luchtmacht alinea dos tipos diferentes de aviones de combate. En ese momento, el General Dynamics F-16A / B Fighting Falcon terminó de reemplazar al último Canadair NF-5A / B Freedom Fighter . Y hoy el Lockheed-Martin F-35A Lightning II viene a reforzar estos mismos F-16, mientras tanto pasó a la MLU estándar. Hasta reemplazarlos por completo para 2025-2026.
Además del famoso cañón calibre GAU-22A de 25 mm, el holandés F-35A Lightning II lleva en la bodega misiles aire-aire AIM-9 Sidewinder a corto alcance y AIM-120 AMRAAM a mediano alcance. Armamentos lo suficientemente bien como para defender el pequeño espacio aéreo holandés, el país está rodeado solo por países aliados.
Antes de poder reclamar para alertar a los pilotos de combate de la Koninklijke Luchtmacht, tenía que estar certificado en los procedimientos para repostar en vuelo, día y noche. Para esto confiaron en dos modelos de petroleros. El McDonnell-Douglas KDC-10 obviamente ya que está en servicio en el país, pero también el Airbus Voyager KC.2 , presagiando el futuro A330 MRTT que esta pequeña fuerza aérea debería recibir entre este año y el próximo. Por lo tanto, es la Royal Air Force la que se prestó a estos entrenamientos, que también tiene F-35 Lightning II.
Ahora incluso se habla de que los F-35A holandeses están viajando fuera de los Países Bajos. Su presencia en los estados bálticos ha sido anunciada para este año como parte de la misión de vigilancia del aire del Báltico dirigida por la OTAN. Será una gran primicia para el Koninklijke Luchtmacht y su regreso a este exigente teatro de operaciones que enfrenta la aviación rusa. ¡Ningún avión holandés ha participado desde la primavera de 2017!
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